¿Por qué humanizamos a los perros y cómo detectarlo? 

Te pasa que vas a alguna plaza, mercado o tienda de supermercado y por todos lados ves ropa para nuestro perro, super cool y dan ganas de comprarle todo el outfit, sus tenis, sudadera, gorrita y lentes… y ¿cómo no? Todo lo que tenga que ver con perros está de moda: hay muchos juguetes, pecheras y comida de todo tipo, es tanto que no sabemos qué elegir. 

Buscamos darle lo mejor a nuestros lomitos y en ocasiones terminamos humanizándolos, porque eso es lo que sabemos hacer. 

¿Por qué “humanizamos”? 

Humanizar consiste en darle características humanas a algo que no las tiene, como los sentimientos, emociones o apariencia física. Y por supuesto que los canes tienen sentimientos, lo podemos ver en su comportamiento hacia nosotros o incluso hacia otros: se enojan, sonríen, tienen gustos y evitan las cosas que no les agradan. 

De un tiempo para acá, la humanización le ha dado un sentido positivo para nuestros perros: ahora duermen en nuestras camas, pasan menos tiempo en las azoteas y nos acompañan en nuestros viajes. Nos damos cuenta de que pueden vivir con nosotros de otra forma y eso los ha ayudado a adaptarse también. 

@emma.thefrenchie

Se tenia que decir y se dijo!😎 Creditos del audio @TODO CUENTA PODCAST #perros #dogs #frenchbulldog #humanizar #dogsoftiktok #frenchie #bulldogfrances

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Pero… ¿en qué momento esto deja de ser positivo para el perro? Y la respuesta más sencilla es “cuando el perro deja de ser perro”. 

Su naturaleza lo explica todo 

Nuestros lomitos son mamíferos que viven en grupos sociales y su naturaleza es pepenadora (por eso aman sacar la basura de su lugar). Pero… ¿esto que significa? Principalmente, que no necesitan zapatos ni ropa. Ya sé que esto es duro porque nos encanta cómo se ven, pero lo que realmente necesitan de nosotros es que aterricemos nuestras expectativas sobre ellos a lo que su naturaleza requiere. 

Los perros necesitan convivir con otros perros, pero no sólo los de nuestros vecinos o los que tenemos en casa. Ellos quieren saludar a todos los que se encuentren mientras pasean, y por supuesto, también a la gente. Puedes preguntar durante el paseo si pueden olfatear a los otros lomitos, verás que sí, lo que fomentará que disfrute mucho salir y que sea más social. 

Por otro lado, el perro hace un esfuerzo enorme por acoplarse a nuestro mundo: entiende cuando estamos tristes, nos defienden, sobreviven en la calle con el poco alimento que encuentran, satisfacen nuestros gustos y se dejan besuquear por nosotros. 

@eltiempo

¿Está mal tratar a los perros como un hijo?, esto dicen expertos. #Mascotas #Humanizar

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Es importante hablar también del desarrollo físico. Tenemos la idea de que debemos cansarlos para que en casa estén tranquilos, y que parte del ejercicio es fundamental en su bienestar, pero no lo es del todo. Los perros no corren diario varios kilómetros, mucho menos cuando son jóvenes. 

Lo que ellos necesitan es olfatear y entre más lo hagan, es mejor. Requieren paseos relajados si es que queremos que estén tranquilos. Si empezamos a correr con ellos cuando son pequeños, vamos a fomentar que haya lesiones graves cuando sean adultos. Necesitamos considerar que sus huesos y articulaciones están en desarrollo hasta los 2 años de edad. 

¿Cómo saber que el comportamiento del perro ya no es “normal”? 

Existen comportamientos que nos indican que nuestro lomito está siendo humanizado: 

• Ladran mucho en la calle. 
• Problemas de socialización. Dificultad para poder saludar a los perros, no tienen que ser amigos de todos, pero tampoco es ideal que se aíslen. 
• No quieren pisar cierto tipo de suelo. 
• No olfatear en el paseo. 
• Pierden la curiosidad. 

La forma más fácil de poder vivir con ellos y no desequilibrarlos es aprendiendo de su especie y detenernos a observar lo que requieren individualmente. Afortunadamente ya hay más información con base científica disponible y que nos puede dar una visión integral sobre la forma en que estos maravillosos seres nos acompañan. 

Recuerda: son perros y necesitan expresar y vivir conforme a su naturaleza, de nosotros depende que esta interacción sea exitosa para ambas partes. 

Por Sandra Guevara