8 momentos épicos de atletas afrodescendientes y latinoamericanos en los Juegos Olímpicos
Han pasado ya 128 años desde que se organizan los juegos olímpicos cada cuatro años alrededor del planeta, y a lo largo de este tiempo se han consumado y escrito en las páginas de la historia acontecimientos muy importantes en el deporte olímpico.
Veamos nueve acontecimientos épicos protagonizados por atletas latinoamericanos y afrodescendientes que han dejado una huella en las justas olímpicas. Esta lista no tiene un orden de importancia, ya que cada acontecimiento tiene un matiz diferente de alegría o de tristeza, pero cada una con un toque de espíritu olímpico.
1. El Black Power de Tommie Smith. México 1968
A más de medio siglo de haber sucedido, esta historia aún causa indignación por la barrera racial, y por el hecho de que Tommie Smith haya tenido que recurrir a este acto para ser escuchado, considerado y puesto en los ojos del mundo.
Tommie Smith, atleta norteamericano, ganó la final de los 200 metros planos de los Juegos Olímpicos de México en 1968 en el Estadio Olímpico Universitario, terminando la carrera en tiempo récord por delante del australiano Peter Norman y su compatriota John Carlos. Tanto Smith como Carlos, al caminar al podio en la ceremonia de premiación, lo hicieron sin zapatos deportivos, portando en lugar del calzado calcetas de color negro.
Al recibir las preseas por parte de los jueces o de miembros del comité organizador, y como lo marca el protocolo, se debe de escuchar el Himno Nacional del país al que representa el atleta. En este caso, se escuchó el Himno Nacional de los Estados Unidos. Como muestra de protesta y rechazo al racismo que se vivía en esa época en los Estados Unidos, tanto Smith como Carlos decidieron portar un guante de color negro, el cual empuñan y levantan en lo alto. Al mismo tiempo, agachan la cabeza con la mirada al suelo como muestra de protesta y rechazo a los temas de segregación racial que se vivía en su país.
Resulta interesante que no sólo los dos atletas que portaban el guante expresaron su rechazo, ya que el Australiano Peter Norman, medallista de plata, también se unió silenciosamente a la protesta, portando la pegatina del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, una iniciativa contra el racismo en el deporte.
2. Dream Team USA Basketball, Barcelona 1992
Sin lugar a duda este es otro de los grandes logros y hazañas en los juegos olímpicos. Al ganar el representativo de Estados Unidos la medalla de oro, el equipo de ensueño conformado por jugadores profesionales de la NBA como Michael Jordan y Magic Johnson, y sólo un integrante de Universidad, logran victorias aplastantes sobre de sus rivales. Pero no sólo es el haber ganado por marcadores tan abultados, sino que por primera vez en la historia del olimpismo se diera que un equipo conformado por jugadoras activos de NBA y un jugador de categoría NCAA conformaran este equipo de ensueño.
Éste es sin duda uno de los logros más importantes en deportes de equipo en juegos olímpicos, tanto el romper la barrera del color, como el hecho de ganar la medalla de oro con récord invicto 8-0. Además de generar una gran expectación por ver al equipo de estrellas de jugadores NBA en la duela Montjuic, donde se jugarían todos los juegos para la disciplina de basquetbol.
Las grandes figuras como Michael Jordan (Chicago Bulls) Earvin Magic Johnson (Los Ángeles Lakers), Charles Barkley (Philadelphia 76ers), Scottie Pippen (Chicago Bulls) o la leyenda Larry Bird (Boston Celtics) son de los jugadores que más reacción causaran a propios y extraños, ya que cada uno de ellos es considerado una super estrella del basquetbol de la NBA.
3. Cassius Marcellus Clay / Muhammad Ali. Atlanta 1996
El Rey de Roma en los juegos olímpicos de 1960, el Gran Bocón como uno de sus motes, ganador de la medalla de oro de los pesos pesados en la disciplina de box. En ese tiempo era conocido por su nombre de pila Cassius Marcellus Clay, nombre de esclavo que, con sus propias palabras, dijo no haber elegido ni deseado, lo que le ocasionara ser un perseguido político al negarse a enrolar en las filas del ejército de los Estados Unidos para combatir en la guerra de Vietnam.
Por tal motivo, decidió cambiar su nombre y religión al Islam, adoptando el nombre de Muhammad Alí con la firme idea de que su nueva religión le prohibía ir a la guerra.
Como castigo por negarse a ir al frente de batalla, además de quitarle sus títulos, Alí fue sentenciado a cinco años de prisión y le prohibieron boxear por tres años al quitarle la licencia. Tres años, dos meses y tres días después de coronarse campeón de los pesados.
En esos tiempos, Alí tomó la decisión de arrojar al río Ohio su medalla de oro que ganara en 1960, después de que en su país le negaran el acceso a un restaurante, y citando sus palabras dijo: “Era la primera vez que la medalla de oro dejaba de estar sobre mi pecho, desde el día que el juez olímpico me la puso, el mismo día en que subí al podio con un ruso a mi izquierda y un polaco a la derecha. Por primera vez vi la medalla como un objeto. Había perdido su magia. De repente, tuve clara conciencia de lo que quería hacer con aquella barata pieza de metal y aquella deshilachada cinta”.
En Atlanta 1996, le confieren el honor de ser el último relevo de la antorcha olímpica y el encargado de encender el pebetero. Además, el Comité Olímpico Internacional en nombre del entonces presidente Juan Antonio Samaranch, le entregó una medalla de oro olímpica de reemplazo hecha especialmente en honor a sus logros políticos y culturales.
