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Marcha 8M. Consignas feministas a través de las olas 

A lo largo de la historia, el feminismo ha experimentado diversas épocas conocidas como olas, que abordan problemáticas específicas y expresan consignas particulares. 

A través de estos preceptos, las mujeres han luchado por el reconocimiento de su ciudadanía, la igualdad de género, autonomía, derechos públicos y justicia, desafiando las estructuras patriarcales que han perpetuado la desigualdad. ¿Cuáles eran las necesidades planteadas por el feminismo en cada ola? En esta nota, haremos un breve repaso sobre ellas y las consignas sobre las que se estructuraron. 

“La mente no tiene sexo”, antecedentes del movimiento feminista 

Antes de la aparición del feminismo muchas mujeres, en distintos contextos, manifestaron su insatisfacción por las injusticias que vivían y que estaban, inherentemente, vinculadas a su género. 

Desde el siglo XIV y hasta entrado el siglo XVIII, encontramos figuras como Christine de Pizan (1364-1430), quien defendió la capacidad intelectual de las mujeres; Moderata Fonte (1555-1592), que criticó las costumbres masculinas y abogó por la educación femenina; Marie de Gournay (1565-1645), quien cuestionó la desigualdad en diferentes ámbitos; Poulain de la Barre (1647-1725), que defendió la igualdad de género y la educación de las mujeres, con el lema “la mente no tiene sexo”, y Mary Wollstonecraft (1759-1797), que escribió Vindicación de los derechos de la mujer, considerada como la obra fundacional del feminismo. 

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¿Sabías que Mary Wollstonecraft, la madre de Mary Shelley, la autora de Frankenstein, fue una de las pioneras del feminismo? Aquí te cuento 😱😱 #maryshelley #marywollstonecraft #frankiestein #primeraolafeminismo #historiamujeres

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“Voto para las mujeres”, la primera conquista 

La primera ola del feminismo, que abarca desde finales del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX, se desarrolló en los contextos de las revoluciones liberales e industriales en Europa y América. Aun cuando las mujeres participaron activamente en las insurrecciones, quedaron excluidas como ciudadanas en las nacientes democracias. Esto las llevó a luchar por la igualdad de derechos, abogando por la educación, el trabajo, la propiedad y el sufragio. 

El sufragismo, parte esencial de esta primera ola, logró el derecho al voto femenino a través de protestas y manifestaciones. A partir de 1918 se consiguió, eventualmente, que la mujer tuviera derecho al voto en la mayoría de las repúblicas en Europa y América, excepto que este derecho les fue negado a las afroamericanas. 

“No se nace mujer, se llega a serlo” 

En la transición a la segunda ola, la filósofa francesa Simone de Beauvoir, inspiró a generaciones de feministas acerca de la importancia de la libertad individual y la responsabilidad propia mediante su obra El segundo sexo (1949). 

En su frase “no se nace mujer, se llega a serlo”, engloba su perspectiva sobre la construcción social del género y la necesidad de desafiar las limitaciones impuestas a las mujeres en la sociedad. 

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Simone de Beauvoir, fue una filósofa, profesora, escritora y activista feminista francesa.#aprendeconlaniakea #mindfulnesschallenge #filosofando #simone #libertad

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“Lo personal es político” 

Hacia la década de 1960, emergió la segunda ola feminista, caracterizada por el enfoque liberal liderado por la National Organization for Women (NOW) en Estados Unidos. Éste abordó la desigualdad de género como un problema a reformar dentro del sistema. Betty Friedan, representante de la NOW, criticó en su libro The Feminine Mystique (La mística de la feminidad) la idea de “el problema que no tiene nombre”, señalando el sexismo que confinaba a las mujeres al hogar. 

Simultáneamente, el feminismo radical, derivado del Movimiento por la Liberación de la Mujer, propuso reformas tanto en el ámbito privado como público con la consigna “lo personal es político”, visibilizando desigualdades consideradas tradicionalmente privadas. 

Aunque se consiguieron logros legislativos, como la Ley de Igualdad Salarial de 1963, la segunda ola fue criticada por su enfoque en mujeres blancas de clase media, excluyendo nuevamente a las afrodescendientes de las principales plataformas del movimiento. 

“No soy una feminista posfeminista. Yo soy la tercera ola” 

El inicio de la tercera ola se vincula al testimonio televisivo de Anita Hill en 1991 ante un Comité Judicial del Senado de Estados Unidos. En éste, Hill acusó a Clarence Thomas, nominado para la Suprema Corte, de acoso sexual. La expresión “tercera ola” se atribuye a Rebecca Walker, quien, en respuesta al nombramiento de Thomas, escribió un artículo titulado Becoming the Third Wave (1992), donde declaraba “no soy una feminista posfeminista. Yo soy la tercera ola”. 

Adicionalmente, aparecieron conjuntos de punk rock feminista dentro de un movimiento reconocido como Riot Girrrl. Estas bandas fusionaron la cultura punk con aspectos políticos, feministas y estilísticos. Ambos eventos contribuyeron a llevar al movimiento a una fase renovada de activismo femenino. 

La tercera ola se caracterizó por su enfoque en la diversidad entre las mujeres, abordando temas como clase, cultura, etnia y orientación sexual. Se introdujo la interseccionalidad, reconociendo múltiples formas de desigualdad debido a la intersección de varias condiciones. Surgieron diversas corrientes como el afrofeminismo, ecofeminismo, feminismo prosexo, feminismo posmoderno, transfeminismo y anarcofeminismo, entre otras. 

“La revolución será feminista o no será” 

Desde las primeras décadas del siglo XXI, se considera que estamos viviendo una cuarta ola, donde el feminismo ha resurgido con una fuerza extraordinaria que involucra el hartazgo de millones de mujeres en todo el mundo ante la violencia, la opresión, el acoso sexual, la cultura de la violación y los estándares de belleza físicos a las que somos sometidas diariamente. 

Esta época, caracterizada por la globalización y la conexión intercultural a través de redes e internet, ha permitido conocer las condiciones de opresión en que viven millones de mujeres y han facilitado la formación de redes de cooperación directa, independientes de instituciones gubernamentales. 

@criminologiafeminista

Aquí les dejamos unas consignas para ir bien preparadas a las respectivas marchas del 8M ¿¿Cuáles agregarían?? #rumboal8m #marzo #criminologia #criminologiafeminista #reddecriminologas #reddecriminologiafeministas #criminologasfeministas #marcha8m #feminismo

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Las numerosas y extensas protestas del 8 de marzo a escala global, junto con los movimientos #MeToo y #NoesNo, han generado una toma de conciencia feminista entre quienes no estaban vinculadas al activismo. 

El feminismo nunca ha estado exento de diferencias internas. Desde sus orígenes, se remarcó el enorme sesgo que representa tener un solo movimiento feminista que sea hegemónico y excluyente. Por ello, en la actualidad, se habla de feminismos, los cuales dan cabida a las diferentes realidades de desigualdad en que viven las mujeres. 

En palabras de la filósofa Eli Bartra:  

El movimiento feminista ha servido y sigue sirviendo para mover conciencias. Tanto desde el activismo callejero, como en los medios, tanto en las prácticas artísticas como en la academia sirve para eso, para despertar conciencias. Lo que cada quien logre hacer individual y colectivamente con la conciencia abierta, con el saber de la desigualdad que somete, es otro asunto. 

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