Listón que representa el Día Mundial de Prevención del Suicidio Listón que representa el Día Mundial de Prevención del Suicidio

Salud mental, una prioridad: Día Mundial de Prevención del Suicidio 

10 septiembre, 2024
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De acuerdo con datos del Gobierno de México, desde el 2003, la Organización Mundial de la Salud ha declarado el 10 de septiembre como el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. 

El objetivo es sensibilizar a la población al reconocer al suicidio como un acto que tiene un origen multifactorial donde la interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociales y ambientales pueden generar dicho desenlace. Bien podrían prevenirse al promover la responsabilidad de la población sobre los factores externos o exógenos dentro de los cuales sí podemos intervenir, como los sociales, que podrían ser tratados a nivel sistémico dentro de las instituciones como la familia, la escuela, el trabajo, etcétera. 

Por otra parte, informando a la población sobre las alternativas sanitarias disponibles para aquellos que padecen trastornos mentales, se podrían combatir las causas endógenas o internas, como los factores genéticos y biológicos. Todo ello a través de la promoción de los servicios psiquiátricos con médicos especializados y medicamentos oportunos, así como la gran variedad de tratamientos psicológicos disponibles para tratar el origen de la problemática a nivel individual y sistémico familiar. 

Recordemos que el suicidio ocurre como respuesta ante una percepción de dolor psicológico o físico insoportable que, sin la ayuda de especialistas y el apoyo de la familia o una red de apoyo, es difícil de combatir. 

Estadísticas sobre el suicidio 

Con base en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México pasó de 5.3 suicidios por cada 100 mil habitantes en 2017 a 6.3 por cada 100 mil en 2022. Es decir, de 6494 suicidios por año, pasó a 8123 en 2022, lo cual indica un alza significativa en tan sólo 5 años. 

Alza en la tasa de suicidio en México | Fuente: INEGI 
Alza en la tasa de suicidio en México | Fuente: INEGI

Dichos datos se enlazan con causas básicas como la depresión que, en otra encuesta del INEGI, el 16.3 % de mujeres arriba de los 18 años y por 9.1 % de hombres de la misma edad aseguraron haberla padecido. 

Ésta y otras condiciones pueden ser tratadas preventivamente para evitar desenlaces como el suicidio, que generalmente se genera por estados de sufrimiento que la persona ya se cree incapaz de tolerar.  

Según la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio (IASP), este fenómeno es una de las veinte 20 principales causas de muerte a nivel mundial en todas las edades y se manifiesta en aproximadamente 40 suicidios por segundo, o lo que es igual, unos 800 000 suicidios por año. 

¿Qué factores intervienen en la prevención del suicidio?  

Si el suicidio tiene causas multifactoriales, entonces debemos atender a cada factor. Por ejemplo, respecto a factores biológicos y genéticos, la prevención de la depresión y ansiedad en toda la población permite que se evite la herencia genética de factores predisponentes en siguientes generaciones. 

Factores genéticos y biológicos 

Cuando tenemos señales claras de depresión o ansiedad, como pueden ser cambios en el peso de más del 10 %  en menos de un par de meses, llanto excesivo o pérdida de la capacidad de llorar, de la motivación en general, estados muy bajos de energía o excesivos, ataques de pánico que incluyen palpitaciones, sensación de muerte, anhedonia (pérdida del deseo o la satisfacción por las cosas que antes nos gustaban) o bien si hay un ambiente social y familiar agresivo, violento o con tendencia a reprimir a las personas. 

En todos estos casos, es necesaria la intervención psicológica e incluso en algunos de ellos, el uso de medicamentos prescritos por médicos psiquiatras que ayuden a regularizar los síntomas físicos mientras se tratan las causas psicológicas de origen, para erradicarlas y después poder dejar los medicamentos paulatinamente. 

Ambiente psicológico-social 

Podemos decir que uno de los factores más importantes es la familia como un núcleo o red de apoyo base que permite a la persona sentir que no está sola y puede hacer frente al sufrimiento. 

Investigaciones sugieren mayor predisposición en personas solteras, divorciadas o viudas. En el caso de niños y adolescentes, las familias que viven en extrema tensión y violencia entre padres o hermanos, suelen tener mayores índices de suicidio. 

Incluso se han encontrado correlaciones entre pertenencia a comunidades religiosas y menor taza de suicidio ya que en ocasiones la comunidad religiosa sustituye a la familia. Todo ello siempre y cuando la comunidad sea percibida como red de apoyo y sea respetuosa de los derechos del individuo. 

La comunidad budista, por ejemplo, al tener como precepto la aceptación y trascendencia del sufrimiento, orienta a sus practicantes sobre las formas de manejar el dolor y la insatisfacción, dando un marco de referencia perceptual de apoyo. 

