3 históricas razones por las que Corea del Sur y Japón no se llevan bien
Hoy en día, nuestra cultura disfruta y consume productos tanto de Corea del Sur como de Japón. Sea el anime o los K-dramas, ambos países nos parecen un suelo con gran influencia a escala internacional.
No obstante, su relación como estados democráticos es tersa, compleja y tiene raíces históricas. Para conocer las 3 razones por las que Japón y Corea del Sur no se llevan bien, sigue leyendo.
1. La colonización japonesa (1910-1945)
Mucho antes de la existencia de BTS, las extensas rutinas de skin care y la banderilla coreana, Corea sufrió la ocupación y colonización japonesa cuando China tenía dominio sobre ella.
Se le conoce como colonización debido a que las fuerzas militares de Japón anexaron la península coreana a su territorio. Y, además, sustituyeron su estructura social, política y económica.
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¿El resultado? Durante 30 años, los coreanos vivieron bajo un complejo sistema que permitió el crecimiento de empresarios locales, por un lado, pero también la marginación de la lengua coreana, por el otro. Así, tras tres décadas, y con el fin de la Segunda Guerra Mundial, Corea dejó de pertenecer a Japón.
2. El imperdonable caso de la prostitución forzada
Durante los años de colonia, Japón reclutó a mujeres surcoreanas para fungir el papel de comfort women o mujeres de consuelo para los soldados. Es decir, crearon una red de esclavitud sexual que incluyó, según los registros, tanto a surcoreanas como a chinas y filipinas.
Si bien es un evento que nunca debe de ser olvidado, el gobierno de Corea del Sur hizo pagar a Japón una indemnización a las sobrevivientes del rol de mujeres de confort en 2015. Como cabría esperarse, esta huella en la historia de Corea del Sur es de hierro ardiente.
3. El conflicto de las islas Takeshima/Dokdo
Estas islas representan un símbolo, para los surcoreanos, de la avanzada japonesa en el momento de la ocupación. Mientras que, para los japoneses, aquéllas forman parte inherente de sus aguas y, por ende, su territorio.
Por cuestiones relativas a la cordialidad con Corea del Sur, Japón no declara abiertamente que las islas le pertenecen; sin embargo, cada vez que aquéllos tocan el tema para señalar las atrocidades que Japón cometió con ellos, hay una gran tensión entre ambos países.
Como podemos ver, la historia entre Japón y Corea del Sur es compleja y, aunque en esta nota se abarca poco más de un siglo, es más que suficiente para entender por qué sus relaciones políticas siempre peligran. Para cualquier latinoamericano que disfrute de la cultura asiática —y sí, faltó China, pero hablaremos de ella después—, datos como éstos no pueden pasar desapercibidos para entender mejor su cultura y su vida.
Por Alonzo Caudillo
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