¿Pueden los colores afectar tu estado psicológico?
Si bien cada cultura tiene sus propios códigos respecto a los significados que se atribuyen al color, también es sabido que cada color posee una longitud de onda o espectro electromagnético visible vinculado a la cantidad de luz que refleja, por tanto, efectivamente nos vemos impactados por dicha energía al ver o portar algún color.
En este artículo, te vamos a compartir los secretos detrás del efecto de los colores a nivel psicológico, sus características físicas y significados desde una perspectiva occidental.
Espectro de luz visible
El ojo humano sólo alcanza a percibir un espectro de luz visible entre los 400 y 750 nanómetros aproximadamente.
El resto de las ondas electromagnéticas es prácticamente imperceptible, sin embargo, no podemos negar que quizás con nuestros ojos no podemos ver los rayos UV, pero nuestra piel sí los siente, y es por ello por lo que, por ejemplo, alcanzamos a percibir el calor irradiado por el Sol con el tacto.
El color suele imprimirse en las cosas por vía de pigmentos, es decir, sustancias químicas que se adhieren a objetos, como tu ropa, y son capaces de absorber o reflejar longitudes de onda específica. Por ejemplo, el pigmento blanco, que refleja todas las longitudes de onda o el negro, las absorbe por completo.
Entonces, hay una cierta cantidad de energía absorbida y reflejada por cada color, lo cual podría producir efectos en tu estado de ánimo al percibirlos de manera subliminal o por medio de otros sentidos como el tacto (aun cuando no seas muy consciente de ello, ya que puede quedar bajo el umbral de percepción), de ahí que muchas culturas hayan generado objetos y actos rituales utilizando al color como herramienta dadas sus características físicas y efectos psicológicos.
Colores cálidos y fríos
Cuántas veces no hemos escuchado hablar sobre colores cálidos de otoño o colores fríos de invierno. En realidad, no siempre tienen que ver con su longitud de onda, ya que si el negro absorbe toda la energía electromagnética, debería ser cálido per se. Aunque esto podría deberse más a que existe un fenómeno psicológico llamado sinestesia, que bien puede hacer que saborees la música o que percibas la temperatura del color.
Dicho fenómeno nos sucede a todos en una pequeña escala, gracias a la asociación entre las experiencias previas con nuestras sensopercepciones. Es por ello por lo que vinculamos el amarillo con el calor del fuego o el azul y el blanco con el frío del hielo (incluso si esa imagen sólo es porque en la infancia nos coloreaban de azul el hielo en las caricaturas).
Algunos autores sugieren que los colores cálidos producen un efecto de expansión, vivacidad, movimiento y entusiasmo, dada la metáfora del calor de verano proveniente de los rayos de un gran y expansivo Sol. En tanto que los colores fríos producen una sensación de alejamiento, relacionándose con la tranquilidad, la calma y la pasividad asociada al frío invierno y al silencio de la lejanía.
Psicología de cada color
Respecto a la psicología del color, si bien no hay significados universales, y cada cultura puede atribuir un significado particular a cada color con base en sus rituales y sucesos, existe desde la perspectiva occidental una tendencia a relacionarlos con las siguientes características y estados psicológicos.
Negro
El negro en muchas culturas es considerado como la total oscuridad y, por consecuencia, se le relaciona con frecuencias muy bajas de energía, con la muerte, lo negativo, la maldad, lo desconocido, lo pútrido, la desgracia o el pecado. También se vincula a la ausencia de luz y todos los significados psicológicos que de ello devienen. Incluso hay quienes, contrariamente, lo relacionan con la protección, ya que “las entidades oscuras buscan luz” y si no la encuentran siguen su camino.
Por otro lado, el significado litúrgico del negro en los funerales (es decir, el significado relacionado con las ceremonias religiosas), implica su asociación con la muerte como una entidad misteriosa y compleja a la cual no podemos ver, aunque los sociólogos lo asocian más con mandatos o códigos impuestos para sincronizar con el dolor de la pérdida a manera de respeto.
Blanco
El blanco es un color que refleja todo el espectro de luz visible y, por lo tanto, es un color luminoso y asociado con la protección, ya que refleja todas las energías. Tal naturaleza energética permite vincularlo también a la salud, la paz, la virtud, la pureza, la bondad, la inocencia y la virginidad puesto que es fácil reconocer manchas, impurezas e imperfecciones en contraste con este color.
Hospitales, médicos y profesionales de la salud y la terapia suelen utilizarlo en sus atuendos para reflejar limpieza y confianza.
Cabe mencionar que es uno de los colores más asociados con la fe y también con la espiritualidad desde la perspectiva de la iluminación y la naturaleza de la luz. Por ello, es uno de los pocos colores que no suele tener asociaciones negativas, así que psicológicamente es muy utilizado para conseguir la confianza de las personas.
