“¿Ya viste la de…?”: ¿por qué nos gusta tanto ver series?
¿Has sentido esa ansiedad por el estreno de una nueva temporada de tu serie favorita? ¿Has sentido una especie de vacío o de pérdida cuando terminas una serie y debes esperar un año para continuar? ¿Tienes más de dos plataformas de streaming activas? ¿Tienes una lista de series pendientes con más de 3 títulos? ¿Sabes quién es Javier Ibarreche y vas a consultarlo sobre qué ver? Si contestaste “sí” a más de 3 preguntas, tal vez seas adicto a las series.
¿Qué es el “binge-watching” o la adicción a las series?
Consumimos series de manera casi compulsiva, capítulo tras capítulo, temporada tras temporada, como si se tratara de una adicción incontrolable. Maratoneamos series de principio a fin en dos días para evitar spoilers o el FOMO (Fear of missing out o “el miedo a perdernos algo”) y esperamos estrenos con la misma emoción que esperábamos a los Reyes Magos. A esto se le llama binge-watching.
@ibarrechejavier Respuesta a @la.gemala acaba medio abrupto el video pero se me acababa el borrador. #2022 #cine #peliculas #entretenews
En 2013, el término apareció como un neologismo que explica nuestra afición a las series como un atracón: tragar episodios sin control. Para Gabriela Orozco Calderón, este fenómeno va más allá de un entretenimiento, se ha convertido en una constante y hay para quiénes es una verdadera adicción, tan complicada y peligrosa como la ludopatía.
Aquellas personas que dejan de ir a trabajar, hacer pendientes, descuidan sus obligaciones, su higiene o su salud, dejan de salir, dormir o hacer su vida normalmente por “un capitulito más” se consideran adictos y deben recibir ayuda profesional. Sin embargo, la mayoría de nosotros hemos estado enganchados de una serie alguna vez, hemos llegado a la universidad o al receso del trabajo a preguntar: “¿Viste el final de ayer?”, y nos hemos sentido fuera de lugar cuando empiezan a hablar de esa serie que no hemos visto.
Las razones que nos enganchan a las series
Las series se han convertido en un producto de consumo tan importante en nuestra sociedad como un día fueron las telenovelas, los periódicos y los noticieros. Según Lev Manovich y su teoría de los medios de comunicación actuales, todo el entretenimiento mediático está creado para atraparnos en una complicada red de algoritmos que nos inmovilizan con contenidos creados a medida de nuestras necesidades y preferencias.
No es casualidad que la página de inicio de Netflix sea diferente para cada usuario. A su vez, y ya que nos han enganchado, comienzan las razones por las que maratoneamos series:
Inmediatez
Quienes pasamos de los 40 sabemos lo que era esperar toda la semana para ver el siguiente capítulo a la misma hora, por el mismo canal y no quedaba de otra que esperar, pero hoy eso ya no existe; las plataformas de streaming tienen una oferta casi infinita de historias que puedes ver a cualquier hora, día y en casi cualquier lugar, pues tienes una minitele en la palma de tu mano 24/7. No tienes que esperar más que los 2 minutos que tardan en hacerse las palomitas en el micro para ver lo que desees.
Oferta
Podemos encontrar series sobre cualquier tema, de la calidad que deseemos, en todos los idiomas, de cualquier género y gracias al poder del algoritmo, cada plataforma nos recomendará la que puede gustarnos más y atraparnos mejor, así que es como un interminable aparador de entretenimiento al alcance de la mano, un infinito catálogo de intolerancia al aburrimiento.
Pertenencia
Como mencioné antes, ver series nos permite evitar el FOMO, lo que implica que estaremos manteniendo una conversación sobre ellas con otras personas. La creación de comunidad o como forma de romper el hielo en una conversación es otra de las razones que nos hace consumir series.
Dopamina
¡Así es! No estás loco, sí es verdad que la emoción, las alegrías y la trama de una serie puede lograr que produzcamos dopamina, lo que se traduce en una placentera sensación de bienestar y satisfacción sin esfuerzo. Es por esto por lo que sentimos ese vacío cuando se acaba nuestra serie favorita y necesitamos buscar un reemplazo rápidamente. Sin embargo, también nos causa tranquilidad saber que esto llegará a un fin en algún momento y lo esperamos con ansia.
@tuamigoelro Merlina lo mejor!! #fyp #merlina #merlinaaddams #netflix #chile #humor #seriesnetflix #wednesday #wednesdaymakeup
♬ Main Theme: The Addams Family (Vocal Version) – Vic Mizzy and His Orchestra and Chorus
Ley de cierre
Esto se tiene que acabar y queremos saber el desenlace, sentimos la seguridad que da un final, con la satisfacción que da saber que es inocuo; es decir, si Rue no consigue el dinero de la maleta, o Lalo mata a Howard, o los Roy pierden la empresa, nuestra vida no se verá afectada.
Disociación
Es angustiante ver que casi matan a Martin en Ozark y es conmovedor ver a Ted Lasso ganarse a sus jugadores, pero esas emociones son temporales; una serie puede darnos miedo, desesperación o ternura, pero es pasajero, se acaba al apagar la pantalla, lo que nos permite dejar de sentir, por un momento, las emociones reales y los problemas de nuestra vida. Sobre todo, sirve de escape a las personas con ansiedad y depresión.
La pandemia
Estuvimos encerrados a piedra y lodo por 2 años, muriéndonos de miedo porque un virus mortal azotaba el mundo y no era ficción; si en algún momento necesitábamos los 6 puntos anteriores y algo en qué entretenernos sin salir de casa, fue durante la cuarentena. En ese momento, la mayoría nos aferramos a las series como Max a su walkman para sobrevivir.
Hay otras razones por las que no podemos dejar de ver series, pero, por el momento, ya sabes cuáles son las razones sociales, psicológicas y químicas por las que nos enganchamos a una serie y no podemos parar de verla. ¿Te sientes identificado con este fenómeno?
Por Andrea Morán
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