Verónica Langer en entrevista presenta su novela Las Larvas Verónica Langer en entrevista presenta su novela Las Larvas

En entrevista Verónica Langer nos habla sobre su novela “Las larvas”

13 diciembre, 2023
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El pasado 26 de noviembre, en el marco de la Feria Internacional de Guadalajara en su edición 2023, se llevó a cabo la entrevista con la actriz, guionista, dramaturga y ahora narradora argentina-mexicana Verónica Langer, quien nos habló sobre su primera novela: Las larvas, publicada bajo el sello de Hachette Literatura, del grupo editorial Hachette Livre México. 

Alonzo Caudillo. Supongo que eso te lo han preguntado antes, pero ¿por qué, después de la actuación y de la dramaturgia, decidiste incursionar en la narrativa?  

Verónica Langer. Fue algo que yo no esperaba. De hecho, este texto surge de un proyecto teatral. Empecé a escribirlo como una obra de teatro con una amiga que nos iba a conducir a David Gaytán (quien escribe un pequeño texto en la solapa del libro, y que es un dramaturgo joven muy bueno) y a mí, en este proceso. 

Pero, a medida que lo iba escribiendo, me di cuenta de que era una narración que no era una obra de teatro y entonces decidí enfilar hacia allá. Cuando terminó ese proceso hicimos los tres una especie de presentación y lo guardé después en un cajón. Pero como que el texto me decía que tenía que hacer algo más con él, entonces lo empecé a compartir y tuve buenas retroalimentaciones: lo pulí, le di un ajuste de tuercas hasta que estuvo listo. 

Verónica Langer en entrevista presenta su novela Las Larvas publicada bajo el sello Hachette Literatura del grupo Hachette Livre México.
Verónica Langer en entrevista presenta su novela Las Larvas. Créditos de imagen: Irvin Lujano

AC. ¿Cómo fue ese proceso estilístico? Porque me imagino que la escritura del guion de teatro es muy diferente.

VL. Es que, en realidad, nunca me lo planteé como es. He escrito otras obras de teatro, he escrito guiones y he dado talleres de guion durante muchos años. Aquí no fue la idea de hacer un clásico guion con inicio, nudo, desenlace, que es el esquema, digamos, tradicional de la estructura un guion, sino simplemente es irse dejando llevar por este diario. Entonces fue fluyendo el diario y por eso no es una obra de teatro, nunca fue una obra de teatro, siempre fue este diario.

Por otro lado, no, no tenía ese sentido arriba de un escenario. O podría tenerlo con un tipo de montaje que lo permitiera. Pero fue un texto narrativo desde un inicio. No lo tuve que cambiar. 

AC. ¿Crees que sería viable en algún momento que alguien más lo trabajara para poder hacer una puesta en escena?

VL. Tal vez sí, tal vez sería bonito que alguien lo hiciera para teatro. Sí.

AC. Mientras estaba leyendo la novela, parte de la historia me recordaba a la película Alguien voló sobre el nido del cuco con Jack Nicholson. Entonces me preguntaba cuáles habían sido las influencias que te llevaron a poner la voz de Aurelio [protagonista de Las larvas] dentro de la novela.

VL. Sí, esa fue una película que prácticamente se estrenó cuando yo era muy joven o bastante joven. Atrapados sin salida se llamó en español, ¿verdad? Sí, fue una historia que me marcó mucho también. Por ejemplo, pienso en este personaje [Aurelio], todas las diferencias del mundo salvadas, pero me recuerda al Lazarillo de Tormes, que es así como el pícaro que lleva al ciego por todas partes pero que está ganándose la vida. Es un poco ese tipo de personaje, ¿no? Que vive fuera de cualquier cosa institucional, fuera de la sociedad y que tiene que salir adelante y se vale de lo que sea.

AC. Fíjate que también me recordó mucho a María de mi corazón. Sólo que el proceso del personaje de María, cuando entra a la institución, es todo lo contrario de lo que ocurre con Aurelio. Veía todos estos encuentros y desencuentros entre ambas narrativas, porque eso ocurre en una clínica. 

VL. Claro, sí. Aquí lo que sucede con Aurelio es que él siempre ha estado ahí y ya no puede salir. En ese sentido sí se parece al personaje de María de mi corazón: o sea, ya cuando uno entra, aunque salgas, sigues adentro; romper con esa experiencia es realmente imposible.

Verónica Langer en entrevista
Verónica Langer en entrevista. Créditos de la imagen: Irvin Lujano

AC. También la novela está llena de mucha ternura. La voz de Aurelio es muy tierna por momentos, en los momentos en los que convive con las larvas al darles una libertad diferente de la que va viviendo. En ese sentido, ¿fue para crear mayor empatía con el lector? Porque no es una mirada clínica.

VL. No, él no tiene para nada una mirada clínica. No, como te digo, para mí ha sido un poco una sorpresa llegar a este momento y nunca pensé en un lector. O sea, en todo caso podría haber pensado en un espectador, pero nunca pensé en darle un guiño a nadie de nada. Todo para mí es un regalo porque está sucediendo, por decirlo de algún modo.

Entonces sí, es que Aurelio es un poco a pesar de sí mismo: él quisiera ser más rudo e irse a ligar a las chicas del pueblo y ser un tipo que además funciona en la sociedad, pero no le sale. Y, en vez de eso, empieza a engancharse con estos personajes a los que en teoría no quiere, a los que en teoría desprecia, pero porque también es una larva. Y lo fue y lo sigue siendo. Entonces, como en ese escaloncito más arriba que está, decide ayudarlos, pero lo decide muy impulsivamente, sin saber hasta dónde. Siempre se mete en problemas un poco a pesar suyo, ¿no? 

AC. Veo que uno de los hallazgos más afortunados que tiene tu novela es la figura de las larvas. Como tal, creas un símbolo que no había visto anteriormente en otros textos ubicados en una clínica.

VL. Sí, a mí esto me vino un poco pensando en estas, ya ves, como cositas grises y feas. Y entonces imaginármelos enroscados en unas sábanas sucias fue mi primera imagen. Después esta palabra (larvas) fue creciendo: las larvas son muy feas, pero no sabes qué hay adentro, son un misterio; y a lo mejor de ahí sale una mariposa maravillosa: esa posibilidad de lo que se esconde. También por eso me gusta mucho este pedacito de este texto de Rilke que se llama Las preguntas sin respuesta, que pongo de epígrafe, porque una larva es también una pregunta sin respuesta.

AC. Y digamos, a riesgo de espoilear a los lectores, ¿qué es lo que pudieras tú decirles, invitarles a decir para que leyeran tu novela?

VL. Pues los invitaría a sumergirse en este mundo de la diferencia, en darles voz a los que no la tienen, como en el caso de Kiki, que es un caso extremo de una persona que no habla, que no tiene capacidad de articular las palabras.

Cuando vemos gente así, con la que yo he tenido la oportunidad de estar en contacto, siempre tenemos esa duda. Decimos: ¿qué está pensando y puede pensar? ¿Puede opinar, está contento deveras? Es un completo misterio, ¿no? Entonces, sumergirse un poco en ese mundo de los que no tienen voz. 

AC. Ahora que lo mencionas, pareciera como si Kiki fuera el doble o el espejo de Aurelio en cierto modo, en ciertos momentos.

VL. Sí, para mí debo decir que Kiki es el coprotagonista de Aurelio. Es el que además despierta el alma de Aurelio, o sea, lo pone en contacto con su sensibilidad. Es con quien más se engancha, entonces es que le permite desarrollar todo este mundo.

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