¿En verdad se utilizarán estos anticonceptivos masculinos o es una fantasía?
Si en los últimos años en redes sociales te has encontrado con información sobre métodos anticonceptivos masculinos que ¡ya vienen!, como una pastilla no hormonal (YCT529), una inyección de gel (Vasalgel) y, más recientemente, un ultrasonido para manipular la producción de espermatozoides (COSO), la noticia es que ninguno de ellos es aún una opción real.
Anticonceptivos masculinos: la pastilla
Aquí y ahora, hombres o “personas con pene”, en términos incluyentes, que desean posponer su paternidad o de plano nunca ejercerla, sólo tienen dos opciones: cerrarles definitivamente el paso a sus espermatozoides con una vasectomía o hacerse amigos frecuentes del condón externo o masculino.
La pastilla anticonceptiva, desarrollada en la Universidad de Minnessota, Estados Unidos, ha sido exitosa en ratones y se espera que antes de que termine el año 2022 empiecen los estudios en humanos. La expectativa de su eficacia es alta, sobre todo porque no produce efectos secundarios como depresión, aumento del colesterol malo y de peso corporal, que presentaron pastillas con otros compuestos, desarrolladas en momentos anteriores.
Anticonceptivos masculinos: la inyección de gel
La inyección de gel, que ha mostrado eficacia en conejos y monos, se aplica en los conductos por donde viajan los espermatozoides para crear una barrera que impida que salgan. La fundación Parsemus, con sede en San Francisco, California, informó en agosto de 2021 que los creadores seguían desarrollando versiones mejoradas de los compuestos del gel y del método para disolverlo cuando el usuario desee revertir su efecto, pero requerían de recursos económicos para seguir avanzando. Ése ha sido el último comunicado de este desarrollo.
Anticonceptivos masculinos: el ultrasonido
Lo más reciente es la propuesta de COSO, un prototipo que ganó el Premio James Dyson en Alemania, que el cual reconoce los inventos de jóvenes estudiantes de ingeniería en diseño industrial. Se trata de una especie de tinita donde el usuario coloca sus testículos para, a través de un ultrasonido, medir la cantidad de espermatozoides que está produciendo y, con varios bañitos de agua a una temperatura especial, inhibir su producción. Es un proyecto en vías de desarrollo que teóricamente suena viable, pero está muy lejos de ser probado para comprobar su real eficacia.
¿Aceptarán usar estos anticonceptivos masculinos?
Cualquiera que sea el destino de esas tres propuestas, parece que el asunto de la anticoncepción sigue siendo asunto sólo de mujeres, aun cuando el conocidísimo proceso de reproducción nos dice que un hombre podría embarazar a varias mujeres en un año y nunca tendría, como una mujer, que esperar al menos nueve meses para volver a ser padre. ¿El mundo estaría menos al revés si los hombres tomaran una decisión informada respecto a su reproducción y usaran lo que ya está a su alcance como el condón externo o la vasectomía? ¿Hasta dónde impactaría si así lo hicieran? Ahí dejamos las preguntas.
Datos sobre el condón y la anticoncepción masculina
Por otro lado, el condón externo es el único método anticonceptivo que además protege contra la adquisición de una infección de transmisión sexual, es el más barato y el más accesible en comparación con los demás. Un verdadero hit científico y real. Lo triste es que, al menos en México, su uso en la primera relación sexual entre adolescentes hombres de 12 a 19 años lleva estancado seis años en un 80 %.
@pessvalesa Condon masculino ? si tienes dudas déjalas en los comentarios o te contesto por mensaje ✨ #enfermeria #metodosanticonceptivos
Pero sucede algo interesante: el uso de ese condón ha aumentado entre las adolescentes mujeres de ese mismo rango de edad. En el año 2012, lo usó 62 % en su primera relación sexual, y en 2018-2019, lo utilizó el 69 % en ese momento. Son datos de un análisis comparativo entre las encuestas nacionales de Salud y Nutrición 2012 y 2018-19.
Imaginando que las nuevas propuestas ya no fueran fantasía… ¿Cuántos hombres serían constantes en tomarse su pastilla anticonceptiva? ¿Cuántos se atreverían a recibir una inyección en el pene? ¿Y cuántos aceptarían meter sus testículos en una tinita con agua? Si una de las barreras para el uso del condón externo ha sido el machismo, ¿cuánto tiempo tendrá que pasar para que usen esos nuevos desarrollos una vez que estén a su alcance? La ciencia puede hacer su parte, pero antes habrá que continuar tirando prejuicios de género para utilizarla al máximo en nuestro beneficio.
Por Georgina Montalvo
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