Fotografía de Julio Rojas junto a la portada de su nuevo libro Retornados  Fotografía de Julio Rojas junto a la portada de su nuevo libro Retornados 

“Retornados”, entrevista con el autor Julio Rojas 

27 noviembre, 2023
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En una entrevista realizada durante la Feria del Libro de Monterrey en su edición de 2023, Julio Rojas, creador del conocido podcast Caso 63, nos habla sobre su más reciente proyecto Retornados, cuya adaptación a libro ha sido publicada recientemente por Hachette Livre México. 

Alonzo Caudillo: Cuéntame, Julio ¿Cómo surgió la idea de Retornados? ¿Cómo creaste la estructura del libro? 

Julio Rojas: Al comienzo la diseñé como una audioficción. Venía de hacer un par de audioficciones , Caso 63 y Quemar tu casa, y quería escribir sobre una idea que me rondaba; era sobre la gente que abandona todo en estos eventos de exploración a lugares imposibles. 

Al principio pensé hacerlo tomando en cuenta el tema de las exploraciones del siglo XIX, donde la gente iba a lugares remotos, pero Marte siempre me había atraído mucho. También pensé que era muy extraña la idea de abandonarlo todo y decir no voy a volver más porque generalmente la estructura del viaje es que vas y vuelves. Pero esos viajes tienen una sola dirección y me pareció que había una especie de desprecio hacia la Tierra al intentar irse fuera de ella. 

En el 2013, hubo un intento que se llamó Mars One. Una compañía holandesa invitó a gente a una especie de reality show que iban a desarrollar en Marte. Había todo un mapa de ruta. Pensé que muy poca gente se iba inscribir, pero llegaron 200.000 solicitudes, 200.000 personas que decidieron voluntariamente dejar la Tierra para morir en Marte. Fue algo que me pareció insólito. 

También pensé en esta utopía de los tecno capitalistas de Silicon Valley que dicen que hay que huir y que tienen esos planes de escape. Me pareció que Elon Musk, obviamente, quería hacer eso. No para mejorar la Tierra de alguna manera, sino para escapar. Ambas cosas generaron en mí la sensación de que todo se iba a destruir y que era un mal plan. 

AC: Dentro del libro hay varias menciones respecto a la importancia de la vida en la Tierra que tienen que ver con esta vía de abandonar el puesto para encontrar un lugar mejor. También hay una suerte de apología que realizas sobre la importancia ecológica y en contra de estas exploraciones que buscan alejarse de los impactos negativos que están generando en la Tierra. 

JR: Claro, porque si la Tierra tuviera sus problemas resueltos, pareciera coherente seguir evolucionando. Y si lo lográramos, nuestra biología de alguna manera se adaptaría al espacio; sería una muy buena idea. Seguiría el impulso romántico de los viajeros, de la pulsión de migrantes que tiene la especie humana, pero nos saltamos varios puntos evolutivos y ya no parece un plan de mejoramiento de la especie, sino un plan de escape donde ya no se apuesta a la Tierra; donde la Tierra parece ser un artefacto desechable y vamos al siguiente planeta, porque siempre es mejor empezar de cero que empezar a reparar cosas. Eso me parece un pensamiento muy coherente con una especie de tecno capitalismo del desecho. 

Esto me lleva a reflexionar que la Tierra es única, por lo menos en el sistema solar. No puedo decir que sucede más allá —y eso que soy un convencido de que sí puede haber vida en el resto del universo—, pero es una burbuja maravillosa y hay que cuidarla de alguna manera. 

AC: ¿Y cómo surgió esa idea de extinción que hay dentro de la historia? ¿Cómo la fuiste plasmando dentro de los personajes, que son aquellos marcianos que intentan llevar a cabo este plan de terraformación? 

JR: Creo que la gente que emigra intuye que algo va mal. Los migrantes migran porque su espacio, su territorio se ha agotado, es hostil, es peligroso, carece de recursos y hay que buscar nuevas oportunidades. 

Los integrantes de esta colonia marciana encontraron que parte de su vida no funcionaba y tomaron un camino bastante extraño que es irse. Cuando la gente se va es porque piensa que ya no hay salida. Hay una teoría que afirma que el comienza la carrera espacial, es un síntoma prodrómico, es decir, una especie de signo del futuro que indica el comienzo de la posibilidad de una extinción. 

A nadie se le activa el gen de emigrar si no sabe que se va a extinguir pronto. Ahora, el problema es cuando vuelves porque ya te fuiste; todo el mundo ya vivió un duelo y vuelves, vuelves de la muerte. 

Marte simboliza en otras culturas la guerra, la sangre y la muerte. Es un territorio astronómicamente muy hostil; pero también simbólicamente representa un viaje al inframundo o un viaje a un mundo de muertos. Y cuando vuelven, vuelven contaminados de su muerte. Lo que intenté visualizar en este libro es ¿qué pasa con esa adolescente que se despidió de todo y ahora vuelve a tomar el desayuno con sus hermanos, con su novio, con sus padres?  

