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Pinocchio de Guillermo del Toro: una conmovedora versión sobre la muerte, el poder y el valor humano

16 diciembre, 2022
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“Sabes que te van a contar una historia que conoces, pero que en realidad no conoces” dice Guillermo del Toro en el minidocumental de Netflix: Pinocchio. Handcarved Cinema. Y tiene toda la razón nuestro querido director jaliscience. 

Su versión de la historia de Carlo Collodi, publicada en 1883, se aleja de aquéllas aleccionadoras que Disney nos trajo en 1940 y recientemente en agosto de este año (y que pasó sin pena ni gloria, de hecho).  

Es gracias a la genialidad de la dirección de Del Toro y Mark Gustafson que podemos disfrutar, en una animación stop-motion tremenda, un proyecto que tardó 15 años en ver la luz. 

La paternidad de Gepetto 

El primer tema que sale a relucir en la película, y que se mantiene a lo largo de ella, es el del padre soltero. Gepetto es un maestro carpintero del que podemos suponer enviudó a causa de la guerra o cuando su esposa dio a luz a su hijo Carlo (nunca se aclara). 

A lo largo del filme, observamos la transformación de Gepetto antes de Carlo y después de Pinocchio, es decir, de ser un padre amoroso a uno que desea que su hijo sea como él quiere que sea y no como es 

La temática del padre soltero, hasta este punto, puede parecer cliché. No obstante, Del Toro desliza en esta figura otra representación del control o del poder (que veremos más abajo) para revertirla en una de la aceptación del otro y, por supuesto, en la reconciliación del padre con su hijo. 

Dos figuras del poder: Podestà y el conde Volpe 

La vida de Pinocchio se encuentra rodeada de personajes que le dicen qué hacer y cómo debe de hacer las cosas. En las versiones de Disney, por lo regular, es Pepe Grillo quien funge como su conciencia, como la parte moral que debe guiar las decisiones que tome. Con Del Toro, en cambio, tenemos a J. Sebastian Cricket cumpliendo un papel similar pero con comentarios fatalistas sobre el dolor de la vida. 

Sin embargo, no es el grillo quien representa una figura de poder porque no se encuentra dentro de Pinocchio toda la película. Para ello, tenemos las figuras siguientes: 

Conde Volpe 

Es el dueño de un circo ambulante que sueña con convertir en Pinocchio en su esclavo mediante la fama, el espectáculo y la fortuna. Además, su caracterización con una nariz larga lo pone en el mismo estatus de mentiroso que al protagonista. Él es la representación del poder de la industria del entretenimiento que se alía al poder del Estado.

Podestà 

Este personaje es un miembro de las fuerzas militares italianas comandadas por Mussolini. Así como Volpe, Podestà vela por sus propios intereses y ve en Pinocchio un “supersoldado inmortal” a quien hay que disciplinar primero para convertirlo en un modelo a seguir para las juventudes de Italia en la guerra. Él representa el poder armado y es la consumación de una paternidad autoritaria. 

Por último, la muerte y el tiempo 

Hay dos personajes ultraterrenales que representan la polaridad de la existencia en el filme. Según menciona J. Sebastian Cricket, son “espíritus del bosque”. Uno le da la vida a Pinocchio mientras que el otro representa la muerte y el tiempo.  

Ambos espíritus son hermanas y se caracterizan de una peculiar manera: con ojos en las alas (a la manera de los ángeles del Antiguo Testamento), con máscaras del teatro griego y figura femenina antropomorfa. No obstante, como buen guiño que Del Toro nos hace a los espectadores, el espíritu de la muerte y el tiempo parece una esfinge, ya que la muerte representa para nosotros un enigma. 

Es en pláticas de Pinocchio con este último espíritu que se trata el tema de la experiencia en conjunto con la familia y los seres amados. A su vez, de una manera un poco más velada, se representa la continua desgracia de una vida sesgada por la violencia de la guerra. 

A pesar de que estos temas sobre el poder y sobre la vida y la muerte pueden sonar pesadas, Del Toro logra tratarlos con mucha soltura en una película que está pensada para toda la familia. El interés de “ser humano” que hay en Pinocchio nos regresa a la parte más esencial de nuestras vidas. 

Por tanto, si aún no has ido a verla, te sugiero que aproveches para hacerlo. No es necesario ser un fan de Guillermo del Toro para disfrutar de un gran animación y un gran elenco detrás de las voces de estos entrañables personajes. 

Por Alonzo Caudillo 

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