

2025: año de la innovación robótica en China
Imagina un robot, no uno cualquiera, sino uno con el que puedas hablar, compartir ideas, incluso guardar secretos. ¿Cómo lo imaginas? ¿Con forma humana o tal vez con forma de animal? Un robot que, además integra IA para interactuar. Piensa en las implicaciones sociales. ¿Quién se haría responsable de sus actos? ¿Sería ético convivir con uno?
La robótica ha permeado todos los ámbitos de nuestra vida, transformando la manera como interactuamos con el mundo. Desde robots que trabajan en fábricas acelerando los procesos de producción, hasta robots con sensores que ayudan a la limpieza de las viviendas recogiendo el polvo con la aspiradora.
Robots “Made in China”
Si bien la robótica se ha expandido globalmente, el caso de China resulta particularmente interesante. Desde 1986, China invirtió en el Plan Estatal para el Desarrollo de Alta Tecnología, su objetivo fue estimular el desarrollo de tecnologías avanzadas en una gama de campos para que China fuera independiente de las tecnologías extranjeras.
A diferencia de otros países donde la adopción de robots se ha dado de manera prudente, en China, el gobierno ha tomado un rol protagónico, impulsado iniciativas como “Made in China 2025”. El objetivo de este programa es automatizar las fábricas y líneas de producción para aumentar la productividad y la competitividad en sectores como la manufactura, la medicina, la logística y la agricultura. Incluso ha creado políticas y regularizaciones para fomentar la innovación y la inversión en el sector de la robótica, simplificando la creación de empresas dedicadas a este campo.
Esta fuerte apuesta por la robótica se enmarca en una estrategia a largo plazo que busca transformar a China en una potencia tecnológica líder. El rápido crecimiento de la industria robótica en el país es un reflejo de esta ambición, y las cifras del Informe Mundial de Robótica lo confirman. El liderazgo de China en la instalación de robots industriales no es casualidad, sino el resultado de décadas de inversión y desarrollo.
El Informe Mundial de Robótica destaca que Asia lidera la instalación de robots industriales con China a la cabeza. La robótica en China se remonta a finales de la década de los años setenta. Surgió con el objetivo de optimizar los procesos de manufactura permitiendo la masificación de productos. En la actualidad, China se ha convertido en el país con mayor densidad de robots industriales en el mundo, superando a países como Japón y Alemania.

Tipos de robots
Los robots se pueden clasificar según su función, sus capacidades de movimiento o su generación. Una de las clasificaciones más interesantes son los robots móviles como los robots con articulaciones, los vehículos automáticos, los robots autónomos y los robots humanoides con IA.
Los avances en robótica industrial y móvil han abierto un nuevo camino para los robots de servicio, diseñados para asistir en el hogar y en el cuidado de la salud. Un ejemplo es Trilobite, la aspiradora robot comercializada en 1996, que ya incorporaba sensores para navegar por los espacios de una vivienda.
Esta evolución ha continuado hasta el desarrollo de robots más sofisticados, como el robot zoomórfico Cyberdog 2 y el Black Panter 2.0, que alcanzan velocidades de hasta 10 m/s y son capaces de interactuar con su entorno de forma más compleja, usados inclusive como compañía.
Dentro de la categoría de robots de función, se integran los robots industriales, los robots médicos y robots educativos. Un ejemplo es el robot exoesqueleto Ekso GT, diseñado para personas con lesiones en la médula espinal, permitiéndoles ponerse de pie y dar pasos.
La Robótica y sus implicaciones en la sociedad
La implementación de robots humanoides propicia una relación cada vez más estrecha con la sociedad actual, lo que ha generado entes regulatorios mundiales con miras a minimizar los riesgos del uso de esta tecnología.
Aunque la robótica ha creado nuevos empleos en áreas como la programación y el mantenimiento de robots, también ha desplazado a trabajadores en áreas automatizables.
La palabra robot proviene de la palabra checa robota, que significa “trabajo forzado” o “esclavitud”. Este término fue utilizado por primera vez en 1921 por el escritor checo Karel Čapek en su obra de teatro de ciencia ficción R.U.R. (Robots Universales Rossum).

En el cuento de ciencia ficción “Runaround” de 1941, el escritor Isaac Asimov imaginó unas reglas que regían el comportamiento de los robots a las que se les denominaron “Las Tres Leyes de la Robótica”. Son un conjunto de normas que asegurarían la convivencia armoniosa entre humanos y máquinas. Estas leyes han tenido una importante influencia en la ciencia ficción y en la robótica. Asimov exploró las implicaciones éticas y filosóficas de estas leyes en sus historias, mostrando cómo los robots podrían interpretarlas y aplicarlas en distintas situaciones.
Humanos 2.0
China nos abre las puertas a un futuro que parece sacado de una película de ciencia ficción. En los últimos 5 años, han surgido empresas líderes en el desarrollo y la fabricación de robots industriales como Siasun y Estun, así como en la producción de drones, como DJI. Además de una serie de robots para la entrega de paquetería, servicios de limpieza, seguridad y atención a personas mayores.
Pero, sin lugar a duda, la creación del robot Tiangong, desarrollado por el Centro Nacional y Local de Innovación Robótica de China, fue un parteaguas para la robótica, ya que además de ser el primer robot de código abierto del mundo, fue también el primero en correr en un maratón. El evento se realizó en Yizhuang en Beijing, China, en 2024, donde el robot alcanzó una velocidad de 6 km/h.

La experiencia china nos muestra que la robótica, con planificación adecuada y una inversión sostenida, puede ser un motor de desarrollo económico y social. El camino que ha tomado China en el desarrollo de la robótica abre un abanico de posibilidades, pero también de desafíos, que el mundo deberá afrontar en las próximas décadas.

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