Paisaje del Río Congo Paisaje del Río Congo

El desafío hídrico en la República Democrática del Congo 

A pesar de poseer una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo, la República Democrática del Congo enfrenta una lucha diaria por el acceso al recurso más básico y vital: el agua potable. 

Este artículo explora la paradoja del agua en el Congo, donde la abundancia natural contrasta con la escasez para el consumo humano y otros casos de escasez hídrica en el mundo. 

Riqueza natural 

La República Democrática del Congo es abundante en recursos naturales, siendo particularmente rica en minerales, bosques y agua. Entre sus minerales, el país destaca por ser el mayor productor mundial de cobalto, un recurso vital para la fabricación de baterías en tecnologías modernas. Además, cuenta con importantes yacimientos de diamantes, cobre y coltán. 

Por otro lado, los extensos bosques congoleños representan una parte esencial de la segunda selva tropical más grande del mundo, siendo un pulmón vital para el planeta y un refugio para una diversidad biológica extraordinaria, incluyendo especies en peligro de extinción. 

Finalmente, el agua, otro recurso abundante en el Congo, se encuentra en su vasta red fluvial, liderada por el río Congo, el segundo río más largo de África. Este sistema fluvial no sólo es una fuente potencial para la producción de energía hidroeléctrica, sino que también es vital para la biodiversidad acuática y las comunidades locales que dependen de él para su subsistencia. 

Mapa República del Congo

Con sus impresionantes 4700 kilómetros de longitud, el Río Congo se erige como el segundo río más largo de África y, por su caudal, ocupa el mismo puesto a escala mundial, superado sólo por el Amazonas. Este majestuoso río se distingue no sólo por su extensión, sino también por su profundidad, alcanzando en ciertos puntos más de 220 metros, lo cual lo establece como el río más profundo del planeta. Sus aguas son vitales para actividades como la pesca y la agricultura, conforman un eje central en la economía y el sustento de la población que reside en sus orillas. 

El desafío de lo básico: agua y saneamiento 

En las vastas zonas rurales de la República Democrática del Congo, menos del 29 % de la población tiene acceso al agua potable. La vida cotidiana transcurre de manera tal que algo tan esencial como beber, cocinar o lavar se convierte en una búsqueda constante. 

Pero las implicaciones van más allá de la incomodidad ya que la falta de acceso a un saneamiento adecuado incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. En África, en las últimas dos décadas, cinco millones de niños y niñas han perdido la vida por enfermedades prevenibles, asociadas a la falta de acceso al agua potable y a un sistema sanitario. 

Pescador en el río de la República del Congo

El aumento de casos de cólera refleja las profundas desigualdades y desafíos de la República Democrática del Congo. En sólo seis meses de 2023, la ciudad de Goma (conocida como “la ciudad más desgraciada del mundo”) registró más de 4000 casos, un salto dramático comparado con los 100 casos del año anterior. Esto no sólo refleja un problema de salud pública, sino que es un indicador de una crisis socioeconómica y ambiental. 

Refugio sin refugio, la crisis en los campos de desplazados 

La República Democrática del Congo enfrenta una situación política y humanitaria compleja. Con una historia marcada por inestabilidad política, corrupción y conflictos armados desde su independencia en 1960, el país continúa luchando por consolidar sus instituciones democráticas. 

El este del Congo, en particular, sufre una grave crisis humanitaria debido a la violencia y los desplazamientos masivos de población. Los esfuerzos actuales se centran en abordar los conflictos armados, la pobreza, y mejorar la gobernabilidad y las condiciones de vida de los desplazados. 

La violencia en las regiones noroeste y oriental de la República Democrática del Congo ha conducido a múltiples atrocidades, impactando gravemente a los civiles. Particularmente en el este, los conflictos entre grupos armados y el ejército gubernamental han generado un desplazamiento masivo de más de 450 000 personas. Este fenómeno se ha agudizado en un lapso de aproximadamente seis semanas antes del 24 de noviembre de 2023, enfocado en las áreas de Rutshuru y Masisi en la provincia de Kivu del Norte.  

@marcelinodimas618

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Las circunstancias han llevado a un acceso restringido a la ayuda humanitaria y al agua y a condiciones de vida extremadamente difíciles para los desplazados. La ironía se agudiza en los campos para personas desplazadas. Cerca del lago Kivu, en lugares como Kanyaruchinya, unos 100 000 refugiados viven sin acceso al agua potable, dependiendo completamente de la ayuda humanitaria. 

¿Qué significa vivir en un lugar rodeado de agua, pero sin poder utilizarla para las necesidades más básicas? 

Crisis de agua en Ciudad del Cabo 

Muchos otros lugares han enfrentado problemas en la gestión del agua. Tal es el caso de la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, que es uno de los ejemplos más notorios, estando a sólo 90 días de quedarse sin agua en 2018. Abordó su crisis hídrica a través de un plan integral que incluye el aumento de la capacidad de almacenamiento y suministro de agua, la implementación de tecnologías de desalinización, la construcción de sistemas para el saneamiento del agua, y el fomento del consumo consciente de agua entre sus habitantes. 

Estas medidas se enfocan en la sostenibilidad y la gestión inteligente de los recursos hídricos para enfrentar efectivamente la sequía y los desafíos relacionados con el cambio climático. 

El caso de Sao Paulo 

Otro sitio es Sao Paulo, Brasil, que durante la sequía de 2014-2015 adoptó medidas para manejar la escasez de agua. Esto incluyó restricciones y campañas de ahorro para reducir su consumo. Se exploraron alternativas como la reutilización de aguas residuales y la perforación de más pozos.  

También se trabajó en soluciones a largo plazo, como transferir agua de cuencas adicionales y proyectos de desviación del líquido vital. El Programa Integrado de Gestión del Agua en Sao Paulo, apoyado por el Banco Mundial, mejoró la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno para optimizar la gestión del agua urbana. 

Escasez en Monterrey 

En México, para enfrentar la crisis hídrica en Monterrey, se ha desarrollado un Plan Maestro para garantizar el suministro de agua hasta 2050, el cual abarca el mantenimiento y expansión de la infraestructura actual, construcción de nuevos pozos y la Presa Libertad, modulación de presiones, y proyectos de reúso de agua. 

También se estudian proyectos a largo plazo como un segundo acueducto de la Presa El Cuchillo, la utilización de la Presa Vicente Guerrero, un acueducto desde el Río Pánuco, y una planta desaladora binacional en Texas. 

Reflexiones para un caudal de conciencia 

La marcada discrepancia entre la abundancia de recursos naturales y la escasez de agua potable en ciertas regiones del mundo es desconcertante. Esta realidad nos lleva a cuestionarnos ¿qué tan lejos está México de enfrentar una situación similar? ¿Qué enseñanzas podemos extraer y aplicar de experiencias internacionales en la gestión del agua? 

Todos tenemos un papel crucial en esta batalla. Desde exigir y apoyar políticas sostenibles hasta colaborar con organizaciones en el campo, cada acción tiene un peso significativo. Las historias de éxito a nivel global nos muestran que el cambio, aunque complejo, es alcanzable y necesario.  

La crisis del agua trasciende fronteras, constituyéndose como un desafío global. Representa un llamado a la solidaridad y a la acción conjunta. Afrontar este problema va más allá de mejorar la infraestructura y el desarrollo; implica un compromiso con el respeto a los derechos humanos y la equidad. 

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