Pensé también en La Naranja Mecánica. Hay una escena donde vuelve nuestro protagonista, pero sus padres han arrendado su dormitorio. Bueno, eso pasó. Ellos murieron y volvieron acá, pero ya no son aceptados. 

AC: ¿Ese signo prodrómico fue el que te dio la idea de la espiral, de jugar con estos elementos espirales que están dentro del libro? 

Sí, pensé que quizás esto ha ocurrido una y otra vez. Algo nos pasa con Marte: queremos ir, pero no funciona. Si hubiéramos ido antes, hubiera fracasado también porque no tiene árboles, no tiene vida, no tiene nada. Siempre ha sido así. Tal vez estamos condenados a intentar ir a Marte: extinción. Volvemos a evolucionar, intentamos llegar a Marte: extinción. Ese ciclo es interesante narrativamente. Llegar a un lugar y ver que los que llegaron antes habían fracasado es muy duro. Como cuando los exploradores del siglo XIX llegaban a la isla Decepción en la Antártida y veían que otros exploradores habían muerto. Estaban ahí los huesos. Entonces la pregunta es ¿por qué nosotros no vamos a seguir esa cadena de muerte? Y eso es lo que pasa en Retornados. 

AC: ¿Crees que, de alguna manera, no aprender de esos signos que nos están indicando que ya hubo extinciones anteriores es un pensamiento fatalista de que no aprendemos de nuestros errores? 

JR: Algo que caracteriza a la Humanidad como conjunto es la poca noción del pasado y ese olvido sistemático que cada vez se acorta más. Uno podría pensar que el llamado “pensamiento catedral” donde alguien emprendía una empresa arquitectónica cultural y establecía que cuatro generaciones después alguien iba a recordarla. Se genera una especie de ventana del recuerdo que era bastante saludable. Por ejemplo, en algunos pueblos originarios, el tema de los ancestros es muy relevante. Uno podría recitar los 20 ancestros anteriores. Pero aquí la gente ni siquiera se acuerda cómo se llama su abuela. 

El pasado se ha acortado y cuando se acorta el pasado todo es nuevo y somos como niños. Incluso en el cine, alguien viene con una película: —Oye, voy a hacer una película sobre un taxista radical, un poco fascista en Nueva York que salva una prostituta. —¡Ay, qué buena idea! No, no, eso es Taxi Driver, eso ya lo hicieron. Muchas generaciones vuelven a hacer las mismas cosas. 

Yo hice una serie que era un homenaje a un cierto tipo de narrativa arquetípica: el loco vidente. Aparece desde Tiresias en adelante, en La jeteé, Hombre mirando al sudeste, 12 monos, etc. Muchas generaciones no vieron eso y piensan que yo inventé ese género en Caso 63. 

En ese sentido, hay una especie de acortamiento de la memoria y eso mismo quise hacer en Retornados. Creemos que, como especie, hemos estado una sola vez en el planeta. Aunque puede sonar un poco a alienígenas ancestrales y un poco a seudociencia, va más allá de eso. Es la aterradora noción de que sólo nos percibimos a nosotros mismos en este momento de la historia. Pero hemos vivido mucho tiempo y pudieron haber pasado muchas cosas. 

AC: El acortamiento de la memoria, la ciencia ficción, las películas y algunos otros libros que tratan del tema ¿Son la inspiración para explorar cómo nos proyectamos hacia el futuro? 

JR: Sin duda. La ciencia ficción lanza una piedra hacia el futuro y de alguna manera nos interpela: mira lo que va a pasar. Quizá es el error del cine de ciencia ficción fue que se adelantó mucho y llegaron antes las películas que tenían que llegar ahora. 

Un ejemplo muy pop: Terminator tenía que haber llegado ahora, no en ese tiempo, porque ese tiempo hablar de la inteligencia artificial parecía súper frívolo. Ahora es el debate. ¿Qué va a pasar con Skynet? ¿Qué va a pasar con seres artificiales, robots conscientes, blade runner? La ciencia ficción a veces llega justo y a veces desfasada. 

El tema relacionado con ciencia ficción es el de que los exploradores son la punta de lanza de la civilización. Bradbury menciona que, cuando llegan a la base algo les pasa, hay una especie de euforia y se activan algunos genes. Debe tratarse de la misma euforia que siente alguien cuando llega por primera vez a la cima de una montaña o a un territorio desconocido y piensa: soy el primero. Y como soy el primero, mis genes me dicen reprodúcete, sé valiente, sé energético y viene una euforia porque han vencido a la muerte, son inmortales. 

AC: ¿Consideras que tu libro también problematiza esta noción que tenemos respecto a la tecnología y en cierta histeria colectiva generada sobre historias que ocurren, historias que se van contando en las redes sociales, de las noticias que activan este miedo en la gente? 

J R: En Retornados, los protagonistas experimentan ser el foco de un misterio. Cuando tú eres el foco de un misterio todo el mundo explota eso. Entonces, hay youtubers que hacen contenidos donde se preguntan qué pasó con los que volvieron; hay teorías sobre lo que sucedió. Porque cuando tienes una caja negra, todo vale. Estos retornados están expuestos a las redes sociales y al escrutinio público, y eso los destruye. No pueden tener una vida normal porque ya no son normales. Han cometido una especie de traición. 