Violeta o morado (400 nm)
En muchas culturas, suele asociarse al violeta o morado con la espiritualidad, lo cual es congruente con la idea de que es una de las longitudes de onda más bajas que alcanzamos a percibir, y dado que la frecuencia es baja suele relacionársele con la muerte del espíritu y no necesariamente material.
En combinación con el blanco, el color morado o violeta puede simbolizar la muerte y resurrección hacia la luz, y suele encontrase en la vestimenta de muchos líderes religiosos, sobre todo en el cristianismo, donde la muerte y resurrección de Cristo es un elemento importante de la tradición simbólica y sus metáforas religiosas.
También se le asocia con la renovación, la realeza, la dignidad y la melancolía, pero a fin de cuentas, el significado como frecuencia baja o alta dependerá del estado actual de cada persona con base en sus experiencias con dicho color.
Azul (420 nm aprox.)
El color azul, en términos de artes plásticas, puede producir efectos de espacio, lejanía e infinitud. También es asociado con la protección, la limpieza y la frescura, de ahí que se busque en instancias médicas como símbolo de pulcritud. También se le vincula a la inteligencia y el poder. Sin embargo, podrías haber escuchado del Blue Monday o el tercer lunes de enero, considerado el día más triste del año lo cual lo relaciona con estados anímicos bajos. Y qué decir de su asociación con lo masculino como código para crear sesgo de género entre niños y niñas.
Los significados del azul son vastos, incluso no se recomienda en productos alimenticios, porque ciertas investigaciones de mercado lo asocian con la pérdida de apetito debido a que casi ningún alimento es naturalmente azul.
Verde (497 a 570 nm)
En caso contrario al azul, el verde suele ser asociado como el color de la naturaleza ya que la mayoría de las plantas tienen clorofila y reflejan este color, motivo por el cual se le percibe en relación con la frescura, lo orgánico y la salud.
Significados adheridos quizás por la paz, la tranquilidad y la sensación de bienestar que da el estar en contacto con el pasto o en medio de un bosque. Aunque para algunos puede ser exactamente lo opuesto, como sucede con los médicos que aprenden que, en la exploración clínica, un color verde en mucosidades o residuos biológicos puede manifestar enfermedad o asociarse con cosas pútridas y enmohecidas.
El verde, en términos generales, puede ser ambivalente, representar salud, bienestar, equilibrio o aspectos negativos como enfermedad, veneno, etcétera.
Amarillo (570 a 581 nm)
El amarillo está asociado con el poder, la luz, el reflejo del oro y por consecuencia la riqueza, la abundancia, la alegría e innumerables características positivas debido a su asociación con la energía del Sol. Sin embargo, también se le ha relacionado con la envidia, la ira, los celos y la irritabilidad, desde la Antigüedad, cuando Hipócrates describió los cuatro humores y uno de ellos era la bilis amarilla, que encontraba en las autopsias de pacientes coléricos, es decir, que tendían al enojo y morían literal por derrames de bilis.
Es por ello por lo que podemos decir una vez más que los significados psicológicos del color siempre se relacionan con el espacio y tiempo en que lo percibimos.
Naranja (581 a 618 nm)
En el caso del color naranja, como color cálido y relacionado con las hojas de otoño cuando caen, suele mirársele como una combinación de la energía del rojo con el poder del amarillo, lo cual da como resultado su asociación con la acción, el entusiasmo, la creatividad, la determinación, el éxito y la fortaleza. Pero si estuviéramos en Norteamérica en fechas de octubre y nos topáramos con calabazas naranjas en cada puerta, quizá lo asociaríamos más con Halloween, con brujas, espantapájaros y todas las imágenes enlazadas a dicha festividad.
Rojo (618 a 780 nm)
Un color relacionado con la intensidad emocional, el vigor, la fuerza y la pasión, ya que tiende a conectarse con la sangre o flujo vital, e incluso crea expresiones como “está rojo de coraje”, siendo esa misma potencia la razón por la cual se le asocia con la guerra, revolución y la lucha, de ahí que suela ser parte de muchas de las banderas y estandartes de guerra o color insignia de países bélicos.
Finalmente, podemos decir que cada uno de los colores puede provocar física y psicológicamente diferentes reacciones en cada persona, pero dichas reacciones también dependerán del contexto en el que aparezca el color, ya que su psicología tiene múltiples factores perceptuales relacionados con el espacio físico y las características sensoperceptuales del sujeto, que podría modificar su percepción con base en sus experiencias, cultura, información recibida, etcétera.
Así que ya sabes, si quieres tener una idea más positiva de cada color, tu tarea es asociarlo a su lado luminoso y, como en todo, la psicología del color dependerá incluso de la situación y/o características psicológicas de aquella persona que lo percibe.
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