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¿Qué es la desaparición forzada y quiénes son las víctimas?

“¿A dónde van los desaparecidos? Busca en el agua y en los matorrales. ¿Y por qué es que se desaparecen? Porque no todos somos iguales ¿Cuándo vuelve el desaparecido? Cada vez que lo trae el pensamiento. ¿Cómo se le habla al desaparecido? Con la emoción apretando por dentro”. 

Desapariciones, Rubén Blades 

El 30 de agosto fue declarado el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el cual busca rememorar a todas aquellas personas que han sido detenidas, ocultadas y reportadas desaparecidas en el mundo. 

El propósito de esta fecha obedece a la exigencia de la verdad y de la justicia, honrar la memoria de las y los desaparecidos        y brindar apoyo a las familias que también han sido víctimas de este fenómeno que aqueja a gran parte de la humanidad. 

¿Qué se entiende por desaparición forzada? 

La Asamblea General de Naciones Unidas declara que se producen desapariciones forzadas en el siguiente caso: 

[Cuando] se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que éstas resulten privadas de su libertad de alguna forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley. 

Las víctimas de estos actos son en primer lugar las personas involucradas en la desaparición, las cuales, usualmente, sufren torturas y vejaciones. En segundo término, se encuentran la familia y amistades de las personas desaparecidas, quienes viven el impacto directo por la incertidumbre sobre el paradero y la suerte de su familiar y seres queridos. A ello se suma las graves privaciones económicas, la intimidación, la persecución y las represalias. Cuando las mujeres son las víctimas de desapariciones, se hacen particularmente vulnerables a la violencia sexual 

Delito y violación a los Derechos Humanos 

La desaparición forzada de personas es un fenómeno que en Latinoamérica fue iniciado como modus operandi de las dictaduras para acallar, asesinar y desaparecer a quienes se oponían, protestaban y luchaban contra el régimen en turno. 

En México, tiene sus orígenes en la llamada Guerra Sucia, ocurrida durante las décadas de 1960 a 1980, en la que mediante un conjunto de medidas de represión militar y política se disolvían los movimientos de oposición política contra el Estado mexicano. 

Esta dramática historia provocó una respuesta internacional impulsada por las familias de las personas desaparecidas. Su reacción se vio reflejada en los ámbitos nacional e internacional a través de la tipificación del delito e investigaciones que han llegado a juicios históricos en países como Argentina, Colombia, Perú y Guatemala. 

De igual forma, se han creado tratados internacionales contra la desaparición de personas y se instituyeron organismos especializados en la lucha contra ésta. De tal modo que se han impulsado leyes internacionales que intentan entender la naturaleza jurídica de este acto, el cual tiene la intención no sólo de desaparecer a la persona ocultando su suerte o paradero, sino también de evitar que existan respuestas para encontrarla y para reconocerle derechos. 

Es por ello que la desaparición forzada de personas es una violación grave a los derechos humanos que trasciende lo jurídico: es un delito desde el poder y por el poder. 

En la actualidad, México enfrenta una situación complicada en materia de seguridad pública, debido al incremento de la violencia relacionada, principalmente, con el crimen organizado. Estas redes delictivas han aumentado sus actividades ilícitas a la trata de personas, los secuestros y la extorsión.  

Problema de índole mundial 

En diciembre de 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 30 de agosto como Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, con el propósito            de permitirle a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU hacer una observación general del número de desapariciones forzadas que han ocurrido en el mundo durante el año transcurrido y compararlas con los datos de años anteriores, para saber si el problema se ha agravado o va en declive. 

Con base en las consultas del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO), unificando las bases de datos de la guerra sucia, la guerra contra el narcotráfico y los años que transcurren entre ambas, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) reconoce oficialmente que en México hay 111 042 personas desaparecidas. 

Enunciando a Silvia Patricia López González, doctora en derecho:  

La tarea del Estado mexicano es visibilizar y no seguir ocultando las desapariciones forzadas, no podemos seguir negando una realidad por más tiempo; debemos considerar que existe desaparición forzada siempre que haya participación, complicidad, permisibilidad o consentimiento de la autoridad y la hay, cuando no se investiga. Es necesario impedir la forma sistemática en que hasta ahora se lleva a cabo y combatir la impunidad mediante un diálogo directo y constante de todos los actores sociales. El compromiso es de todos. 

Por Gabriela Sánchez Ibarra

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