Los pigmentos más difíciles de conseguir

Los pigmentos siempre van estar presentes para inspirar a la moda, al arte o incluso la fe, pues están culturalmente asociados a nuestra vida diaria.

Los pigmentos siempre van estar presentes para inspirar a la moda, al arte o incluso la fe, pues están culturalmente asociados a nuestra vida diaria.

Los colores son tan antiguos como la historia del ser humano, con ellos se han creado simbolismos que incluso hasta nuestros días siguen rigiendo parte de nuestras ideas; es más, debemos muchas de nuestras elecciones a estas arraigadas concepciones que, incluso, industrias completas como el diseño y la moda han sabido aprovechar. ¿Pero siempre fue tan fácil de conseguir una playera azul o un tinte rojo para el cabello?

Azul

Es quizá uno de los colores más importantes en el arte y en la decoración desde la Antigüedad. Se extraía de la piedra semipreciosa lapislázuli, y su fama se debe a que fue ampliamente utilizada en el antiguo Egipto para joyería y ornamentos:

Más tarde, en el Renacimiento, fue usado para crear el pigmento ultramar, el más caro de todos los pigmentos de la época:

También fue usado para pintar los ventanales de las catedrales y en el manto de la Virgen María, convirtiéndose en el color de la santidad, humildad y armonía:

Sin embargo, fue reemplazado por el índigo más fino de Sudamérica:

Para el siglo XIX los colorantes azules sintéticos reemplazaron gradualmente a los pigmentos y tinturas minerales.

Rojo

Además de ser un color primario, data desde la prehistoria y fue uno de los primeros colores en ser utilizado por los artistas. La razón es porque resultaba atractivo para el ojo humano y tenía una fuerte relación con la calidez abundante de la naturaleza. Por lo mismo, tuvo un significado especial para muchas culturas.

En varios lugares del mundo simboliza alegría y buena suerte, mientras que para el clero de Europa significa la sangre de Cristo, elemento sustancial de la doctrina católica (tanto que el título de “cardenal”  proviene del color que usaban tradicionalmente en sus ropas).

Hoy en día, la cultura occidental asocia el rojo con el amor romántico. Asimismo, queda una reminiscencia de las vestimentas medievales de los nobles, quienes podían practicar el “amor cortés”, así como a la sangre del sacrificio de Cristo, pues “amar te duele”.

Un dato importante es que el rojo cinabrio se extraía de un mineral altamente tóxico por estar compuesto de sulfuro de mercurio. No obstante, esto se desconocía y fue ampliamente utilizado por los egipcios. Mientras que en la época romana se consideró más valioso que el ocre rojo de África o el azul egipcio.

Morado

Entre la gama de colores es el tercero más difícil de extraer. Es considerado un color piadoso, atrevido y poco convencional al combinar; se asocia a la espiritualidad, creatividad y la elegancia. En la Antigüedad el púrpura se obtenía de la tinta de los moluscos (Bolinus brandaris) que viven en las costas de Líbano:

El proceso de extracción es muy complejo y muy pocas personas conocían la técnica. Primero se tenía que pescar por lo menos 250 animales sólo para obtener una onza de color; luego, se ponía a secar varios días al animal hasta que sacara por sí solo el líquido violeta. Como es de suponer, su precio era extremadamente caro, por lo que únicamente personas adineradas y miembros religiosos podían acceder a esta tonalidad. Por esta razón, el morado está íntimamente relacionado con la monarquía y la Iglesia:

Los pigmentos siempre van estar presentes para inspirar a la moda, al arte o incluso la fe, pues están culturalmente asociados a nuestra vida diaria. Aunque también podemos admirarlos en su estado natural, como los colores de la naturaleza.

Otro dato curioso es que mientras en Europa y África generalmente los pigmentos se extraían de minerales, en América había técnicas para poder crearlos a partir de insectos, tallos u hojas, como el famoso carmín de cochinilla fabricado por el pueblo náhuatl con la grana cochinilla del nopal: