La historia de Agripina la Menor y de cómo manejó los hilos del poder detrás de Nerón
La historia de Agripina la Menor y de cómo manejó los hilos del poder detrás de Nerón

La historia de Agripina la Menor y de cómo manejó los hilos del poder detrás de Nerón

Incesto, sexo, amoríos, envenenamiento, traiciones, seducción, asesinatos y complots podrían parecer la trama de una telenovela mexicana o el resumen rápido de Game of Thrones. Pero, en realidad, nos referimos a la vida de algunas mujeres cercanas al poder, como Malitzin, Agripina (la Menor y la Mayor), Livia, Ester, la Reina Isabel, Eva Perón y Lady Di.   

Ellas —entre muchas más— aportaron a la política de su época y movieron los hilos del poder sin que nadie se diera cuenta. Y todo ello desde su relegada posición de madres, hijas, hermanas, amantes y esposas, condición por la cual sus nombres nos suenan familiares y no tanto por ser ellas mismas.  

Agripina la Menor: su vida y el poder 

Tomemos como ejemplo a Agripina la menor, quien puede ser conocida, únicamente, como la hermana del infame Calígula y la madre del aún más infame y odiado Nerón. Sin embargo, ella es mucho más que eso. Hay historiadores que aseguran que, de no haber sido por ella, su familia entera hubiera quedado fuera del Imperio y de la historia de Roma.  

Convencida de que su padre, el general Germánico, fue asesinado por el emperador Tiberio tras el exilio y muerte de su madre, Agripina se propuso devolver el poder a su familia a como diera lugar, como una especie de pago por las humillaciones y atrocidades de las que fueron objeto.  

Con paciencia, aceptó años de exilio a los que fue condenada por su hermano Calígula, en medio de su decadente salud mental, acusándola a ella y a su hermana Livia de conspiración. A la muerte de su hermano, su tío Claudio subió al trono y le permitió regresar para reunirse con su hijo —fruto de su primer matrimonio—, y buscar el futuro que quería para él como emperador.  

Agripina
Busto de Agripina la Menor. Fuente de la imagen: Cronología del Imperio. 

Se casó nuevamente y su marido murió envenenado, lo que aprovechó para unirse a su tío. Después de la muerte de Mesalina, la tercera esposa de Claudio, Agripina se casó con él y, al morir éste (convenientemente envenenado también), Nerón, adoptado por el occiso, toma el mando como el emperador.  

Agripina la Menor: su muerte y el poder 

Ella sabía que su hijo no era un hombre de bien y que no se tocaría el corazón para deshacerse de ella en cuanto le estorbara y así fue, Nerón intentó envenenarla sin éxito (porque ella, la más lista de las listas, tomaba una pequeña dosis de veneno diaria para hacerse inmune). Luego, trató de matarla hundiendo el barco en el que viajaba (ella nadó para salvarse), hasta que, finalmente, logró asesinarla a punta de espada, pero Agripina sostuvo su promesa de regresarle el poder a su familia, aunque le costara la vida. “Que me mate, con tal de que reine”, dijo. 

Nerón
Busto de Nerón. Fuente de la imagen: Historia National Geographic.

Si bien la muerte de Agripina no suena a una victoria, su vida estuvo encaminada a conseguir el poder para los hombres a su alrededor y lo logró, con métodos cuestionables, pero con una meta clara. Tal vez, en otro momento, ella hubiera luchado por el poder para ella misma, pero sabía que, en esa época, aquello hubiera sido una empresa imposible. Como ella, miles, quizás millones de mujeres a lo largo de la historia han estado detrás, a un lado, al frente, encima y debajo de hombres poderosos, ayudándoles a conseguir ese lugar. 

Por Andrea Morán 

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