¿Por qué la monarquía en el siglo XXI? El caso de la reina Isabel II
“La reina ha muerto. Viva el rey”. Esta frase la hemos visto y escuchado numerosas ocasiones en películas, libros, series y documentales. Pero el 8 de septiembre pasado, la frase nuevamente se popularizó en medios de comunicación y redes tras dar a conocer la noticia del fallecimiento de la reina Isabel II del Reino Unido, a los 96 años, en el Castillo de Balmoral, en Escocia.
@rtve Muere la reina Isabel II a los 96 años en su castillo de Balmoral. Ha sido soberana de Reino Unido durante más de 70 años #reina #thequeen #queenelizabeth #isabelii
La reina Isabell II y su llegada al trono
Elizabeth Alexandra Mary nació en Londres el 21 de abril de 1926, en un mundo que aún trataba de recuperarse de los estragos de la Primera Guerra Mundial. Su padre, el rey Jorge VI ascendió al trono después de que su hermano mayor, Eduardo, quien abdicó sorpresivamente en 1936, pues se negó a rechazar a la estadounidense Wallis Simpson, con quien no podía contraer matrimonio por estar divorciada.
Isabel se convirtió en la primera en la línea de sucesión al trono y desde joven participó en actos protocolarios propios de su condición real. Tras la muerte de su padre, ocurrida en 1952, subió al trono en una ceremonia de coronación que fue televisada por primera vez en la historia británica para todo el mundo.
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Siendo aún princesa, Isabel contrajo matrimonio en 1947 con Felipe, duque de Edimburgo con quien procreó cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. Fue considerada como una mujer inquebrantable pues, tras sortear numerosos escándalos políticos y personales relacionados con la familia real, permaneció en el trono 70 años, el mayor tiempo que un monarca británico ha reinado.
La muerte de la reina Isabel II: un debate sobre la monarquía
Su deceso ha puesto de nueva cuenta un tema sobre la mesa: ¿son necesarias las monarquías en el siglo XXI? ¿Su existencia juega un rol decisivo en aquellas naciones donde aún permanecen o son meramente simbólicas? ¿Qué significan para las sociedades donde aún continuan?
Las monarquías son formas de gobierno que han ostentado el poder por siglos. De generación en generación, reinas y reyes han llegado hasta nuestros días, pasando por épocas de poder absoluto, como ocurría en Francia en los tiempos de Luis XIV o de Carlos X. La novela —y la película del mismo nombre— Los miserables de Víctor Hugo retrata de manera romántica estos tiempos convulsos donde el pueblo era sometido.
@businessinsidermx La muerte de la reina Isabel deja incierto el futuro de la monarquía británica. #ReinaIsabel #reinaisabelll #IsabelII
Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las monarquías que se encuentran en Europa Occidental son monarquías parlamentarias. Es decir, quien ostenta el título de rey o reina no gobierna, sino que lo hace el primer ministro. De esta forma, la figura monárquica respalda u orienta al ministro para la toma de decisiones.
La monarquía parlamentaria y el apoyo popular
En este sentido, las monarquías que aún subsisten en Europa pueden justificarse en la medida en que los pueblos las respaldan y aprueban. Pero no todos lo hacen.
La población de adultos mayores
En el caso de Reino Unido YouGov, la principal firma de mercados y análisis de datos del país arrojó en una encuesta realizada entre marzo y mayo de 2021, que 81% de los adultos mayores de 65 años amparan la existencia y continuidad del reinado, pues argumentan que esta figura les brinda seguridad, identidad y permanencia del legado británico.
La población de jóvenes
No ocurrió así entre la población joven de entre 18 y 24 años, de la que el 41% preferían un jefe de estado electo en comparación con 31% que quería un rey o reina.
@larousse.magazine El día de hoy será recordado por plantear nuevas cuestiones sobre la monarquía en pleno siglo XXI. #queen #reinaisabel #noticias
El precio de la monarquía
Uno de los principales argumentos de los detractores de la monarquía es el costo que representa para los contribuyentes. De acuerdo a un informe realizado en 2020 por parte de la firma de consultoría de negocios Brand Finance, se calcula que el valor de la monarquía británica le cuesta 100 millones de dólares anuales al Estado, pero si se dividen estos montos per cápita, resulta que a cada habitante le cuesta dólar y medio anual dicha manutención.
El costo podría pensarse que es módico si consideramos que la familia real genera alrededor de 2 mil millones de euros al año por concepto de atracción turística. Por ejemplo, las visitas al Palacio de Buckingham, souvenirs, prensa, etc. Se podría decir entonces que son una máquina de hacer dinero para el Reino Unido.
A pesar de los procesos de descolonización e independencia, la familia real británica mantiene su poderío en otros 15 países del continente americano y Oceanía: Australia, Bahamas, Barbados, Canadá, Jamaica, entre otras, tenían como jefa de Estado a la reina Isabell II. La monarca expresó en su momento que correspondía exclusivamente a los habitantes de estos países decidir si mantenían esta conexión, lo cual, sin duda, será un tema crítico a considerar tras su muerte.
¿Son válidas entonces las monarquías en la actualidad? El politólogo español Pablo Iglesias apunta en una editorial del periódico El País: “Tan democrática es una monarquía como una república, siempre a condición de que garanticen las libertades”. Es por ello que la pervivencia de las monarquías absolutas en Oriente Medio —como en Arabia Saudí, Qatar y Bahréin— encuentran oposición y rechazo en Occidente, pues no existen órganos capaces de hacer contrapeso a las decisiones autoritarias de reyes o emires.
En los próximos meses seremos testigos del ascenso a la corona del príncipe Carlos, de quien se menciona que no tiene ni el carisma ni la fortaleza de su madre. ¿Representará esto el principio de la caída de la monarquía británica? Sólo el tiempo y el pueblo lo dirán.
Por Gabriela Sánchez Ibarra
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