Fotografía de Carl Jung junto a los signos zodiacales Fotografía de Carl Jung junto a los signos zodiacales

¿Qué diría Carl Jung sobre tu signo zodiacal?  El horóscopo desde la simbología junguiana 

Carl Gustav Jung fue un médico suizo exdiscípulo de Freud que creó su propia corriente denominada Psicología Analítica, la cual desarrolla conceptos más allá del psicoanálisis, como el del Inconsciente Colectivo, un fenómeno por medio del cual la psique de la raza humana tiende siempre a “generar organizaciones similares” o “imágenes primordiales”, es decir Arquetipos, como el Loco, el Mago, el Rey, la Reina, el Sacerdote, la Sacerdotisa, la Muerte, el Sol como masculino, la Luna como femenino, la Justicia, etc. Arquetipos que existen en la psique de todas las sociedades humanas independientemente de qué tan distantes sean las unas de las otras en espacio y tiempo. 

Tomando como referencia dicha organización psicológica del Inconsciente Colectivo, Carl Jung relacionaba los signos y símbolos de cada cultura con su potencial efecto en el destino de cada persona. 

Carl Jung
Carl Jung

Entonces, así como hoy los científicos del MIT han demostrado que incluso un satélite como la Luna, puede afectar la conducta humana, quizás también Jung aceptaría que la manifestación simbólica de los signos del zodiaco y la forma en que se organizaban los planetas al nacimiento de una persona, podrían crear una sincronicidad que le diera características especiales de personalidad. Y aunque el mismo Jung no alcanzó a hacer dicha relación, muy probablemente hubiera aceptado lo que nos dice Maximiliano Peralta en su libro Jung y los Astros, sobre la manifestación del Inconsciente Colectivo en cada signo zodiacal, la cual estás a punto de leer. 

Imagen horóscopo occidental
Horóscopo

Aries 

Según las ideas de Peralta, dentro de la psicología jungiana, Aries representaría simbólicamente el inicio de esta rueda de animales. Está asociado con la energía del “Pienso, luego existo” de Descartes. Un carnero embistiendo con la cabeza con una gran energía potencial psíquica que necesita descarga, de ahí que lo relacione con el deseo y el arquetipo de la Sombra jungiana en una fase de despliegue de fuerzas que inicia el proceso de la alquimia psíquica. 

El big bang, al comienzo, con la energía creadora y el arquetipo del guerrero relacionado con el planeta Marte, dios de la guerra, pero también dejando ver al arquetipo del cazador, aquel que busca y encuentra. 

Tauro 

Tauro da el siguiente paso, es decir, a su cargo está la materialización, ir más allá de la mente en esa rueda del destino. Un signo orgánico, paciente y persistente. Asociado simbólicamente con los sentidos, por lo cual se le considera sensual, relacionado a la imagen arquetípica del campesino-agricultor, a lo terrenal, al trabajo persistente. Astrológicamente está vinculado con el planeta Venus, sugiriendo la creación material a través de la artesanía, donde lo psíquico se logra transformar en lo físico gracias a este signo. 

Géminis 

Después de la energía y la materia, la multiplicación de la materia, la embriogénesis, las relaciones, los vínculos y la conectividad serían atributos de los nacidos bajo este signo.  

Simbólicamente representado a través de la personalidad del comunicador, regido por el planeta Mercurio y asociado particularmente con la alquimia jungiana del arte, es decir, de la psique que materializa, pero también involucra al corazón en la ecuación que transmite el mensaje como Hermes y agrega un significado simbólico a todo lo que realiza, un código cifrado.  

Este signo tiene como primordial característica lograr el intercambio entre dentro y fuera, entre lo psíquico y lo físico. 

Cáncer 

Después de la energía, la materia y el movimiento incesante de ésta, viene la gestación o contención. Asociado arquetípicamente a la madre, al hogar, al nido, a la espera para permitir el desarrollo. Este signo, dados sus arquetipos, podría tener una capacidad de contención emocional que genere espacios de intimidad. 

También se asocia a la imagen arquetípica del núcleo, donde se gestan los traumas y los nuevos proyectos, por lo que se relaciona con el trabajo, con la sombra y su capacidad para hacer más perceptible la luz. 

Leo 

Representa la imagen arquetípica del rey o la reina, aquel que produce un sobrante de energía libidinal y cuya metáfora energética es el color rojo, azul, infrarrojo y ultravioleta, debido a que va más allá de la sombra, lo cual hace que tenga una noción de proceso de individuación muy clara, pudiendo llegar a centrarse demasiado en sí mismo siguiendo el arquetipo del espejo, pero con una conciencia de movimiento y fuerza que le permitirían realizar todos sus objetivos. 