Dentro de estos factores ambientales, podemos agregar el consumo de alcohol y otras sustancias que generalmente es causado por problemas y modelos familiares o sociales, donde la persona para poder sentirse parte de un grupo o para escapar de ambientes estresantes o aburridos recurre a sustancias. 

Cuando el ambiente físico no es pertinente, como en países nórdicos como Finlandia, donde pueden pasar varios meses en completa oscuridad haciendo que biológicamente se desregulen los ritmos circadianos de las personas, al no recibir la luz del Sol y no poder segregar suficientes neurotransmisores como las endorfinas (que se relacionan con la felicidad), entonces en estos países deben seguirse medidas específicas como suplementos o tipos de lámparas especiales para que la biología humana no tienda a la depresión o ansiedad por causas físico-ambientales. 

Acciones básicas para prevenir el suicidio 

Ahora pasemos a las acciones básicas para prevenir el suicidio una vez que la idea suicida se ha hecho presente.

1. Infórmate y pregunta

Artículos especializados y revisiones médicas y psicológicas pueden darte respuestas pertinentes acerca de tus dudas sobre qué hacer si tienes pensamientos suicidas o alguien cercano los tiene. Por ejemplo, se vale preguntarle a alguien: ¿has pensando en suicidarte? Parecerá excesivo, pero si la respuesta es afirmativa, de inmediato podría acudir con un especialista en salud mental y dejarlo en manos de los profesionales. 

2. Procura un ambiente pacífico y establece conexiones sanas

La familia es nuestro primer núcleo social y a veces aprendemos dentro de casa conductas violentas subversivas, como el sarcasmo, o evidentes, como los golpes. Debemos reconocer todo tipo de conductas y estilos de comunicación que no sean asertivos y saludables, es decir, donde alguien pase por encima de nuestros derechos o nosotros pasemos por encima de los derechos del otro. 

El primer paso es identificar este tipo de conductas y hacer esfuerzos por erradicarlas, ya sea por voluntad propia o con ayuda de profesionales de la salud mental. 

Imagen del Gobierno de México sobre los mitos y realidades del suicidio

3. Escucha y mantente comunicado 

La empatía y el cuidado mutuo que necesitamos para tener una buena red de apoyo depende mucho de nuestra capacidad de escuchar y atender a las necesidades del otro, así como de hacer saber nuestras necesidades. De lo contrario, nos sentiremos solos y esa es la causa por la que una persona podría pensar que no puede con el sufrimiento. 

En caso de que alguien te declare intenciones de suicidio, definitivamente hay que creerles y el siguiente paso es solicitar atención especializada inmediata. 

4. Autocuidado (sueño, ejercicio, alimentación) y mantenerte a salvo

A veces nacemos con personalidades cuyo temperamento es depresivo o ansioso, motivo por el cual debemos tener especial cuidado de nuestra higiene mental y conductual, procurando no generar desbalances fisiológicos por falta de sueño, carencia de ejercicio (que puede ser un antidepresivo y ansiolítico natural extraordinario), o creando condiciones hormonales y nerviosas como la inflamación sistémica al consumir exceso de grasas saturadas, harinas y azúcares. Es por ello por lo que los cuidados básicos físicos son también necesarios. 

En caso de personas con pensamientos suicidas, mantener alejados el alcohol, medicamentos y posibles elementos punzocortantes es también una forma de cuidado si alguien ya declaró intenciones de suicidio. Tan importantes como tener comida saludable en la cocina, espacios pertinentes para dormir y para el desarrollo de actividades físicas que nos ayuden a generar endorfinas y dopamina. 

Número de teléfono de la Línea de la Vida

5. Pide ayuda

En muchas ocasiones, la gente a nuestro alrededor no tiene la suficiente información sobre cómo ayudarnos, pero el simple hecho de que nos escuchen o nos orienten a profesionales de la salud mental sería suficiente para aliviar un poco del dolor físico o emocional que suele experimentar la persona suicida. 

Así que, si detectas pensamientos suicidas en ti o en otras personas, no dudes en pedir ayuda, ya que cualquier intervención basada en el respeto y el amor será suficiente para salir de esa situación, como la línea de la vida 800-911-2000. 

6. Elegir un sentido de vida

Finalmente, elegir hacer algo que dé sentido a la vida, una actividad placentera puede ayudarnos a vivir desde una perspectiva de bienestar. No es necesario que el placer sea extraordinario, con que podamos encontrar un poco de luz y sentido es suficiente para continuar e incluso dejar atrás cualquier tipo de sufrimiento. 

El suicidio puede prevenirse siempre y cuando estemos informados, tengamos una buena red de apoyo y dejemos a un lado los prejuicios acerca de la salud mental y sus potenciales consecuencias. Todo tiene un origen, causas que pueden ser atendidas de manera oportuna y superarlas con éxito.

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