Productos de higiene personal contrastados en colores rosa y azul simbolizando el impuesto rosa. Productos de higiene personal contrastados en colores rosa y azul simbolizando el impuesto rosa.

El impuesto rosa: un costo en contra de las mujeres 

En la actualidad, las mujeres enfrentamos una serie de desigualdades en distintos aspectos que rodean nuestra vida. Una de ellas es el pago del impuesto rosa, presente en productos y servicios que las mujeres consumimos regularmente. Este fenómeno se presenta en diversos países, afectando a las mujeres a escala mundial. 

En este texto te explicamos en qué consiste, en dónde lo encontramos y qué impactos tiene en el bolsillo femenino, así como diversas medidas que se han comenzado a tomar para eliminarlo y caminar hacia un mundo menos desigual. 

¿Qué es el impuesto rosa? 

El término impuesto rosa o pink tax surgió en California, Estados Unidos, en la década de 1990, y hace referencia al costo extra que las mujeres pagamos por los mismos productos y servicios que los hombres, pero en su versión femenina. 

Rastrillos
Rastrillos

Bridget J. Crawford, abogada especialista en el tema y profesora de la Escuela de Leyes Elisabeth Haub, en la Universidad Pace, afirma que el costo adicional por productos funcionalmente idénticos suele surgir debido a estereotipos de género y también contempla los impuestos sobre los productos menstruales. 

¿En qué productos y servicios lo encontramos? 

El impuesto rosa se encuentra en productos de higiene, como desodorantes, rastrillos, artículos de afeitado y pañales. Un estudio de la Profeco realizado en 2019 indica que en México las diferencias de precio en estos productos van desde centavos, hasta $20 pesos por unidad. 

Desodorante
Desodorante

También es posible encontrarlo en ropa. El Congreso de Estados Unidos en 2016 realizó una investigación donde encontró pantalones y playeras del mismo modelo, marca y color con diferencias de precio para hombres y mujeres.          De igual forma, este estudio demostró que los artículos de papelería, como plumas y mouses de colores rosas o asociados a lo femenino, eran más caros que las versiones más neutras. 

Por otra parte, países como Colombia han realizado estudios en una gama más amplia de productos, encontrando el porcentaje en que las mujeres gastan más que los hombres: 48 % en champú y acondicionador, 21 % más en aseo personal, 15 %      en camisetas y rodilleras y soporte físico, 13 % en cascos deportivos, 11 % en lociones, cartuchos y máquinas de afeitar. 

Sin embargo, el pink tax no sólo se limita a productos físicos, también lo encontramos en servicios, como el precio de las consultas médicas, servicio de lavandería, tintorería y cortes de cabello.  

En muchos países, la compra de productos menstruales representa una carga económica adicional para las mujeres, ya que están sujetos a impuestos sobre el valor agregado, volviéndolos más caros. Esta disparidad de precios se debe a que estos productos se consideran como un lujo o no esenciales, a pesar de ser fundamentales para la salud y bienestar de las mujeres. 

Productos de higiene menstrual
Productos de higiene menstrual

¿Cómo afecta el impuesto rosa a las mujeres? 

En primer lugar, implica que las mujeres destinen una mayor parte de sus ingresos a comprar los mismos bienes y servicios que los hombres.  Sumado a la brecha salarial, en la que las mujeres reciben un salario menor al de los hombres, aunque tengan las mismas posiciones en las empresas, lo que provoca que la capacidad adquisitiva de las mujeres sea menor.  

Asimismo, esta discriminación económica limita o impide el acceso a la atención médica y a productos de higiene personal, poniendo en mayor desventaja a las mujeres, principalmente a las de menores ingresos. 

¿Qué medidas existen para combatirlo? 

El reconocimiento público del impuesto rosa es relativamente reciente y, en consecuencia, las iniciativas para eliminarlo también lo son, por lo que resultan insuficientes para atender la gravedad del problema, pero aun así marcan un camino para que distintos países puedan seguirlo. 

Mapamundi
Mapamundi

En Estados Unidos, específicamente en California y Nueva York, existen leyes que prohíben a las empresas el cobro del impuesto rosa en los productos que ofrecen. En 1995, se estableció una ley que prohibía a las empresas cobrar precios diferentes por servicios basados en el género del cliente, como cortes de cabello, lavandería y tintorería. Sin embargo, no fue sino hasta el año 2022 que se aprobó una ley que prohíbe precios más altos para productos sustancialmente similares en función del género. Esta iniciativa entró en vigor a inicios del 2023.  

En México, el Paquete Económico 2022 incluyó una tasa cero a la venta de productos de gestión menstrual, eliminando 16 % de IVA a toallas femeninas, tampones y copas menstruales. En Colombia, la eliminación de este impuesto tuvo lugar en 2018.  

Resulta esencial seguir exigiendo el reconocimiento del impuesto rosa y el desarrollo de iniciativas que lo eliminen y que no pongan a las mujeres en posiciones de desventaja, principalmente en el acceso a productos y servicios básicos para todas las mujeres. 

Por Mariana Navarro 

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