C. Tangana, El Madrileño, en el escenario, vestido con un traje amarillo brillante y gafas de sol, mientras sostiene un micrófono bajo una luz de foco dramática. C. Tangana, El Madrileño, en el escenario, vestido con un traje amarillo brillante y gafas de sol, mientras sostiene un micrófono bajo una luz de foco dramática.

Esta ambición desmedida: “El Madrileño”, de C. Tangana

Antes de ser El Madrileño, antes de ser Crema y antes de ser C. Tangana, Antón Álvarez Alfaro nació el 16 de julio de 1990 en Madrid, España. Desde pequeño, mostró su gusto e inclinación hacia la música. 2006 es el año en que inició su carrera musical. 

Mayormente influenciado por el hip-hop, beats de boombap y un temprano estilo de rapear, comenzó a formar sus primeras composiciones y barras junto a sus amigos y ahora colegas. De este modo, y adoptando el alias de Crema, Antón empezó a hacerse un hueco en la escena más underground del rap español. 

Agorazein 

Tras varios años de tratar de pegar su música, ahora bajo el pseudónimo de C. Tangana, Pucho inició un grupo de rap-trap junto a Sticky M.A. y el productor DJ Fabianni. Éste fue uno de sus últimos intentos para alcanzar una mayor exposición en el género urbano español. 

Agorazein, como nombraron al grupo, los hizo despuntar y comenzar a tener cada vez más seguidores y éxitos medianos, entre los que destacan “100k Pasos” y “Planes”. Posteriormente, como solista, Antón se fue desenvolviendo en el trap y RnB, haciéndose de un grupo de fanáticos más grande con cada nueva canción. Así llegamos a 2016, año en que su carrera despegó de manera internacional. 

 

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Fuente: Instagram C. Tangana

“Antes de morir quiero el cielo” 

Sin dejar el trap de lado, Pucho inició un viaje en diversos géneros como el afrobeat y dancehall, influenciándose de géneros ajenos al suyo, tales como el flamenco, la salsa y las rumbas. De esta etapa artística nacen sus primeros hits, que lo posicionaron como el líder de la nueva generación de raperos españoles. “Antes de morir”, “Persiguiéndonos” y la inolvidable “Mala Mujer” empezaron a sonar por toda Europa y Latinoamérica, colocando su nombre en boca de todo el género urbano. 

Sus constantes aciertos musicales hicieron consolidar a Antón como el máximo exponente masculino de la nueva ola española, explorando innumerables estilos y dejando barras para la historia. Tras Ídolo, su primer disco, siguió cosechando un nombre y reputación, preparando así el camino para su segundo álbum, enfocado mayormente en el trap experimental y bajo la dirección de su amigo y productor de confianza, Alizzz. 

De esta forma llega Avida Dollars, siendo una reflexión sobre la fama, el dinero, las relaciones y un modo de hacer notar su posición como gigante, tanto en el aspecto comercial, como en el artístico. Así bien, nos podemos dar cuenta que C. Tangana es un artista conceptual; sin embargo, nadie esperaba lo que estaba a punto de suceder tras el éxito de su disco. 

Sin cantar, ni afinar… El Madrileño 

Todos estaban a la espera del siguiente paso de Antón en la música. Tantas expectativas, tantas teorías, y, sobre todo, la seguridad de que C. Tangana, tras Avida Dollars terminaría de coronarse en el trap y reggaetón. Sin embargo, Pucho sorprendió a absolutamente todos tras el estreno de “Un Veneno”, una canción con un sonido totalmente diferente al que se solía escuchar de su parte. Guitarras flamencas, melodías suaves y una letra que, más que sonar a algo urbano, nos transportó a otra época por completo. Así se nos dio a probar uno de los primeros destellos de su ópera prima: El Madrileño. 

Tras una temporada de casi no sacar música, y una serie de giras por el mundo, una musa nostálgica acompañó a C. Tangana, haciéndolo adentrarse en la música más tradicional del folklore español y géneros clásicos de Latinoamérica. De este modo, El Madrileño dejó de ser una idea y se convirtió en un proyecto. Invitados de todas partes de Iberoamérica de la talla del ganador del Oscar, Jorge Drexler, Andrés Calamaro, Niño de Elche, Omara Portuondo o Carín León formaron parte de este ambicioso proyecto. 

Los beats ya no eran de trap o reggaetón, las voces ya no exageraban el autotune y las letras ya no reflejaban un ambiente urbano. El Madrileño llegó a cambiar, no solamente la visión de Antón, sino que, significó un parteaguas en la industria. Algo jamás visto antes. Un trapero haciendo flamenco, sones cubanos, bachata y escribiendo letras de despecho, introspección y amor, así como juntándose con varias de las leyendas más grandes de cada género que decidió pisar. 

CAMBIA! 

Finalmente, tras tanta espera, el 26 de febrero del 2021 llegó El Madrileño, acaparando toda la atención y llevando a Pucho a otro nivel en la escena que pocos llegaron a imaginar. 

Ya no sólo era el mayor exponente urbano de España junto a su colega y expareja Rosalía, sino que, trascendió el género y se convirtió en una leyenda viva no sólo del trap, sino, de la música en general. Grammys, halagos y giras lo llevaron a sacar La Sobremesa un año después, que consta de una ampliación del primer disco, siendo una versión Deluxe. 


Fuente: Instagram C. Tangana 

C. Tangana ya no sólo tenía los hits y el respeto como rapero. Este disco le valió un gran reconocimiento no sólo de medios y colegas, sino de sí mismo. La autenticidad que llevaba buscando por fin había llegado, y esta ambición desmedida había llegado a su fin. O al menos, a una pausa.  

Sólo queda esperar a su siguiente paso y deleitarnos de uno de los artistas más completos de la historia iberoamericana. Pucho, Antón, Crema, El Madrileño o C. Tangana, llámese como se llame, sea como sea, se ha consagrado como único en su especie y definitivamente, uno de esos artistas de los que se hablará para la historia de la música.  

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