El símbolo del jaguar, entre el mito y el presente americano
Para las comunidades originarias de América, su comprensión del mundo atraviesa por otros umbrales. Los saberes de estos pueblos se constituyen por mitos, símbolos y otros elementos con los que ordenaron el mundo.
Dentro de esta concepción, los animales tenían una función simbólica importante. A lo largo del continente, se repiten varios íconos y sus figuras revelan serpientes, águilas y jaguares. Especialmente estos tres aparecen en diversas culturas con ciertos grados de diferencia. Tepeyolotl es la palabra que se usa en náhuatl para referirse al jaguar. Literalmente esta palabra significa “corazón del monte”.
El orden del cosmos
En esta teogonía, el orden del cosmos se ordena arriba y abajo con las fuerzas naturales. Arriba se encuentra la luz; abajo yace lo oscuro. La combinación de ambos crea las cosas en la realidad física. Así como es necesario el Sol para que crezcan las plantas, se requiere del humus y de la oscuridad de la tierra para que las plantas germinen y den fruto. Es por esta razón que los jaguares estaban relacionados con la fertilidad.
El símbolo del jaguar en Mesoamérica
Para los mesoamericanos, el jaguar pertenece a las entrañas de la tierra y estaba relacionado con el ocaso y con la noche. En las iconografías que sobrevivieron a la Conquista, se pueden ver escenas donde los gobernantes están vestidos de jaguares, lo que hace suponer que el jaguar estaba relacionado con el poder. Un ejemplo de ello es el mural que aparece en Cacaxtla donde se aprecia un gobernante ataviado de jaguar.
Venerado por los pueblos americanos, el jaguar siempre apareció como un símbolo imponente relacionado con la noche. Se piensa que en algún momento el hábitat del jaguar se había extendido por casi toda América porque hay representaciones en México, especialmente en Teotihuacan, donde hay murales extensos que mostraban a este animal en diferentes escenas.
En Perú, el jaguar es conocido como uno de los animales simbólicos más importantes, a pesar de que en la actualidad en los andes sus avistamientos son muy pocos (en 2022, se reportaron dos avistamientos a más de dos mil metros de altitud en Ecuador). En la región de Chavin de Huantar, se han encontrado esculturas con rasgos de jaguar.
Algunas de las tesis que sostienen los antropólogos sobre las motivaciones que llevaron a los olmecas a esculpir las cabezas gigantes son las de representar un rostro humano con rasgos de jaguar. En México existían dos elites de guerrero, los guerrero águila y los guerreros jaguar. Desde niños se escogían a estos guerreros y en el caso del guerrero jaguar estaban relacionados con Tezcatlipoca, el dios de lo oscuro.
En la región maya, el jaguar era también símbolo de poder y se referían a él como Balam o Chaac. Se le relacionaba con el número nueve, porque nueve son los niveles de los inframundos. Dentro de su mitología, hay referencia a una figura mágica que se llama Uay Balam que tiene forma de jaguar y se dice que es un brujo. Se le rendía culto antes de la siembra para que fuera próspero el trabajo con la tierra.
En Perú, tanto en la montaña como en la selva, el jaguar representa la fuerza de la existencia. Su fiereza es ante todo el impulso para pasar todas las pruebas de la vida. Para vivir se requiere de fiereza y una afirmación de la vida. La experiencia vital tiene que ser contundente y determinada. Vivir con esa decisión requiere de fuerza, aceptación de un orden cósmico. Aún hoy se considera al jaguar como un espíritu protector. En algunos rituales, es invocado para que su fuerza ayude a concretar una actividad de difícil resolución.
El jaguar es el tercer felino más grande del planeta y el depredador más importante de la región. A pesar de su astucia y sagacidad, su especie se ha visto disminuida de manera significativa. La expansión de la vida urbana y la destrucción de los ecosistemas han orillado al jaguar a refugiarse en algunas zonas donde hoy su extinción es un peligro permanente.
Celebrar y respetar al jaguar
A partir de 2018, cada 29 de noviembre se celebra el Día Internacional del Jaguar para concientizar a la población de su importancia para el equilibrio y la salud de los ecosistemas.
Para su protección se han creado programas de reproducción y reintroducción y de mejora genética, de conservación de hábitat que eviten la deforestación. Si hacemos caso a los mitos y símbolos de las comunidades originarias de América, podremos decir que mientras el jaguar exista, la noche sabrá rugir y de la oscuridad seguirá brotando la vida.
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