¿Estás en un vínculo narcisista y no lo sabes? Te decimos cómo evitarlo
La creación de vínculos inicia desde el momento de la concepción y, desde ese instante, se convierte en nuestro principal anclaje con la vida y la supervivencia. Para el terapeuta estadounidense Stanley Keleman, todo vínculo comienza con el diálogo que tenemos como bebés con nuestra madre. Es decir, en un vínculo con el contacto y el cuerpo.
El vínculo narcisista
Como nacemos siendo un individuo que necesita, nuestra primera relación es de narcisismo primario, es decir, estamos fusionados con nuestra madre. Posteriormente, al crecer, nos separamos de ella, y ocurre un narcisismo secundario, pues nuestro objeto de amor es otro diferente de mí.
El psicólogo francés Didier Anzieu afirma que identificamos la piel como el límite con los demás y como nuestra fuente de contacto con el mundo. Es decir, ocurren tres etapas:
- Nos creemos uno con la madre.
- Después, cobramos conciencia del Yo y obtenemos afecto de la madre por medio del contacto (pulsión de apego).
- Y, finalmente, creamos una estructura propia gracias al contacto amoroso al que se agregan nuestras palabras, las cuales son nuestro último estrato en la creación de vínculos a través de la comunicación verbal que, idealmente, debe ser congruente con la corporal.
Sin embargo, este proceso puede resultar en una falla de incorporación de la personalidad, lo que deriva en neurosis (un trastorno nervioso con la realidad) o en psicosis (en el que se pierde un gran grado de la realidad).
¿Cómo llegamos a este vínculo neurotizante o psicotizante?
Supongo que conoces esas relaciones en las que las personas se tratan de manera muy paradójica: una lastima a la otra y ésta es cariñosa con aquélla; una dice preocuparse por ti y, en realidad, te ignora siempre. Pues bueno, estas relaciones paradójicas son las que neurotizan a quienes son la parte que padece el abuso.
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Por supuesto, estos vínculos no sólo se reducen a las relaciones afectivas, pueden ocurrir también con los lazos familiares y es aquí donde los sujetos son propensos a padecer una afección grave que los psicotice.
¿Cómo evitar los vínculos paradójicos?
Pues el primer paso es detectarlos, detectar cualquier mensaje que sea paradójico en nuestras relaciones, como “te amo, pero no puedo llamarte”; “te quiero, pero no me gusta tocarte”; o “eres lo más importante en mi vida, pero necesito olvidarte”.
Cuántas veces no hemos estado en relaciones que nos mandan mensajes paradójicos y nos quedamos ahí esperando, así que el segundo paso es ser congruentes, principalmente con nuestra salud mental y autoestima. ¡La clave es ésa!
Por Charo Otero
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