Vacas en un campo Vacas en un campo

“Cow’s menú”: hamburguesas amigables con el medio ambiente 

La manera en la que nos alimentamos y el cambio climático están profundamente interconectados. La forma en que producimos, distribuimos y consumimos alimentos tiene un gran impacto en el medio ambiente y, a su vez, el cambio climático afecta la capacidad de producir alimentos de manera sostenible. 

En esta ocasión, hablaremos sobre la manera en que la producción de carne y productos derivados (leche, huevos) son de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, también revisaremos que se pueden construir alternativas desde la propia industria ganadera. 

El ganado, especialmente los rumiantes, como vacas y ovejas, libera grandes cantidades de metano (CH), un gas mucho más potente que el CO₂, en términos de su capacidad para atrapar calor. Si buscamos nuevas maneras de criar ese ganado, tal vez aportemos un poco a mitigar el cambio climático. 

El cambio climático 

El cambio climático se refiere a las alteraciones significativas y a largo plazo en los patrones climáticos globales o regionales. Estas alteraciones incluyen variaciones en la temperatura, precipitación pluvial y fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes o sequías. 

Si bien el clima de la Tierra ha cambiado de manera natural a lo largo de millones de años, el cambio climático al que nos referimos en la actualidad es en gran parte causado por actividades humanas, especialmente desde la Primera Revolución Industrial. Una de esas actividades es la producción de alimentos, en particular, la ganadería.   

El costo climático del ganado 

El costo climático del ganado se refiere al impacto ambiental que tiene la producción ganadera en términos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y otros efectos negativos sobre el medio ambiente. 

Muchas veces hemos leído o visto en medios que la ganadería ha sido muy afectada por el cambio climático, en particular, por las sequías, sin embargo, esta actividad no sólo es víctima del cambio climático, sino que también lo provocan. Se calcula que la ganadería es responsable de alrededor del 32 % de las emisiones de gases de efecto invernadero como metano, óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono. Estos gases provienen del proceso digestivo del ganado, el uso de fertilizantes y la deforestación para crear tierras de pastoreo o cultivar forraje. 

Además de las emisiones, la ganadería genera un alto consumo de agua, contribuye a la degradación del suelo y la deforestación, y afecta la biodiversidad. El uso intensivo de tierras para la producción de carne es menos eficiente que para la agricultura destinada al consumo humano directo. También provoca contaminación del agua y del aire debido a los desechos y el uso de fertilizantes. 

Lemongrass (mi abuelita le llamaba té de limón) 

El lemongrass o hierba de limón o té limón (Cymbopogon citratus) es una planta aromática perteneciente a la familia de las gramíneas. Es originaria de regiones tropicales de Asia, pero se cultiva en muchas partes del mundo, incluido México, debido a su versatilidad y múltiples usos. La planta es conocida por su característico aroma y sabor cítrico, similar al del limón, de donde deriva su nombre. 

Es muy utilizado en la cocina asiática, especialmente en la tailandesa, vietnamita e india, para dar sabor a sopas, curries, tés y marinados. Se utiliza tanto en fresco como en seco. En México, se usa principalmente en infusiones, como parte de la cocina contemporánea, en remedios naturales y en productos cosméticos y aromaterapia, entre otros. Y en el resto del mundo se le ha descubierto una nueva cualidad y uso en ¡las vacas! 

Planta de limoncillo

Cow’s menu 

Una empresa de hamburguesas financió durante 5 años una investigación en diversas partes del mundo, de una dieta basada en lemongrass (té limón) para el ganado como una posible solución para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular el metano producido durante la digestión de los rumiantes (como vacas y ovejas). 

Este enfoque se basa en agregar lemongrass al alimento del ganado, ya que se ha observado que ciertos compuestos presentes en la planta pueden alterar el proceso de fermentación en el rumen, reduciendo la cantidad de metano emitido hasta en un 33 %. Esto se debe a que el lemongrass, en la dieta del ganado, puede cambiar el equilibrio microbiano en el rumen (uno de los estómagos de las vacas), reduciendo la producción de metano. Este efecto se atribuye a los aceites esenciales y compuestos bioactivos presentes en la planta. 

Vacas comiendo en un ganadero

La patente de este suplemento alimenticio para el ganado fue liberada para su uso colectivo a través de un estatus de open source, el cual establece que no se debe pagar absolutamente nada por usar la fórmula. La empresa que financió esta investigación ha declarado que lo hace como una contribución a buscar soluciones a problemas que ellos mismos han generado. Muchas granjas ganaderas en todo el mundo ya están usando esta fórmula. 

Este tipo de estrategias podrían ser una parte clave de las estrategias sostenibles para reducir las emisiones de metano en el sector ganadero y combatir el cambio climático. 

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