“Pachucos, cholos y chundos”, palabras con “ch”
“Ya chole, chango, chilango, que chafa chamba te chutas,
no checa andar de tacuche y chale con la charola…”
Chilanga Banda, Café Tacvba
¡Achis, achis, los mariachis! A ver, espérame, ¿cómo que la “ch” no es una letra? Hablemos un poco sobre la peculiar historia de la “ch”, sí, el dígrafo favorito de todos los mexicanos y enlistamos las palabras más conocidas.
Origen de la “ch”
La “ch” es una doble grafía, o lo que en gramática le llamamos dígrafo, es decir, se trata de un par de letras que representan un sólo fonema (sonido), y este mismo fonema se encuentra conformado por dos letras del alfabeto, la /c/ y la /h/.
En términos estrictos, la “ch” es un sonido palatal, africado, sordo, que se produce cuando la lengua se cierra contra los dientes y después deja salir el aire.
Aunque es un sonido que tiene su origen en el latín, lo encontramos también en las lenguas originarias de México, de ahí que sea un sonido característico de lo que podríamos denominar como “español de México”.
Desde 1803, es decir, desde la publicación de la Ortografía de la Lengua Española y hasta 2010, la “ch” fue considerada como parte del abecedario, es decir que si eres un millennial seguramente te tocó aprenderte el abecedario con la “ch” formando parte de esas filas.
Una de sus características principales es que, al ser un dígrafo (acuérdate que los dígrafos son dos letras juntitas que representan un mismo sonido), al momento de dividir en silabas una palabra, la “ch” no puede dividirse y deberá ir siempre en una misma sílaba. Otro dígrafo muy famoso es la “ll” y, al igual que la “ch”, va juntito en la misma sílaba. Por ejemplo:
Chuchita = Chu-chi-ta
Chonita = Cho-ni-ta
Llegamos = Lle-ga-mos
Llanta = Llan-ta
Existen en el mundo algunos idiomas que no cuentan con el sonido de la “ch”, no obstante, estamos de acuerdo que el español de México no sería lo que es sin este peculiar sonido.
Volviendo un poco en el tiempo, la llegada de la grafía “ch” como la conocemos fue gracias a los misioneros españoles del siglo XVI, ya que fueron ellos los encargados de darle forma escrita a los sonidos de la lengua de los nahuas. Ellos fueron los encargados de describir y, en cierta medida, estructurar el sistema fonológico, para así asignar símbolos gráficos a los sonidos de los nahuas, empleando las convenciones gráficas del alfabeto español.
La “ch” y el español de México
Y tal como lo dijo Concepción Company Company (una de las filólogas más reconocidas de nuestros tiempos), debido al aislamiento fonético del sonido de la “ch”, o lo que “viene siendo” su gran peculiaridad y cualidad que no tiene ningún otro sonido en español permitió su popularización y ahora es uno de nuestros sonidos favoritos, claro ejemplo podría ser la famosa canción Chilanga banda, himno para cualquier oriundo de la Ciudad de México, antes Distrito Federal.
Company nos menciona que la “ch” es un fonema que se acopla a la perfección para expresar los afectos y, sin duda, también los desafectos, por lo que nos encontramos frente a un sonido que es muy común encontrarlo en los apodos, como Pancho, Nacho, Chona, Chucho o Concha.
Sin dejar de lado a los habitantes del norte de la República Mexicana, en especial en Chihuahua, ocurre una cosa curiosa en esos lares, ya que el sonido de la “ch” sufre un cambio en su forma de pronunciar, está forma tan peculiar que suaviza es resultado del contacto del español con el inglés, pero eso ya es otra historia.
La historia de la letra “ch” es también hablar de una historia más local, más de México, no solamente es la peculiaridad del dígrafo como tal, ya que existen otros dígrafos importantes en el español, es también hablar sobre la historia y el sincretismo entre las culturas, y sobre el ajuste de los nahuatlismos al español.
Nahuatlismos con “ch”
Entre las palabras con “ch” que nos encontramos en el español de México, destacan los “nahuatlismos”. Los nahuatlismos son parte de la identidad del habla propia de México. Son el nombre con el que se identifican a aquellas palabras que tienen su origen en la lengua náhuatl.
Algunos nahuatlismos con “ch” que seguramente dices en tu día a día y que probablemente no sabías que tenían este origen son los siguientes:
Chahuiztle, chahuistler, chahuiste
Chipotle, chipocle, chilpocle
Chamaco
Chayote
Huachinango, güachinango
Cempasúchil
Pedinche
Tepache
Huarache
También el Diccionario del náhuatl del español de México menciona algunos nahuatlismos polémicos en los que destacan palabras con este peculiar sonido:
Chingar
Apapachar
Apachurrar
Chipichipi
Chocolate
Cogote
Chicozapote
Cochino
Molinillo
Nene
Tocayo
Creo necesario hacer una mención especial a una de las palabras favoritas de los mexicanos, principalmente de los habitantes del centro del país y que puede expresar tristeza, enojo, sorpresa o desilusión:
¡Chale!
Las palabras más “chipocludas” con la letra “ch”
- Achicar
- Achicharrar
- Achiote
- Bachata
- Bochornoso
- Cachalote
- Cacharro
- Cachorro
- Cuchara
- Cucharada
- Cucharón
- Chacal
- Chachachá
- Chafar
- Chafarote
- Chalanear
- Chaleco
- Champaña
- Champiñón
- Chamuscado
- Chantaje
- Chapar
- Chapuzón
- Charco
- Charlar
- Chatarra
- Cheque
- Chequera
- Chicha
- Chicharrón
- Chicle
- Chiflado
- Chiflar
- Chile
- Chimenea
- China
- Chino
- Chiquillo
- Chisme
- Chispa
- Chocar
- Chollo
- Chorizo
- Chorrito
- Choza
- Chuleta
- Chupar
- Churro
- Chusma
- Chuzo
No cabe duda de que la “ch” es uno de mis dígrafos predilectos y que cantar Chilanga banda de corrido resulta una gran satisfacción.
¡Y chin, chin el que no sepa el origen de la “ch”!
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