La cuesta de enero. Evita que tus cuentas caigan
La popular cuesta de enero es una situación que seguramente le ha sucedido a la mayoría de las personas, haciéndonos llegar a pensar incluso que es normal que suceda; no obstante, la realidad es otra. Todo está en cómo nos administremos económicamente. Si te identificas con este pesado inicio de año, te invitamos a leer estos consejos:
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La cuesta de enero consiste en un periodo de dificultades económicas que se produce principalmente por el mal manejo del dinero personal, aunado al incremento de productos y servicios.
¿Por qué suben los precios?
Sin duda este fenómeno se da a causa de la inflación– ¿no sabes qué la produce? Da clic AQUÍ– y a otros factores, como la alta demanda del crudo y de otras materias primas. Lo cual no significa que la producción no se dé abasto ni que las materias primas no sean suficientes. Sin embargo, para evitar esto, tanto los productores primarios como las industrias suben sus precios. Esto sucede en todo el mundo, por lo tanto los estados y bancos deben controlar este aumento y así evitar que sea perjudicial para la sociedad.
Sin embargo, sí nos perjudica… El principal problema es la falta de planificación en las finanzas, lo cual está relacionado con la temporada de fiestas decembrinas, en cuyas fechas solemos gastar más de lo debido, ya sea por adquisición de productos que regularmente no nos permitiríamos gastar; o en regalos y cenas ostentosas para la familia. Desafortunadamente no contamos con que los precios subirán, y nuestro ingreso será el mismo y el dinero extra que teníamos se habrá ido como el agua en gastos innecesarios.
Por lo tanto, para afrontar esta situación es indispensable tener educación financiera para administrar tu dinero. Este tema no está reservado para empresarios, banqueros o profesionales. Sin más, aquí te damos unos consejos que te ayudarán afrontar esta crisis.
- Crea una lista de tus ingresos y gastos, así tendrás en cuenta cuánto dinero tienes y en qué lo estás gastando.
- Elabora un presupuesto que abarque cada uno de tus gastos, por ejemplo, 25% para renta o hipoteca, 25 % para comida, 10 % para transporte, 15 % para tus gustos, 20% en ahorro y 5 % para imprevistos.
- Si tienes deudas, no adquieras otras para saldar las que ya tienes y enfócate en pagar las que son de mayor urgencia.
- Si haces compras, evita utilizar la tarjeta de crédito y evita gastar más de lo que ganas.
Parece difícil, pero ser constante es la clave. Para lograrlo, busca nuevas oportunidades de crecimiento laboral, las cuales te ayudarán a obtener mayores ingresos y a administrar aún mejor tus finanzas. El secreto radica en no ser impulsivos y reflexionar sobre nuestras necesidades reales de compra.
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