Si te choca, te checa. Así funciona la proyección personal
¿Te ha pasado que algo te molesta tanto que no puedes dejar de aprovechar para criticarlo? Pues te tenemos noticias al respecto: te estás proyectando. Y la manera en que funciona la proyección es negando una parte de ti para sacarla de tu sistema. Es decir, alienándola.
¿Cómo funciona la proyección y la alienación?
Podrás decir que eso que te molesta en otra persona nada tiene que ver contigo, pero desafortunadamente sólo te estarías autoengañando, ya que toda vez que nos molesta algo resulta ser que, en realidad, se trata de algo que nos hace figura, lo cual en términos de la terapia Gestalt (un estilo terapéutico creado por Fritz Perls) se trata de una situación, persona o cosa a lo que prestas particular atención porque proyecta lo que tú eres o piensas.
Fritz Perls afirma que, si ves la copa, quizás tengas ganas de salir a beber; pero si ves a las personas a punto de besarse, quizás primero desees tener una cita romántica. Es decir, que “vemos lo que queremos o podemos ver”.
¿Qué es y cómo funciona la proyección?
La proyección es un mecanismo neurótico, es decir, un mecanismo de la parte enferma de nuestra psique (ojo, aquí enferma significa negada). Como bien dice el psicólogo español Francisco Peñarrubia: “La proyección es la tendencia de hacer responsable al mundo de lo propio, de lo que se origina en uno mismo”.
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Entonces, podemos llegar a proyectar sentimientos, intenciones o acciones de las que inconscientemente no nos queremos hacer cargo. Y ésa es la razón por la cual criticamos tanto a alguien que se pone un escote pronunciado, tiene una vida sexual muy activa o hace cualquier cosa que en el fondo deseamos, pero no nos atrevemos a hacer, decir o sentir.
Para ello, es importante prestar mucha atención para aprender a sanar, ya que lo que nos choca, nos checa.
¿Cómo dejar de proyectarse para sanar?
La respuesta es simple. Y es tan sencillo como cuestionarnos por qué nos molesta tanto algo o alguien y hacernos a nosotros mismos la siguiente pregunta:
¿Y eso en qué me afecta?
Pregúntate por qué te afecta tanto eso y descubre tus áreas de oportunidad psicológicas, para después ponerte en acción para hacer, sentir o vivir aquello que tanto deseas y que nunca te atreviste a realizar… ¡Listo!
Por Charo Otero
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