Está representado por el león que, a su vez, adquiere la fuerza de la individualidad en uso de su ego, necesaria como parte del camino alquímico de solve et coagula (“disolver y coagular”) , entregándose a éste para después trascenderlo y lograr el desapego. Regido por el Sol junguianamente, continúa haciendo evidentes las sombras. 

Virgo 

Es el signo que rompe el cascarón. Después de comenzado el proceso de individuación que aporta Leo, Virgo empieza a reconocer todo el sistema, la familia, amigos, trabajo y se hace aún más consciente del orden necesario. Adquiere una actitud de servicio al reconocer su función más allá del ego. Asimismo, contribuye al orden, higiene, la crítica y la eficiencia. 

También está regido por Mercurio como Géminis, pero en este caso con el objetivo de crear no sólo belleza, sino beneficio para los demás. Capaz de independencia no sólo de las imágenes personales sino también de las colectivas para que, una vez realizada su tarea de servicio, termine por trascender hacia el desapego. 

Libra 

Con Libra se inaugura el proceso de la otredad, es decir, de mirar al otro y considerarlo como parte de nuestro mundo. La balanza entre el ego y el desapego del sistema que se veía gestando en los otros signos después de haberse materializado la energía. 

Se agregan percepciones de distintos sistemas y no sólo del propio, e inicia la conciencia de complementariedad, ya sea por medio de las relaciones de pareja o la atracción de opuestos. 

Los arquetipos junguianos asociados serían el ánimus (parte masculina expresada en la mujer) y el ánima (parte femenina expresada en el hombre), para desarrollar la amabilidad y la diplomacia al integrar nuestra parte femenina y masculina independientemente del sexo biológico. 

Escorpio 

Se trata de la octava energía, donde la percepción de los opuestos se profundiza. Se comporta de manera fractal e integra lo excluido por medio de su capacidad para aceptar el conflicto que a veces trae consigo la rigidez o la dureza, ya que para este signo el conflicto no es visto como negativo. 

Se le relaciona con el curador/sanador, ya que acepta lo que ya es insostenible y logra trascenderlo, de ahí que la sexualidad, muerte y poder sean tópicos simbólicos de este signo regido por Plutón, por medio del cual permite de nuevo la circulación energética. 

Sagitario 

Es el signo del símbolo, es decir, de la integración de los opuestos. El que resuelve el conflicto y da sentido a lo ocurrido. Integra lo animal y lo humano, lo instintivo y lo racional. Descifra y da sentido al conflicto, así que logra ese equilibrio de fuerzas que viene desarrollándose en otros signos. 

Se caracteriza por la abundancia, el optimismo, la fe y la celebración. Regido por Júpiter (padre de la luz), debido a lo cual puede representar una forma brillante de la vida en su esplendor. 

Capricornio 

Es la primera forma final, representa la adquisición de conciencia con la sombra integrada en una síntesis vital, que da como resultado la motivación constante para hacer lo que sea, incluso escalar empinadas montañas.  

Representa esa ley estructural, el tiempo-cronos que se asocia a Saturno y que da estructura a todo, a la vez que reconoce los ciclos y la perfección de éstos, como la cabra que sube a la cima de la montaña. 

Arquetípicamente, es la figura del guía, ya que posee capacidades para planificar, perseverancia, destreza y responsabilidad. 

Acuario 

A este signo se le otorga la capacidad de simultaneidad y sincronicidad, ya que fluye con la red de conexiones, por lo cual es capaz de vivir en el “sin tiempo”, representando la creatividad y la entropía. 

Ya no usa la fuerza de los signos anteriores sino la inercia. Regido por Urano, aparenta el caos cuando representa solo la libertad y la afinidad con lo nuevo, la adaptación eterna. 

Piscis 

La energía en Piscis alcanza su nivel de inconsciente colectivo de conexión con el todo, volviéndolo orgánico. Es la representación arquetípica del uno, el artista y el médium, ya que adopta la forma necesaria, se religa, así que es sumamente espiritual. Suele asociarse con el planeta Neptuno. 

Como podemos ver, esta rueda de los animales va dando un sentido arquetípico a la alquimia personal en relación con las sincronías que le brinda a cada persona su momento de nacimiento y a la alineación de los astros para vincularse con los signos y símbolos de un inconsciente colectivo que nos otorgan un lugar en esta rueda de la fortuna relacionada con el tiempo y espacio en que nos tocó vivir.  

Nuestra parte animal e inconsciente se manifiesta a través de los arquetipos del zodiaco, mismos que quizás puedan ofrecer una idea sobre cómo percibir nuestro universo de una manera simbólica y por consecuente significativa y digna de vivir. 

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