4. Bernardo Segura y su descalificación en Sídney 2000
El marchista mexicano Bernardo Segura, en la competencia de marcha de 20 kilómetros, formaba parte del pelotón que poco a poco fue disminuyendo y despegando del resto de los competidores. Al final, Segura cruzó la meta en primer lugar por arriba del polaco Robert Korzeniowski y el mexicano Noé Hernández, pero fue descalificado.
Aunque fue una batalla de poder a poder —tanto Segura como Korzeniowski fueron codo a codo en al menos la mitad de la competencia—, a la entrada al estadio olímpico, Segura rebasó a Korzeniowski y culminó la prueba con un tiempo de 1:18:58. Segura y su compatriota Noé Hernández festejaban el haber conseguido el Oro y Bronce, respectivamente, para la delegación mexicana.
Felices de la hazaña lograda para el marchismo, Segura recibe del entonces presidente de México un enlace control remoto en cámaras y micrófonos de una televisora para felicitarle por el logro para el deporte nacional. Es entonces que un juez de pista se acerca a Bernardo para mostrar la 3ª tarjeta de amonestación que lo descalificaba y arrebatándole la presea de Oro que minutos antes había conseguido. Es hasta minutos después que Bernardo se entera de esta descalificación. Este sin duda es de los casos más polémicos y frustrantes para el deporte nacional.
5. Florence Griffith Joyner, Seúl 1988
Florence a la edad de 29 años consigue tres medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y batió las plusmarcas del mundo de 100 y 200 metros planos.
Las preseas de oro fueron obtenidas en las pruebas de 100 y 200 metros planos, y en relevos por equipos en la prueba de 4 x 100 metros planos, y la de plata en 4 x 400 metros planos en el ramo femenil.
Además de romper con el estereotipo de la atleta olímpica, de sólo portar su uniforme, Florence marca la moda en el deporte de pista con peinados altos y estilizados, maquillaje en rostro, uñas largas y pintadas en colores llamativos, mostrando patrocinios de marcas deportivas en su ropa y zapatillas de pista.
6. John Stephen Akhwari, México 1968
Durante la prueba de la maratón en la Ciudad de México, el atleta John Stephen Akhwari de la delegación de Tanzania sufrió lesiones en la rodilla y hombro derecho causadas por una caída a consecuencia de calambres en las piernas. Estas lesiones que le pudieron orillar a abandonar la competencia no lo detuvieron y en una muestra de valor, coraje y espíritu olímpico decidió no abandonar la competencia.
Aun así continuó la ruta completa llegando en el último lugar de los 57 corredores. Mientras que el ganador de la maratón fue el Etíope Mamo Wade con un tiempo de 2:20:26 el Tanzano Akhwari cruzo la meta con un tiempo de 3:25:27.
La hazaña de este hombre llegó a todo el mundo. Se empezó a correr la voz de que había un atleta que estaba aún en la ruta y llamó la atención de canales de televisión locales y de todo el mundo. Reporteros de radio e incluso, productores y cineastas salieron a la calle en busca del atleta que quería lograr la hazaña. El pueblo mexicano salió a las calles a apoyar y vitorear al competidor que a pasos cortos, con muestras de cansancio, fatiga y agotamiento corporal, dejaba ver en su rostro el dolor que le causaba el intento por llegar a la meta de los 42 kilómetros con 195 metros.
Ya había oscurecido, y aun así la policía flanqueaba al corredor alumbrando el paso con las luces de patrullas y motocicletas. Con vendajes en la pierna y agotado, hace su arribo al Estadio Olímpico Universitario con tan sólo unos cientos de personas quienes lo esperaban para verle cruzar la meta y completar la ruta.
En pocos minutos, la noticia había dado la vuelta al mundo. En entrevista con Akhwari, le preguntaron por qué no había abandonado la competencia aun cuando el consejo de los médicos era no continuar, a lo que él respondió: “Mi país no me envió a más de 8000 kilómetros a iniciar una competencia, me enviaron a terminarla”. Sin duda un acto de espíritu olímpico.
7. Abebe Bikila, Roma 1960
Bikila, un atleta Etíope logra ganar la prueba de la Maratón, con una singularidad única: correr toda la ruta descalzo y ser el primer atleta africano en lograr ganar una medalla de oro en la historia de los Juegos Olímpicos con un tiempo de 2:15:16. Lo que lo llevaría ser considerado como héroe nacional en su natal Etiopía.
El maratón de Roma 1960, único en la historia olímpica por realizarse de noche, incluyó en su ruta el Obelisco de Axum, un monumento etíope. La victoria de Bikila frente a este simbolismo colonial italiano fue especialmente resonante.
Aun cuando tenía una oferte de la marca deportiva de las tres barras, Bikila prefirió correrlo descalzo como símbolo de sus raíces y el orgullo de ser Etíope. La elección de correr descalzo reflejaba un profundo sentido de identidad y pertenencia, destacando su estrategia y resiliencia.
4 años después, en Tokio 1964, repite la hazaña de ganar la maratón, aún a pesar de estar disminuido físicamente a consecuencia de una operación de apéndice pocos meses antes de la competencia.
8. Usain Bolt Pelín 2008, Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016
Usain St. Leo Bolt, atleta jamaiquino ya retirado, es catalogado como el velocista y el hombre más rápido del mundo. Además, tiene en sus palmares 8 preseas de Oro en 3 juegos olímpicos, récord olímpico en 2 ocasiones en 100 metros planos, récord mundial en 4 x 400 y además de ostentar el récord del mundo en los 100 metros planos con una marca de 9.58 en el campeonato del mundo de Berlín 2009, marca vigente a la fecha.
Es un atleta en toda la extensión de la palabra, el hombre más veloz del mundo y quien se ha encargado en 3 justas olímpicas de tener al público al borde de la butaca para disfrutar los 10 segundos más vibrantes de las pruebas de pista y campo con la prueba estelar que son los 100 metros planos.
PDFs
GRATIS