Uno puede traicionar un país durante una guerra, traicionar a un grupo de humanos o a sus parejas, pero no puedes traicionar a la Tierra. Es decir, decirle a la Tierra no me importa, me voy, es un pecado muy duro. Es ancestralmente renegar de tu madre que es la Tierra y vuelves después. Algo de eso resuena en todo el resto y piensan que no merecen volver. ¿Si ya te fuiste, qué estás haciendo acá? 

El terapeuta recibe a los retornados totalmente quebrados, fracturados, con un secreto, con un trauma y mienten. Es tan fuerte lo que pasó allá arriba que no quieren ser parte de eso y mienten. 

AC: Por el narrador, Román, es por quien conocemos las historias. La figura del terapeuta es importante dentro de tu narrativa, por ejemplo, en Caso 63 y en Retornados ¿Cuál es la razón por la que los eliges? 

JR: Yo vengo de una generación donde costaba mucho hacer películas. Por ejemplo, la primera película que yo hice se llama Sábado, donde todo sucede en una cámara de grabación porque no había dinero para hacer grandes producciones. La segunda En la cama, es un remake, y trata de una pareja en una cama. La tercera fue La vida de los peces, que va de un hombre que está en una fiesta porque no había dinero para hacer películas de mayor presupuesto. En este sentido, la mayor expresión de economía narrativa sucede en una sesión terapéutica. El terapeuta indaga en el pasado, te cuenta una historia y se abren mundos. Pero esta es una silla y estás contando tu vida. Y tu vida es gigante. 

Estamos habituados a escuchar historias donde nos remiten a cosas que no hemos visto porque estamos diseñados para eso. Pienso que la figura de terapeuta con el entrevistador, el policía o el periodista entrevistando, es una herramienta narrativa maravillosa para la literatura. 

AC: ¿Cómo decidiste pasar del formato auditivos al papel? ¿cómo sucedió ese cambio? 

JR: Primero tenía sólo los diálogos de todos los personajes porque básicamente eran los espacios narrativos que quería contar y siempre imaginé una sesión terapéutica. Después pensé: si va a ser un audioserie, será una sesión terapéutica donde vamos a escuchar únicamente. Pero tenía más material de lo necesario para el audioserie. 

En Retornados hay tres personalidades diferentes. Un autor siempre tiene que elegir un punto de vista. Y el punto de vista que elegí fue el del terapeuta Román, quien está percibiendo una cosa que no sabemos si es verdad o mentira y él va armando el rompecabezas de todo eso. En el libro no cambió el tema del audioserie, pero sí las teorías y ciertas explicaciones más extendidas que en este formato alcanzan su máxima expresión. 

AC: La figura del metrónomo que utiliza Román durante las sesiones a veces me hacía pensar si los estaba hipnotizando para sacar la verdad de lo que había sucedido en Marte o si se trata de algún otro motivo. ¿Podrías explicar un poco? 

JR: Una vez estuve conversando con un terapeuta que decía que los movimientos sincrónicos evitan que tú mientas. 

Se genera una especie de disminución leve del nivel de conciencia que no altera la percepción, pero sí evita que puedas crear e imaginar. Pero también pensé que era para connotar que estábamos en un espacio terapéutico privado versus la realidad misma. El espacio de terapia es espacio sagrado al que no tenemos acceso. Nadie de nosotros puede comprender lo que sucede en una sesión terapéutica. 

AC: El final es como entrar a la parte más íntima de Román, en su vida desarrollada en la novela y que puede generar una sensación de predestinación. 

JR: El tema del círculo, de la espiral siempre está presente ¿Y uno se pregunta cómo es la cadena de causa y efecto de todo esto? Quizá parezca frívolo, pero siempre he pensado en el tema de los planetas girando, el de la espiral y que la concepción del tiempo no tiene por qué ser lineal, sino que puede que se repite todo como el eterno retorno. Es una condena y un beneficio de volver a reparar todo. 

AC: El libro nos deja en un punto en el que quisiéramos tener más ¿Cuáles son tus proyectos a futuro en cuestiones de escritura? ¿Tienes alguno ya en mente o quisieras ahondar más en el universo de Retornados? 

J R: Acabo de terminar la segunda temporada del audioserie Retornados, que es la temporada que da soporte a esto. Hablo de lo que uno tiene que comprender para saber qué sucedió realmente allá arriba. No puedo hacer un spoiler, pero sí me encantaría hacer la continuación porque encaja en ambas piezas. 

AC: Finalmente ¿Por qué la gente tiene que leer Retornados? 

J R: Retornados no solamente es un thriller que empieza desde no saber nada hasta completar un misterio sobre una exploración espacial que fracasa, sino que también nos hace reflexionar sobre cuáles son los planes de escape de estos gurús tecnológicos que han diseñado el estado de las cosas en este momento. 

Retornados también es una especie de pequeño manifiesto sobre cuál es la figura de los seres humanos en relación a la inmensidad, el espacio y cuál es su función en la propia tierra. 

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