¿La meditación puede cambiar la conducta y el juicio en nosotros mismos?
¿La meditación puede cambiar la conducta y el juicio en nosotros mismos?

¿La meditación puede cambiar la conducta y el juicio en nosotros mismos?

La meditación, de acuerdo con los psicólogos Guido Aguilar y Andrea Musso, es un estado acrítico de autoobservación, es decir que nos miramos a nosotros mismos sin emitir juicio o crítica alguna sobre dicho estado. Observamos cómo pensamos, pero sin pensar; cómo sentimos, pero sin sentir, y, en general, todos nuestros procesos cognitivos ocurren sin hacer un metaanálisis de ninguno de ellos. Te preguntarás, entonces: ¿esto cambiaría mi forma de ser? 

La meditación y el yoga: usos y efectos 

La meditación, por un lado, puede ser una herramienta terapéutica para quienes necesitan aprender a trabajar con su cuerpo y sus emociones después de alguna rutina estresante; por otro lado, puede ser también una práctica vitalicia que ayude a ejercer cambios más profundos en nuestra persona. Y esto es debido a la autoobservación de nuestros actos, sentires y pensamientos. Una práctica en la que la meditación se une con el ejercicio es el yoga ayurvédico. 

Una acción cuya constancia puede cambiar nuestra vida.

De esta manera, podríamos decir que provocamos, análogamente, una especie de “efecto del observador”. De éste, habla la física cuántica, y menciona que un átomo —al ser observado— puede cambiar su configuración de onda a partícula o viceversa, lo cual cambia automáticamente su conducta operante —aquella que puede ser condicionada— (si quieres conocer sobre esto, da clic aquí). En otras palabras, si nos autoobservamos, podemos cambiar nuestra propia configuración y conducta, lo cual hace posible que modifiquemos nuestra persona.  

Meditación y física cuántica: una analogía mística  

Fuera del ámbito de la psicología, se encuentran corrientes de pensamiento que proponen una relación entre la meditación y la física cuántica, como un intento de explicación científica a aquello que, en varias religiones de Oriente, como el budismo, el jainismo, el hinduismo y otras, se llama iluminación. 

Para algunos, alcanzar la iluminación es vaciar de contenido las barreras que nos hacen decir yo.

Por ejemplo, Olena Klimenco, de la Universidad Cooperativa de Colombia, ha hablado sobre el poder del observador frente al fenómeno de la creatividad, apoyándose en las ideas del físico Amit Goswami, que trabajó sobre las relaciones entre física cuántica y conciencia. Si bien causa escepticismo la posibilidad de proveer evidencias de este cambio “a escala cuántica” de nosotros mismos, con base en la meditación (a diferencia de lo que ocurre con el átomo cuando es observado, como en la nota que te sugerimos), la analogía sirve para poner de relieve la profundidad de los efectos que tiene dicha práctica milenaria. 

El hábito hace al monje 

Hay que recordar que la meditación no es una práctica que se sugiera realizar de manera inconstante. Mientras que hay personas que la incluyen en su rutina para mejorar su calidad de vida, existen otras que dedican su vida a ella, para alcanzar otro grado, es decir, funge como un camino espiritual que recorrer. A ti te toca discernir cuál de las dos te conviene.  

 

Por: Charo Otero 

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