¿Por qué surge y se conmemora el Día Internacional de la Mujer?
“Estamos exigiendo nuestros derechos”, “¡Esto no es justo!”, “Sólo alzamos la voz”, “¡Alguien que nos ayude, por favor!”, “¡¡¡NOS ESTÁN MATANDO!!!”. Así deben haberse escuchado los gritos desesperados de mujeres envueltas en una tela violenta, clamando por su vida mientras luchaban por sus derechos y por los de las que seguirían en aquel incendio que lo inició todo.
Un origen incierto, pero con huella visible
Aunque el origen e historia de este acontecimiento es incierto, pues mientras algunos aseguran que sucedió el 8 de marzo de 1908 en la fábrica Cotton de Nueva York (dejando a 129 mujeres como víctimas mortales), otras fuentes insisten que el siniestro tuvo lugar el 25 de marzo de 1911 en la fábrica Shirtwaist Triangle y causó la muerte de 146 personas (123 mujeres y 43 hombres), obreras inmigrantes en su mayoría.
En ambos escenarios, luego de que las trabajadoras se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo, el dueño decidió cerrar con llave para hacerlas desistir, y cuando el fuego se propagó, las mujeres no pudieron salir, muriendo lenta y dolorosamente entre la tela morada que confeccionaban en ese momento, la impotencia y la indiferencia de un sistema que las oprimía.
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La causa del incendio también es incierta, pues hay quienes aseguran que se debió a que las obreras fumaban a escondidas dentro del lugar de trabajo para distraer el hambre. En cualquier caso, más de cien vidas fueron brutalmente finadas en condiciones inseguras y negligentes.
Historia del Día de la Mujer
Sea cual sea el hecho real, el origen del #8M se remonta a mucho antes de cualquiera de esas fechas.
El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil, conocidas como garment workers, en Nueva York, organizaron una huelga. Pedían la reducción de las 10 horas de trabajo, el incremento salarial (que era más de un 30 % menor al que ganaban los trabajadores hombres haciendo lo mismo) y la abolición del trabajo infantil, peleando por sueldos más justos y condiciones laborales más humanas.
Pan y rosas
Sin embargo, cuando iniciaron su movimiento, los agentes de la policía las contuvieron violentamente; pero eso no las detuvo, pues dos años más tarde, las manifestantes crearon un sindicato para pelear por sus derechos.
Cincuenta y un años después, el 8 de marzo de 1908, alrededor de 15 000 mujeres, al grito de “Pan y Rosas” (el pan representaba la seguridad económica y las rosas, mejor calidad de vida), volvieron a tomar las calles de Nueva York para exigir lo que sus antecesoras no habían conseguido, pero por lo que habían peleado: un aumento de sueldo, menos horas de trabajo, prohibición del trabajo infantil y, ahora, el derecho al voto.
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
El 3 de mayo de ese mismo año se realizó en Chicago un acto por el Día de la Mujer, siendo el preámbulo para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se conmemorara por primera vez el Día Nacional de la Mujer. Un año después, en 1910, se llevó a cabo la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, donde el tema principal fue el sufragio para las mujeres, pero, además, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora a petición de Clara Zetkin (líder del “levantamiento de las 20 000”).
La elección de la fecha definitiva de celebración proviene de Rusia y se debe a una sublevación de mujeres contra la guerra, ya que el 8 de marzo de 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año con la caída del régimen zarista.
A partir de ese día, alzar la voz y reconocer que los derechos humanos no se les conceden a todos y todas se volvió primordial, por lo que en 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En 2011, se celebró el centenario del establecimiento de esta fecha conmemorativa con la premisa de Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer (ONUMujeres).
El #8M hoy en día
El #8M no es sólo un homenaje a las mujeres que fueron víctimas de un sistema que no las escuchó, no las ayudó, no les hizo justicia y las acabó matando por negligencia. Ni únicamente es la celebración a la vida de aquellas que hicieron historia peleando por un mundo más justo, sino que es también el grito por todas las que siguen en esa situación precaria mundial.
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Cada día, las mujeres de todos los países del mundo sufren desigualdad y discriminación; falta de oportunidades, violencia, abusos y un trato desigual tanto en su hogar, como en su entorno de trabajo y en sus comunidades es una constante sólo por el hecho de ser mujeres.
La situación de las mujeres hoy: la desigualdad de género en números
- Las mujeres tan sólo ocupan el 24 % de los puestos de poder a escala mundial.
- El salario de las mujeres es un 24 % inferior al de los hombres, aunque realicen el mismo trabajo.
- Casi 2/3 de los 781 millones de personas adultas analfabetas son mujeres.
- 153 países tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres. En 18 de estos países, los maridos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen.
- En todo el mundo, una de cada tres mujeres sufre o sufrirá violencias en algún momento de su vida.
- Se estima que 200 millones de mujeres y niñas sufre mutilación genital a escala mundial.
- En México, según el INEGI, 70 % de las mujeres ha experimentado algún tipo de violencia.
- Hay de 10 a 11 feminicidios al día en nuestro país.
- Tres de cada cuatro mujeres sufre algún tipo de violencia. Una de ésas tres padece violencia física.
- Más del 90 % de las mexicanas asegura haber sufrido algún tipo de acoso.
Por todo eso y más, en 2023, todavía las calles del mundo se incendian con los gritos desesperados de mujeres envueltas en tela violenta, clamando por su vida mientras luchan por sus derechos y por los de las que seguirán.
Jóvenes de todo el mundo marchando por las que faltan y por las que no pueden; hasta que todas sean libres y tengan una vida digna, se seguirá escuchando lo mismo que hace más de 100 años: “Estamos exigiendo nuestros derechos”, “¡Esto no es justo!”, “Sólo alzamos la voz”, “¡Alguien que nos ayude, por favor!”, “¡¡¡NOS ESTÁN MATANDO!!!”.
Por Andrea Morán
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