¿Qué es el insomnio? Dormir: una necesidad básica infravalorada
El insomnio es un trastorno del sueño. En muchas ocasiones, no valoramos nuestras horas de sueño como lo que son: una necesidad básica. Si no puedes dormir, te contamos más sobre este trastorno y cómo poder combatir el insomnio.
El sueño: una necesidad básica
Existen distintas formas de categorizar las necesidades básicas de los seres humanos, la ciencia coincide en que dormir es una actividad indispensable, pues durante el sueño se experimentan cambios en las funciones corporales y actividades mentales trascendentales para el equilibrio físico y mental de las personas.
Dormir y lograr un adecuado ciclo del sueño es crucial para que el cuerpo y la mente se regeneren, creando así las condiciones de salud para desempeñar las actividades del día siguiente.
A pesar de su relevancia, existen una serie de desórdenes relacionados con el proceso del sueño que interfieren gravemente en las actividades cotidianas de las personas afectando su calidad de vida, uno de los trastornos del sueño más recurrentes en el mundo es el insomnio.
¿Qué es el sueño?
Para comprender el insomnio como un trastorno del sueño, primero se debe reconocer que el sueño es un proceso cíclico, complejo y vital que se configura de dos fases y distintas etapas que han sido estudiadas y clasificadas mediante sensores que registran los movimientos oculares y la actividad cerebral: el sueño REM (Rapid Eye Movement) y el sueño no REM o NREM.
El sueño REM presenta movimientos oculares rápidos. En esta fase, se tienen la mayoría de los sueños, aquí el cerebro posee la capacidad de almacenar recuerdos y equilibrar el estado anímico. Además, hay estudios que demuestran que el sueño REM estimula regiones del cerebro utilizadas para el aprendizaje.
Mientras que el sueño NREM se configura de cuatro etapas: las primeras dos son de sueño ligero y las siguientes dos de sueño profundo; éstas transcurren de manera secuencial desde la primera hasta la cuarta etapa.
La última etapa consiste en la fase reparadora del sueño que suele producir en las personas la sensación de descanso al levantarse, también es en esta fase que el cuerpo cumple funciones de recuperación metabólica.
Los especialistas coinciden en que los estados de sueño REM y NREM se alternan en ciclos que varían entre 70 y 110 minutos, de modo que, para preservarse el descanso y recuperación de los seres humanos, una persona sana debe completar varios ciclos durante una noche.
A pesar de su importancia, hay trastornos que imposibilitan a las personas a iniciar o mantener el sueño; de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, uno de los más comunes es el insomnio.
Este padecimiento afecta a cerca del 40 % de la población mundial, dato que ha llevado a expertos en el tema a considerar al insomnio como una epidemia de salud pública.
¿Qué es el insomnio?
La Asociación Americana de Centro de Estudio y Tratamientos del Sueño afirma que el insomnio es la “latencia mayor a 30 minutos o dos o más despertares nocturnos y/o vigilia nocturna mayor a una hora y/o tiempo de sueño total menor a seis horas”. Latencia se refiere al tiempo transcurrido desde que te acuestas hasta que inicia la primera fase del sueño.
Entonces, el insomnio se clasifica en relación con su presentación y duración de la siguiente manera:
a) Por presentación
- De inicio: aumento de latencia del sueño.
- De mantenimiento: despertares nocturnos con incapacidad de conciliar nuevamente el sueño.
- Con despertar temprano: despertares más temprano que la hora usual e incapacidad de conciliar nuevamente el sueño.
b) Por duración
- Transitorio: dura algunos días aleatorios.
- De corta duración: menor a un mes.
- Crónico: mayor a un mes.
El principal factor que propicia insomnio es el estrés. Existen estudios que demuestran que diversos factores emocionales, como la muerte de algún ser querido, enfermedades, problemas económicos, hábitos de consumo de alcohol o sustancias adictivas, entre otros, desencadenan estrés crónico, lo que modifica la arquitectura del sueño.
Actualmente, los diversos estudios realizados al sueño permiten reconocer su importancia sobre la calidad de vida de las personas.
Es posible afirmar que los efectos del insomnio no se limitan tan sólo a las alteraciones en el funcionamiento del organismo, sino que afectan el desarrollo de las personas dentro de la sociedad, por ejemplo, la OMS señaló que 30 % de los accidentes automovilísticos se relacionan con el cansancio asociado al insomnio.
¿Cómo tratar el insomnio?
Hoy en día, hay diversos tratamientos que ayudan a las personas a modificar sus hábitos de sueño.
Es importante modificar hábitos de la higiene del sueño. La higiene del sueño es el conjunto de prácticas que ayudan a mejorar la calidad del sueño. Por ejemplo:
- Practicar actividad física de forma regular.
- Llevar una dieta adecuada.
- Tener una rutina antes de dormir.
- Alejarse de las pantallas al menos 20 minutos antes de acostarse.
- Procurar dormir a la misma hora.
Si bien existen muchos fármacos para contrarrestar el insomnio, los efectos secundarios suelen tener un alto costo, por lo que antes de acudir a ellos es recomendable consultar a un médico especialista para recibir un diagnóstico oportuno y conocer las alternativas terapéuticas a las que puedes acceder.
Por Gabriela Sánchez Figueroa
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