Día Internacional de la Madre Tierra: un compromiso con el futuro
Cada año, el 22 de abril, el mundo celebra el Día Internacional de la Madre Tierra. Un día en el que se pretende crear conciencia sobre los problemas ambientales que enfrenta nuestro planeta y promover medidas de conservación y protección del medioambiente.
Esta celebración se instituyó por primera vez en 1970, y desde entonces ha sido reconocida en todo el mundo, pero ¿cuál es el origen de esta conmemoración?, ¿cuál es su relevancia?, ¿qué hay de sus cosmovisiones ancestrales? Esto lo explicaremos enseguida.
Origen del Día de la Madre Tierra
Estados Unidos fue el primer país en celebrar oficialmente a la Madre Tierra. Sus celebraciones consistían en realizar actividades como plantar árboles, limpiar playas, llevar a cabo charlas y conferencias sobre el medioambiente, campañas de reciclaje y muchas otras iniciativas que promovieran la concientización sobre la importancia de cuidar al planeta y promover la sostenibilidad.
El éxito de esta celebración, en un contexto de urgencia ambietal como el que se vive, llevó a que se adoptara a escala internacional. En 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra. La decisión de la ONU reconoció la importancia de proteger el medioambiente y la necesidad de crear conciencia sobre los problemas ambientales que enfrentamos como humanidad.
Desde entonces, el Día Internacional de la Madre Tierra se ha convertido en una celebración global en la que se realizan diversas actividades para promover prácticas de cuidado a nuestro planeta y preservar sus recursos naturales para las generaciones futuras.
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La Pacha Mama, su importancia y cosmovisión
El concepto de Madre Tierra es retomado de diferentes cosmovisiones de pueblos originarios, quienes la consideran una entidad viva y sagrada, con la cual el ser humano debe tener una relación de respeto y armonía.
En este sentido, le atribuyen un significado sagrado que varía entre las distintas comunidades originarias. Por ejemplo, para los pueblos andinos y amazónicos, la Pacha Mama o Madre Tierra es una deidad vista como la fuerza que sostiene y equilibra el universo. Ellos creen que la Pacha Mama es la responsable de la fertilidad y la abundancia de la naturaleza, también la consideran la fuerza vital que da origen a todas las formas de vida, incluyendo a los seres humanos. Por lo tanto, para ellos, los seres humanos tienen una relación estrecha y simbiótica con la naturaleza y la Pacha Mama, y dependen de ella para su supervivencia y bienestar.
Si bien cada cultura mesoamericana tenía sus propias deidades y creencias sobre la naturaleza y la relación entre los seres humanos y el medioambiente, todas ellas compartían una visión holística de la naturaleza, en la que la Madre Tierra era considerada una fuerza vital y sagrada que sustenta toda la vida en el planeta.
La importancia de la Pacha Mama se ha vuelto cada vez más relevante en la actualidad. En un contexto de cambio climático y degradación ambiental, muchas comunidades indígenas y movimientos ecologistas han adoptado el concepto de la Pacha Mama como una forma de promover una relación más armónica y sostenible con el medioambiente. Se considera que honrarla y protegerla es esencial para garantizar la supervivencia y el bienestar de todos los seres vivos en el planeta.
Cuidar de la Madre Tierra es tarea de todos
Actualmente, la Pacha Mama enfrenta graves amenazas debido a la actividad humana. La contaminación, la deforestación, la sobreexplotación de los recursos naturales y el cambio climático son sólo algunos de los problemas que están afectando a la salud de nuestra Madre Tierra, por ello es fundamental reconocer que cuidarla es un acto de responsabilidad y justicia hacia otras formas de vida en el planeta. Todas las especies tienen derecho a vivir en un ambiente sano y equilibrado, y es nuestra responsabilidad proteger su hogar y su hábitat.
Existen muchas organizaciones y movimientos ambientalistas que aprovechan la fecha internacional de la Madre Tierra para llamar la atención sobre los problemas ambientales y las soluciones necesarias para abordarlos. Por otra parte, en algunas comunidades, se realizan ceremonias y rituales en honor a la Pacha Mama, como ofrendas y agradecimientos por los recursos naturales y la vida que brinda.
La conservación y protección de la Madre Tierra es una responsabilidad de todos los seres humanos, quienes tenemos el compromiso de promover prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Por Gabriela Sánchez Figueroa
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