Imagen del brazo de una persona durante el proceso para realizar un tatuaje en un estudio profesional. Imagen del brazo de una persona durante el proceso para realizar un tatuaje en un estudio profesional.

La historia del tatuaje y los instrumentos para tatuar 

Durante miles de años, la humanidad ha grabado en sus cuerpos, símbolos y leyendas con el propósito de dotarse de identidad y posición social, pero también con el objetivo de embellecerse, expresar devoción, protección y sanación. Estas representaciones decorativas son lo que conocemos como tatuajes. 

Concebidos en la actualidad como una forma de arte, los tattoos nunca habían tenido tanta aceptación como ahora. Así que repasemos un poco de su origen y los instrumentos que se han empleado a lo largo del tiempo para imprimir estos simbolismos en la piel. 

¿De dónde viene la palabra “tatuaje”? 

La palabra tatuaje apareció por vez primera en el diario del capitán inglés James Cook durante su viaje de 1769. El término que Cook escribió fue tattow que en realidad era el vocablo polinesio tatau el cual deriva de las palabras “Ta”, “au” y “u”. 

El diccionario de Corominas refiere que “Ta” significa golpear o hacer de forma repetida a mano. “Au” es la onomatopeya de dolor o grito y “u” hace referencia a grito. Por lo que tatau significa “golpear de forma repetitiva a fin de introducir color”. Cook recogió este término que pasó a otros idiomas, en donde al español llegó a través del vocablo francés que es tatouage. 

Los orígenes de esta práctica 

Aunque la palabra tatuaje provenga de Polinesia, su origen no está asociado a las culturas nativas de esta región, sino que la práctica se remonta a tiempos milenarios. Su génesis puede rastrearse hasta el año 5000 antes de nuestra era, cuando los japoneses adornaron unas figuras de arcilla con marcas similares a las de un tatuaje. 

Desde entonces, en todos los rincones del mundo se han encontrado evidencias de esta práctica. Ejemplo de ello es la momia de Ötzi, un ejemplar masculino que data de 3300 años antes de nuestra era, el cual lleva en su cuerpo 61 tatuajes en forma de línea en la muñeca izquierda, dos en la zona lumbar, cinco en la pierna derecha y dos en la izquierda. Esto ha sugerido a los investigadores que el individuo sufría artritis y que los tatuajes fungían como una especie de alivio y curación en las zonas donde fueron colocados. 

A medida que la humanidad ha avanzado, los tatuajes han evolucionado de ser un distintivo de identidad cultural y estatus social a una forma de expresión personal. Durante siglos, el estigma asociado con los tatuajes limitó su aceptación en algunas sociedades, relegándolos a subculturas marginadas. En las últimas décadas, el tatuaje ha emergido como una forma de arte reconocida y respetada, lo que ha llevado a su popularidad generalizada en todo el mundo. 

Tatuaje moderno

Las “máquinas” para tatuar 

Aquellas personas que nos hemos tatuado tenemos muy presente que, al hacerlo, debemos elegir un lugar donde se lleve a cabo un proceso higiénico y se realicé con herramientas modernas y de alta calidad. Sin embargo, esto no siempre ocurrió así, por lo que haremos aun breve repaso sobre las distintas técnicas y tipos de máquinas que se han empleado para tatuar en diversas culturas antiguas. 

Egipto 

El arqueólogo británico W. M. Flinders descubrió herramientas para tatuar en los yacimientos de Abydos y Gurob que datan entre los años 3000 y 1450 a.n.e. El conjunto de instrumentales de Abydos consistía en puntas afiladas de metal con un mango de madera, mientras que las de Gurob eran puntas de bronce. Es probable que las personas que tatuaban en el Antiguo Egipto utilizaran pigmentos o tintas oscuras, negra, azul o verde, colores que simbolizaban la vida, la muerte, la resurrección, el cielo y la fertilidad. 

Japón 

En este país se realiza un tatuaje tradicional que se denomina tebori. Ésta es una técnica que nació en el siglo XVIII y que consiste en ir pinchando la piel con finas agujas con una vara de bambú. La piel debe estar muy bien estirada y sujetada con el dedo. Tebori significa textualmente “tatuado a mano”. Usando este procedimiento es posible realizar cualquier tipo de tatuaje dentro del estilo tradicional japonés. 

Persona haciéndose un tatuaje en Japón.

Tailandia 

Desde hace cientos de años, en Tailandia, se siguen implementando las mismas técnicas de tatuado, ya que éstas tienen un significado espiritual. Sak Yant es como se denomina a estos tatuajes sagrados. La herramienta tradicional del tatuaje es una vara larga de bambú con una punta afilada llamada sak mai, aunque para adecuarse a las condiciones higiénicas, ahora también se usa una aguja de acero de un solo uso. 

A diferencia de otros estilos de tatuajes tribales, los tailandeses se continúan realizando de forma tradicional en los templos budistas de Tailandia, Camboya, Laos o Myanmar. 

Persona realizando un tatuaje tradicional en Tailandia

Nueva Zelanda 

Los maoríes, originarios de este territorio, realizaban los tatuajes usando herramientas punzantes hechas de huesos o dientes de animales, así como tinta oscura hecha a base de cenizas de coco. El proceso de tatuaje era extremadamente doloroso, pero formaba parte del ritual. 

Herramientas punzantes hechas de huesos o dientes de animales para hacer tatuajes

La máquina eléctrica 

La técnica actual para tatuar se remonta a un invento que creó Thomas Alva Edison en 1876, la llamada “pluma eléctrica”, que en su inicio serviría para la duplicación de documentos escritos. 

Hacia 1891, Samuel O’Reilly, retomó este implemento, le adaptó un tubo que dejaba pasar una aguja hacia un depósito de tinta y con esto empezó a pigmentar la piel. 

A principios del siglo XX, Charles Wagner mejoró el invento de O’Reilly, añadiéndole dos electroimanes que permitieron cambiar de aguja, la regulación del flujo de tinta y la estabilidad de la mano del artista. 

Maquina eléctrica antigua para tatuar

Las patentes se fueron especializando durante los años treinta y destaca el de Percy Waters, que fabricó la primera máquina de tatuaje moderna al colocar los dos electroimanes en posición paralela a la mano del tatuador. 

Sin duda, la evolución del tatuaje, sus diversos dispositivos y la historia detrás de ellos son un extenso tema por descubrir. 

Por Gabriela Sánchez Ibarra

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