Un castillo gótico frente a la Luna llena, en primer plano un libro de ocultismo y una calavera simbolizando los orígenes del terror moderno. Un castillo gótico frente a la Luna llena, en primer plano un libro de ocultismo y una calavera simbolizando los orígenes del terror moderno.

El terror que nos persigue: los inquietantes orígenes del horror moderno

¡Cuán benditas son las personas, cuyas vidas no temen, para quienes el sueño es una bendición que viene todas las noches, y no trae nada más que dulces sueños!  

 Bram Stoker, Drácula.

El terror ha sido uno de los géneros narrativos y cinematográficos más recurrentes a través del tiempo. Su origen es incierto, pero existen diversos autores e historias que moldearon el horror tal como lo conocemos hoy en día. 

El género del terror está asociado de manera directa con una de las emociones humanas más antiguas: el miedo. El gran maestro del género, H.P. Lovecraft, en su ensayo El horror sobrenatural en la literatura señaló que “la emoción más antigua y más fuerte de la humanidad es el miedo, y el miedo más antiguo y más fuerte es el miedo a lo desconocido”. Incluso, podríamos pensar que esa emoción le permitió al hombre primitivo detonar sus capacidades de supervivencia ante los peligros que lo rodeaban y que ponía en riesgo su existencia. 

El terror en la literatura: el origen de las historias de miedo  

Cuando las culturas antiguas escribieron sus primeros relatos, este terror estuvo referido y hasta cierto punto escondido detrás de las memorables hazañas de los héroes de la antigüedad. Imagina el horror de la tripulación de Odiseo al enfrentar al temible cíclope que devoraba a sus compañeros o el terror que sintieron los filisteos al ver a Sansón recuperar espontáneamente su fuerza y derrumbar el templo de Dagón sobre ellos. 

Sin embargo, no sería hasta finales del siglo XVIII con la narrativa gótica que se sentaron las bases para el surgimiento del terror moderno. Durante el siglo XIX, se definió como un género enfocado en el tratamiento del tema del miedo en la literatura. 

El terror de hoy en día, es decir, aquél que ves en películas, series o mangas, cómics y novelas, ha tenido una evolución constante, al menos desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Además, sus temas e historias se han adaptado a las épocas de los autores y de sus espectadores. 

Los seis pilares del horror moderno 

El terror en la actualidad basa sus historias y temas en ciertos escritores que llamaremos “los seis pilares del terror moderno” y que siguen siendo la fuente de inspiración de autores como Lovecraft, Stephen King o Robert Bloch y de cineastas como Guillermo del Toro, Tim Burton o James Wan.   

Tres de estos pilares son los autores de obras que Stephen King considera inmortales: Frankenstein de Mary Shelley (1818), El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Louis Stevenson (1886) y Drácula de Bram Stoker (1897). 

Sobre ellos, dice King: “Tienen algo especial, son los cimientos sobre los que se levanta un enorme rascacielos de libros y películas, esos romances góticos del siglo XX que denominamos la historia moderna de horror”, ya que en cada una de ellas se contiene una criatura asociada a la tradición del terror actual y que parecen imperecederos: el monstruo desconocido de Shelley, que plantea el temor a la soledad y el rechazo; el hombre-lobo, que aunque no es evidente un caso de licantropía, si lo es esa transformación de la respetable persona que busca liberar su lado oculto, y el vampiro, que plantea ese miedo a la muerte y el anhelo de la inmortalidad. 

Los otros tres autores marcan la pauta para la exploración del otro elemento propio del terror moderno: el elemento psicológico. Aquí incluiremos a dos norteamericanos: por un lado, Edgar A. Poe, en cuyas Narraciones extraordinarias se percibe el tratamiento de un terror que radica en la misma interioridad del sujeto que padece trastornos psíquicos y que lo llevan a experimentar verdaderas situaciones de horror.  

Por otra parte, tenemos a Henry James, que nos presenta uno de los relatos que se consideran auténticamente fantásticos La vuelta de tuerca (1898). Finalmente, añadiremos a Oscar Wilde que en El retrato de Dorian Gray (1890) nos presenta la actualización de un tópico común del terror: el pacto demoniaco y sus eventuales consecuencias. Lo ingenioso en Wilde es la manera en que relaciona este pacto con la actitud hedonista de los jóvenes burgueses de la sociedad victoriana y en síntesis con el miedo a envejecer y morir. 

Muchos de los temas que se presentan en los seis pilares de la literatura de terror son recurrentes en la mayoría de las películas, series y literatura actual, pero ¿por qué siguen vivos? ¿Por qué el horror sigue siendo materia constante de la cultura pop? O en palabras de Stephen King: “¿Por qué inventar cosas terribles cuando ya hay tanto horror auténtico en el mundo?”.  

La respuesta a estas interrogantes las puedes encontrar al acercarte a estas inmortales obras del terror y que, para convertirte en un especialista de este género, habrás de leer. ¡Malos sueños y dulces pesadillas! 

Por David Jiménez Ixta

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