Una mujer en el campo, en el atardecer haciendo un corazón con sus manos Una mujer en el campo, en el atardecer haciendo un corazón con sus manos

¿Soledad o libertad? Soltería antes que vivir en pareja 

Si consideramos que existen dos significados, aunque se complementan, de la palabra soltería, descubrimos una vez más que el lenguaje revela la sociedad que somos. Soltería, explica el lingüista español Félix Rodríguez, puede asociarse con el latín solitarius, es decir, solitario, aislado; pero otros expertos en dar con el origen de las palabras mencionan otra interpretación posible que tiene que ver con el verbo, también latín, solvere, que es estar suelto, desatar, lo que se interpreta como libre, sin compromiso. 

Estudios en México sobre la soltería 

Según el Censo de Población 2020, en México, ya son casi la misma cantidad de personas solteras que de casadas. De hombres y mujeres de 12 años de edad y más, 34 % están en soltería y 35 % en matrimonio. La vivencia de esa soltería es diversa, pero sin duda, influye mucho si se vive como hombre o como mujer. 

Investigadoras de la  Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo entrevistaron a hombres solteros, siete de ellos, de entre 32 y 49 años, todos de nivel socioeconómico medio, comentaron lo que valoran de su soltería, y que les hace desear mantenerla, es la libertad, que no quieren convertirse en proveedores para alguien más y el impacto que les han significado los rechazos amorosos. 

Uno de los entrevistados contó que a él le gusta conocer y relacionarse con varias mujeres, y que tener una relación de pareja estable le hace sentir que pierde su libertad. Otro participante complementó diciendo que le agrada no tener qué negociar con nadie cómo ser y qué hacer, porque cuando se está en pareja, dijo, siempre alguien debe ceder: “yo rehúyo totalmente al compromiso emocional, mantengo mi individualidad, mi libertad, mi egoísmo”, se lee en el artículo resultado de la investigación. 

Estereotipos de la soltería  

Para las mujeres, la soltería tiene un peso más negativo, sobre todo en sociedades donde se asume que están en este mundo para ser madres y para serlo “como debe ser”, debe antes unirse en matrimonio. ¿Te suena? La presión social que recae en una mujer soltera aumenta además conforme adquiere más edad, de ahí el término tan lastimoso de solterona. 

Aunque en el mundo está aumentando la soltería como una elección permanente o por más tiempo mientras se realizan planes personales antes de establecerse en una relación en pareja, quienes investigan el tema consideran que la personas solteras también son estereotipadas socialmente, porque hay una comparación permanente con quienes están casados: “se percibe a los solteros como más inmaduros socialmente, egoístas, pobremente ajustados, poco atractivos, o no atractivos, asociales, desagradables y, frecuentemente, con baja autoestima. La única visualización positiva es que son vistos como más independientes y orientados al trabajo”. ¿Coincides con esto? 

Solteros, pero no solos  

Sin embargo, sostienen que hay evidencia de que las personas solteras suelen ser más apegadas a sus familias, cuidan a sus padres (ya no sabemos si por decisión propia o porque el resto de la familia piensa que se convierte en su responsabilidad al no cuidar a nadie más), quieren más a sus amistades e incluso se preocupan por hacer más estrechas sus relaciones con sus vecinos, por supuesto, realizan actividades variadas porque disponen de su tiempo, gozan de una mejor situación económica y tienen más espacio en el lugar donde habitan. 

El costo para quien decide sostener su soltería es social. Vivir en pareja y tener hijos aún tiene más prestigio en la sociedad, de hecho, si lo logras, se traduce en un parámetro de éxito y felicidad. “Las personas asumen que después del ejercicio de tener varias parejas, salir en citas e invertir mucho tiempo, dinero y esfuerzo en ellas, el punto culminante es llegar al matrimonio”, comentan investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. 

En Hidalgo, un estudio con casi 300 jóvenes en soltería, hombres y mujeres de preparatoria de entre 15 y 19 años, reveló que están dispuestos a mantener su soltería por más tiempo, antes de casarse, pero la aspiración al matrimonio no desaparece. También consideraron válido criar a un hijo o hija fuera del matrimonio y que la calidad de la educación que les den puede ser tan buena como la de quien cría hijos en matrimonio.   

Valorar la soltería 

Vivimos una etapa de transición donde la soltería va en camino a valorarse como otro modo aceptable de vida, pues sus ventajas pueden ser tan atractivas o echadas de menos por quien está en matrimonio, al grado que consideran el divorcio para recuperar una autonomía que la vida en pareja les ha hecho perder. 

Por ahí va el uso, en algunos países de la palabra single o neosoltero (en castellano) para dejar el lado negativo de la soltería. Estos términos se refieren “a una persona soltera que disfruta y se siente orgullosa de su condición […] connota individualidad, autonomía, independencia, pero también disfrute de la vida, lo que entraña, por tanto, una actitud más positiva y abierta en la búsqueda de nuevas relaciones, orientada hacia la amistad y no necesariamente hacia el amor”, explica el lingüista Félix Rodríguez. 

Por Georgina Montalvo

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