10 datos de presidentes de México que seguramente no conocías 

En México, la figura presidencial ha sido un eje central en la historia política del país desde que éste logró su independencia en 1821. A lo largo de más de dos siglos, nuestra nación ha experimentado diversos sistemas de gobierno, cada uno con sus características y desafíos, pero siempre con el presidente como un símbolo de autoridad y poder. 

Sobre ellos se han recogido curiosidades, datos relevantes o morbosos y hoy, en esta nota, te contaremos algunos que, aunque no siempre cambiaron el curso de la historia, pueden resultar entretenidos o sirven para desmitificar ideas acerca de ellos. 

1. Contemporáneos de los Niños Héroes

Dos presidentes mexicanos, Miguel Miramón —que gobernó el país entre 1859 y 1860— y Porfirio Díaz —que ejerció una dictadura entre 1877 y 1910— fueron de la misma generación que los llamados Niños Héroes, de tal manera que ambos vivieron uno de los episodios más traumáticos en la historia de la nación: la guerra contra los Estados Unidos. 

He aquí otro dato: Miramón, con tan sólo 15 años de edad, formaba parte del Colegio Militar y junto con otros jóvenes cadetes, enfrentó a los norteamericanos durante el asalto al Castillo de Chapultepec, en 1847. También ha sido el presidente más joven en ocupar la presidencia con 27 años. 

2. La estatura de Benito Juárez

Mucho se ha comentado que Benito Juárez medía 1.37 metros, dato que incluso está consignado en Wikipedia. Sin embargo, esto no es verdad. En el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, se conservan objetos del presidente de origen oaxaqueño, entre los que se encuentra un traje donado por sus descendientes. 

Gracias a las medidas del pantalón y el saco y a los parámetros que se han obtenido con base en las fotografías del Benemérito de las Américas, se ha podido estimar que su estatura correspondía entre 1.55 y 1.60 m. 

3. La travesía de un cadáver

Aunque no fue presidente, Maximiliano de Habsburgo fue nombrado —de manera ilegítima— emperador de México. Tras su fusilamiento, ordenado por el presidente Juárez, el cadáver sufrió una serie de desventuras: al ataúd resultó ser muy pequeño para el archiduque cuya estatura era de 1.85 metros, dejando sus pies sobresalir. 

Tras un primer embalsamamiento, el cadáver se trasladó de Querétaro a la Ciudad de México. El carruaje en el que iba tuvo dos volcaduras durante el trayecto y debido a la exposición a la lluvia, el cuerpo momificado se oscureció. Ya en la capital, se realizó un segundo embalsamamiento que duró 48 días en corregir el procedimiento anterior. 

Por petición del emperador Francisco José de Austria, hermano de Maximiliano, el gobierno mexicano devolvió el cuerpo, que salió de la capital el 12 de noviembre de 1867 y llegó a Austria en enero de 1868, 8 meses después de su muerte. 

4. ¿Una mandataria en México?

Aunque oficialmente México tendrá su primera presidenta en 2024, la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano, también colaboró en el consejo de ministros y de manera independiente se avocaba a resolver los problemas sociales de México. 

Ante las ausencias de Maximiliano —ya fuera de gira por los estados o de viaje recreativo—, la emperatriz asumía con eficacia la tutela del gobierno. Carlota convocaba al Consejo de Estado, decidía, disponía y ordenaba; llegó incluso a elaborar un proyecto de constitución que, de acuerdo con sus intenciones, debía ser promulgado por un congreso nacional (cosa que no sucedió). 

5. ¿La celebración de la Independencia es por el cumple de Porfirio Díaz? 

Se ha contado que fue el presidente Porfirio Díaz quien cambió la celebración del grito de Independencia del 16 al 15 de septiembre para hacerla coincidir con su cumpleaños. Sin embargo, esto es un mito ya que se tiene noticia de que desde 1824 la gente empezó a celebrar “el grito de Dolores” desde la noche anterior al 16 de septiembre. Lo que es verdad es que Díaz ordenó el traslado de la campana de Dolores a Palacio Nacional en 1896, para dar el grito en el zócalo capitalino. 

6. el primer vuelo de un presidente

Francisco Ignacio Madero (es Ignacio, ¡eh!, no Indalecio) fue el primer presidente en México y en el mundo en viajar en avión. En 1911, Madero asistió a varias exhibiciones aéreas realizadas por la compañía Moisant International Aviators, quien había logrado un convenio para servicios con el aún presidente Díaz. En una de esas demostraciones, el piloto George M. Dyott invitó a Madero a sobrevolar la Ciudad de México y éste accedió. El vuelo duró cerca de 14 minutos. 

7. El precedente de los juicios de divorcio

Si hablamos de presidentes problemáticos, debemos mencionar a Manuel González, quien gobernó de 1880 a 1884, en lugar de su compadre Porfirio Díaz. Se casó con Laura Fernández de Arteaga y Mantecón-Pacheco, quien en 1885 se convirtió en la primera mexicana en solicitar el divorcio ante el Juzgado Civil, debido a los abusos físicos de su esposo. 

A pesar de las pruebas presentadas, el general González modificó el Código Civil en su contra y utilizó sus influencias para inclinar a los jueces a su favor. A Laura Mantecón se le quitó la custodia de sus hijos y pasó sus últimos días en la pobreza. Sin embargo, su caso estableció un precedente importante para las futuras leyes civiles en materia de divorcio. 

8. El presidente cantor

Adolfo de la Huerta ocupó la presidencia de manera interina del 1 de junio al 30 de noviembre de 1920. Fue un mandatario que trató de conciliar a los diferentes bandos que provenían de la Revolución Mexicana e incluso los integró a su gabinete. Lo que casi nadie sabe es que tuvo formación artística y durante un tiempo se dedicó a la música, y su especialidad era el bel canto un estilo de ópera italiana. A su retiro de la vida pública, dio clases de canto, poniendo en práctica lo aprendido durante su juventud. 

9. La residencia presidencial

En 1934, Lázaro Cárdenas se negó a mudarse al Castillo de Chapultepec, que era por tradición la residencia de los presidentes, por considerarlo demasiado lujoso. De tal forma que cambió la casa oficial de los mandatarios al Rancho La Hormiga, al que rebautizó como Los Pinos, en recuerdo de la huerta donde conoció a su esposa Amalia Solórzano en Michoacán. 

En el año 2018, el sitio dejó de ser la residencia oficial de la figura presidencial, se le renombró Complejo Cultural Los Pinos y se encuentra abierta al público. 

10. Una medalla panamericana

A unas semanas de que se terminaran los Juegos Olímpicos 2024 en París, y con el espíritu deportivo aún encendido, podemos hacer mención acerca de una presea obtenida por un expresidente. Hablamos de Carlos Salinas de Gortari quien, en 1971, participó con el equipo de equitación mexicana y obtuvieron la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia. 

Ojalá el mandatario se hubiera quedado con su vocación deportiva…