Ballena gladys destruyendo botes Ballena gladys destruyendo botes

La leyenda de Moby Dick: ¿qué inspira la “rebelión” de Gladis? 

Desde 2020, se volvieron virales las noticias de un grupo de orcas atacando barcos pequeños en las costas españolas y portuguesas, con una matriarca llamada Gladis-blanca encabezando los ataques. 

Las razones por las que esta rebelión comenzó aún se discuten. La lógica podría sugerirnos que en el pasado de Gladis-blanca hubo un encuentro traumático con alguna embarcación y ahora surca los mares en búsqueda de venganza. Por otro lado, las orcas son conocidas por su actitud hasta cierto punto juguetona. Es posible que en algún momento Gladis-blanca descubriera que destruir botes era divertido y decidió enseñarle eso a su familia. 

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Al respecto, las autoridades españolas recomiendan evitar los sitios donde se encuentren las orcas, pero si es inevitable el encuentro, lo más adecuado es no detener la embarcación y dirigirse a la costa, a aguas menos profundas. unotv TikTokInforma orcas gladis españa

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Cetáceos y cultura 

Diversos estudios en cetáceos hacen suponer la existencia de estructuras culturales. Conocimiento aprendido y transmitido por generaciones. Cantos y llamados que se popularizan entre diferentes poblaciones. Por alguna razón, Gladis-blanca ha enseñado a su grupo la mejor estrategia contra los yates, pero ¿esas conductas prevalecerán en el tiempo? ¿Se transmitirán de una generación a otra para convertirse en tradición? 

El cachalote inspiró a la bestia marina de Moby Dick 
El cachalote inspiró a la bestia marina de Moby Dick

Moby Dick 

Resulta inevitable encontrar paralelismos entra las acciones de Gladis-blanca y su banda con Moby Dick, el antagonista en una de las obras literarias más importantes en la historia de Estados Unidos. 

Moby Dick, de Herman Melville, fue publicada en 1851 y narra las aventuras de la tripulación del buque ballenero Pequod, llegando a su clímax durante el enfrentamiento contra un enorme cachalote. En una novela cargada de simbolismos, ese monstruo ha sido interpretado de muchas maneras, incluso la forma corpórea del castigo de dejarse arrastrar por la obsesión y la venganza. 

El capitán Ahab clavó una moneda de oro en el mástil del Pequod como recompensa al primero que divisara a Moby Dick, traspasando así su ambición a quienes lo rodeaban. Intentó acabar con una fuerza de la naturaleza y perdió, llevándose a su tripulación con él. Hay una película de 1956, con Gregory Peck como el capitán Ahab, que expone muy bien estos aspectos de la historia. Escrita, además, por el mismísimo Ray Bradbury. 

Edición moderna de Moby Dick
Edición moderna de “Moby Dick”

La realidad detrás del mito 

Por extraño que parezca, la leyenda tiene muchas bases en la realidad. Mocha Dick era un cachalote que merodeaba cerca de la Isla Mocha, frente a las costas de Chile. Era albino, con el lomo lleno de arpones y se dice que hundió 20 barcos hasta que fue cazado en 1838. Melville quedó impresionado por las historias sobre Mocha Dick y apenas modificó un poco su nombre para la novela. 

La tragedia del buque Essex 

La otra fuente de inspiración para Moby Dick sería un hecho ocurrido en noviembre de 1820, cuando el buque ballenero Essex se enfrentó a un cachalote en medio del océano Pacífico, a tres mil kilómetros de la costa de Perú. Los balleneros de Nantucket, una isla en la costa este de los Estados Unidos que controlaba el negocio de la caza de ballenas desde el siglo XVIII, habían limpiado de ballenas el Atlántico. Por décadas, bordearon el continente americano persiguiendo a su presa hacia el sur hasta llegar al Pacífico, rumbo a zonas de pesca más alejadas y peligrosas. 

Los registros de los supervivientes, porque los hubo, cuentan que mientras un grupo de balleneros salía a dar caza a varios cachalotes, un macho de 26 metros de largo golpeó el casco del Essex no una, sino dos veces. Después del primer golpe el animal parecía desorientado, pero tuvo el ánimo suficiente para dar la vuelta y terminar lo que había empezado, algo nunca antes visto por ningún ballenero hasta ese momento.  

Postal de herman Melville 
Postal de Herman Melville

El Essex se hundiría en pocas horas, apenas el tiempo necesario para sacar provisiones insuficientes para la dura travesía de tres meses a la deriva en el mar antes de ser rescatados.  

Uno pensaría que tan traumática experiencia serviría de escarmiento, pero había demasiado dinero en juego. El aceite de ballena se usaba para todo, desde iluminación hasta producción de alimentos. El ámbar gris, un subproducto de la digestión en los cachalotes, se usaba en la industria de la perfumería como fijador de la esencia y valía más que el oro. El exterminio de ballenas sigue hasta nuestros días, aunque no a los niveles de antaño gracias a las leyes de protección ambiental… y porque ya nunca habrá tantas como antes. 

El balance ecológico de los océanos depende de que nuestra relación con los mamíferos gigantes del mar no involucre sostener el mango de un arpón, con la mira puesta en un metafórico doblón de oro. 

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