¿Qué son y para qué sirven los derechos universales de los animales?
En el mundo, más del 50% de los hogares tienen una mascota, y México figura en los tres primeros lugares de países con más animales, aunque esto no se refleja en el cuidado de las mascotas, pues 60% de ellas sufren de algún tipo de maltrato que vulnera sus derechos universales.
¿Cuáles son los derechos universales de los animales?
De manera cotidiana convivimos con diversas formas de vida, ya sea animal o vegetal y las relaciones que los seres humanos establecemos con ellas se liga a nuestra cultura, misma que ha sido regulada a lo largo del tiempo a través de leyes y tratados internacionales que pretenden vigilar la vida social en armonía.
La protección y defensa legal de los animales se discutió por primera vez en 1977; de esta reunión sostenida por la Liga internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas surgió la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, avalada por la UNESCO y la ONU, y aplicable en todos los países que firmaron dicho tratado comprometiéndose a vigilar la conducta de sus habitantes conforme a lo pactado. Como preámbulo de los 14 artículos se establece que todo animal posee derechos. En dicho acuerdo se proclama, entre otras cosas que:
- Los animales nacen iguales y tienen los mismos derechos a la existencia.
- Todo animal tiene derecho al respeto, cuidado y protección del hombre.
- Ningún animal debe someterse a malos tratos ni actos crueles.
- Toda especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
- Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
- Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.
- Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.
¿A quiénes protege la Declaración de los Derechos Universales Animales?
Si bien esta declaratoria no es de carácter obligatorio, varios países se basaron en ella para formular leyes que buscan la protección de los animales, no sólo los que están en peligro de extinción o los animales silvestres, también los animales de compañía; tal es el caso de México, en donde la protección de los animales se establece en distintas leyes y códigos penales que los defienden como sujetos de derecho a la vida, a la prohibición del maltrato y a la protección de sus libertades.
Por ejemplo, el Código Penal Federal especifica que no se pueden usar animales en espectáculos; la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente considera a los animales como parte de los ecosistemas y del medio ambiente; la Ley General de Vida Silvestre enuncia las medidas para salvaguardar a las especies animales de una posible extinción; mientras que la Ley de Responsabilidad Ambiental juzga el sufrimiento innecesario de los animales.
A pesar de estos avances legislativos, en nuestro país miles de animales padecen de la crueldad y maltrato —tanto los que viven en las calles o en su ambiente natural como los domésticos—; por ejemplo, a escala nacional el 70% de los perros se encuentran en situación de calle y 7 de cada 10 sufren de maltrato.
La adopción es una gran alternativa
La adopción de estos animales es cada vez más frecuente en México, sin embargo, más del 70% de los perros que son adoptados vivirán tan solo seis meses en una casa, después terminarán en la calle o en albergues que cada vez requieren más aporte de recursos para cuidarlos, lo que se traduce —en el caso de la Ciudad de México— en que 9 de cada 10 perros y gatos que no son reclamados o adoptados se sacrifican, lo que contraviene a la Ley de Protección Animal de la Ciudad de México y la Ley General de Vida Silvestre en donde se afirma que “el sacrificio de animales sólo debe aplicarse en casos de enfermedad o senilidad extrema”.
La falta de valores que abraza a nuestra sociedad es una de las problemáticas más importantes a las que se enfrenta el combate al maltrato animal, por lo tanto es el quehacer fundamental a tratar si se quieren erradicar estas prácticas de crueldad que solo demuestran la falta de educación y sensibilización ocultas tras los delitos cometidos contra animales.
¿Qué debemos hacer para proteger a los animales?
Es nuestro deber respetar a la naturaleza, a los animales y al planeta pues a pesar de la existencia de leyes a escala global, es tarea de todos valorar a los animales como parte integrante del mundo vivo que cohabitamos, pues cada vez con más frecuencia los animales se convierten en parte de nuestro núcleo social y familiar.
La protección legal de los animales es necesaria por el simple hecho de que se trata de seres sintientes, que perciben el dolor y la angustia; es un acto de humanidad el considerarlos merecedores de respeto ya que su vida es valiosa con independencia de la utilidad que tenga para los seres humanos, de modo que vale la pena reflexionar sobre nuestro actuar y dirigirnos a todos los seres vivos con respeto y consideración, sin importar la especie.
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