Annie Ernaux, la ganadora del Nobel de Literatura, que revindica la memoria ante el dolor
Ver con la imaginación o volver a ver por medio de la memoria es el patrimonio de la escritura.
El acontecimiento. Annie Ernaux
Annie Ernaux, francesa de origen, recibió el premio Nobel de Literatura 2022. El jurado afirmó en su fallo que el premio a Annie Ernaux es “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, extrañamientos y restricciones colectivas de la memoria personal”.
Annie Ernaux, de 80 años, es la autora de varios libros traducidos al español: Los armarios vacíos (1974), El acontecimiento (2000), El lugar (1983), Los años (2008), Una mujer (1987), y varios más.
Sus novelas se inscriben en aquella categoría conocida como “autoficción”, en la que el material de la escritura es la vida de la voz autoral. Sin embargo, ¿qué hace especial la obra de Annie Ernaux como para haber recibido el premio Nobel de Literatura?
Annie Ernaux y la autoficción
La autoficción es un ámbito vago para la escritura literaria. Si se le pudiera definir, sería aquel discurso que oscila entre la ficción (y con él el pacto ficcional) y la vida con todos sus hechos y referencias. Pero no cualquier referencia, sino la de la persona que escribe. En este sentido, en las novelas de Annie Ernaux encontraremos su vida relatada a partir del recuerdo y de su novelización.
Annie Ernaux: la memoria, el dolor, las injusticias
Las memorias, las cartas, la autobiografía, en teoría, no ponen una distancia entre la persona que escribe y la voz que relata un texto. Ejemplos hay, como las Confesiones de San Agustín. Pero en el caso de Annie Ernaux, partes medulares de su vida se ven envueltas en un trabajo descriptivo que siempre se acerca a lo que nosotros conocemos como “lo literario”. He ahí la magia de la autoficción.
Verbigracia, El acontecimiento, novela que relata su aborto clandestino a los 23 años, sigue una línea narrativa que pudiera parecer anodina al inicio pero que, al llegar al punto climático, revienta de significaciones más profundas con las que hubo un trabajo muy fuerte desde la memoria. Cabe destacar que la novela fue llevada al cine el año pasado y que ganó el León de Oro de Venecia.
La novela no dramatiza su experiencia sino que la expone con una descripción precisa, sucinta y con un uso mínimo de lenguaje poético. Todo esto convierte la escritura de Annie Ernaux en una denuncia y crítica de la violencia contra el cuerpo femenino, las leyes de los hombres que lo restringen, y las prácticas de humillación y culpabilidad sobre él. La actualidad del tema nos hace sospechar si en verdad han pasado 50 años desde que Annie Ernaux vivió en Francia tal acontecimiento.
Annie Ernaux y el resto de la lista de nominados
Por otro lado, había varios nombres favoritos dentro del círculo literario. El de Salman Rushdie, autor de Los versos satánicos, era uno, sí por su obra pero también por el atentado que sufrió en agosto de este año; el de Maryse Condé, autora del Evangelio del Nuevo Mundo, era otro muy sonado, sobre todo por haber recibido el Nobel Alternativo en 2018.
Y de entre otros autores europeos como el francés Houllebecq, el noruego Jon Fosse y el rumano Mircea Cartarescu, había conocidas autoras de habla inglesa como las canadienses Margaret Atwood y Anne Carson; la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie y aun la china Xi Xi.
Curiosamente, Latinoamérica brilló casi por su ausencia, pues los únicos propuestos fueron el narrador argentino César Aira y, más extraño aún, el poeta mexicano Homero Aridjis. Mención especial merece Noé Jitrik, crítico literario, poeta y académico, que falleció a los 94 años el mismo día de la entrega del premio.
Asimismo, no está de más mencionar al eterno candidato de Japón: Haruki Murakami.
Si ustedes conocen la obra de Annie Ernaux, ¿qué piensan de ella? Y, en caso de que hayan tenido otro favorito, ¿quién era y por qué?
Por Alonzo Caudillo
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