¿Por qué el olvido luego de un trauma?
¿Por qué el olvido luego de un trauma?

¿Por qué el olvido luego de un trauma?

En nuestra nota sobre la memoria (clic aquí), sus tipos y cómo funciona, explicamos un poco sobre la importancia del olvido. Sin embargo, esta nota es para ahondar sobre su relación con el trauma, sobre por qué no recordamos antes de los 4 años y otras cosas más.  ¿Te habías preguntado por qué existe el olvido luego de un trauma? Continúa leyendo.  

Pero antes, te presentamos el engrama 

El engrama es una ruta neuronal relacionada a las estructuras básicas que nos permiten generar memoria. Un engrama, por ejemplo, nos permite realizar actividades como la de andar en bicicleta o saber nadar. Si los engramas comienzan a sufrir algún daño en su arquitectura, podrían causar consecuencias no poco graves.  

Y ahora sí, con lo anterior en mente, podemos  hablar de por qué no podemos generar un recuerdo antes de los 4 años y de por qué luego olvidamos dónde ponemos las llaves. 

Este aparato seguramente causaba daño neuronal a largo plazo.

El olvido es necesario para aprender  

En nuestros primeros años de vida todo nuestro sistema nervioso está listo y dispuesto para usarse y para activar nuestro cerebro para aprender a caminar, correr, leer, etc. Pero para ello, hay millones de vías posibles. Y si bien cada experiencia que pasa por nuestros sistemas sensoriales genera una emoción y activa el sistema límbico —en particular en el hipocampo— y se vierte hacia la zona temporal y frontal, la realidad implica que cada ensayo nos permita desarrollar un engrama particular asociado con esa memoria procedimental y crear una vía específica. 

Los niños, cuando empiezan a caminar, tienen una marcha espástica, es decir, caminan moviéndose como si agitaran sus manos y piernas. Pero cada ensayo fija una sola vía hasta que esa vía se perfecciona y camina ya sin tantos movimientos.  

Bueno, mientras unos aprenden a caminar, otros casi pareciera que nacen bailando. 

Gracias a que dejamos muchas vías sin usar es que, si tienes un accidente o experiencia traumática, por medio de rehabilitación y terapia puedes crear otra vía y volver a aprender a caminar y ser feliz. Todo depende de qué cantidad de la ruta neuronal se dañó, de cuánto insistas en recordar el incidente y cuántos ensayos dediques al día. Tal como lo hacen los artistas cuando aprenden a pintar, tocar un instrumento, a bailar o a imprimirle una emoción a sus actos. Recuerda, todo se lo debemos a los engramas.  

¿Qué tiene que ver el olvido con el trauma? 

Pasa que a veces necesitamos corregir la vía o aprender otra cosa, como cuando surge una experiencia negativa o trauma, es decir, un mal recuerdo que afecta nuestras posibilidades de aprendizaje de nuevas experiencias positivas. Es aquí donde perder un recuerdo o no recordarlo con intensidad podría ser un síntoma positivo. 

Como mencionamos arriba: olvidar es normal. E incluso es necesario para dejar algunas estructuras en el cerebro no tan fijas y poder seguir aprendiendo. Ésta es la principal razón de por qué no recordamos nuestro nacimiento, o qué tan difícil fue aprender a caminar. De niños creamos memorias, aprendemos y olvidamos para poder aprender más y más de la vida sin miedo ni rechazo. 

Un niño puede pelearse con su mejor amigo del kínder y unos minutos más tarde estar feliz jugando con él ¡Vaya! Sucede que los niños no son rígidos a nivel neurofisiológico y por ello pueden seguir aprendiendo, sorprendiéndose y memorizando tanta información hasta poder dominar su lengua madre, e incluso otras lenguas con mayor facilidad que un adulto. Los adultos nos volvemos rígidos, rencorosos y resentidos, volvemos a sentir al recordar y fijamos las vías, y por eso aprendemos menos o nos cuesta más. Pero si quieres saber cómo usar otras rutas, puedes dar clic aquí. 

Así que no te estreses si te cuesta aprender algo nuevo, tan sólo es posible que recurras a nuevas rutas de aprendizaje.

 

Por: Charo Otero 

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