Cáncer: qué es, cómo afecta y cómo prevenirlo

Todos hemos escuchado sobre el cáncer alguna vez. Cuando nos enteramos de que alguien padece de cáncer, lo asociamos, culturalmente, con una sentencia fatal, pero la realidad es que el fenómeno del cáncer lo desconocemos en profundidad. ¿Cómo conocerlo mejor? Sigue leyendo. 

¿Qué es el cáncer? 

El cáncer es una enfermedad en la que ciertas células del cuerpo de alguna zona en particular se multiplican sin control, pierden su especialización y, por lo general, forman tumores malignos. Además, estas células se van esparciendo por distintas partes del cuerpo, se implantan y continúan reproduciéndose, a esta fase se le llama metástasis. 

Existen distintos tipos de cáncer. Los más comunes son el de colon y recto, de endometrio, de hígado y conducto biliar, leucemia y de mama. 

 Algunas cifras sobre el cáncer 

El cáncer es una de las principales causas de muerte alrededor de todo el mundo. 

Se estima que, por ejemplo, en 2020, alrededor de 10 millones de personas fallecieron por distintos tipos de cáncer: 

• El cáncer de mama es considerado uno de los más comunes, ya que se estima que en 2020 hubo unos 2.26 millones de casos y 685 000 muertes. 
• El cáncer de pulmón se aproxima a 2.21 millones de casos y es el que tuvo más fallecimientos, ya que hubo 1.8 millones de defunciones por este tipo de cáncer. 
• El cáncer colorrectal tuvo 1.93 millones de casos y ocupa el segundo lugar en mortalidad con 916 000 muertes. 

Factores de riesgo del cáncer 

Existen diversos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de tener cáncer, como el consumo de tabaco, consumo de alcohol, una mala alimentación, poca actividad física, la contaminación ambiental, el consumo habitual de alimentos procesados, etcétera. 

También las infecciones crónicas pueden derivar en cáncer. Se considera que aproximadamente el 13 % de casos de cáncer se produjeron a partir de infecciones crónicas. 

Al reducir los factores de riesgo, la posibilidad de desarrollar cáncer disminuye, mas no es nula, por lo que es importante ser conscientes de la detección precoz, es decir, detectar el cáncer en una fase inicial con el fin de aumentar las probabilidades de supervivencia y que el tratamiento tenga un mayor efecto positivo a la salud. 

Detección oportuna 

La detección oportuna ayuda a mejorar la calidad de vida de los enfermos, aunque una de las desventajas de la detección es que, con frecuencia, el cáncer no causa dolor y, por lo general, no se acude al doctor en estas condiciones.  

Aun así, hay ciertos avisos que hay que tomar en cuenta: por ejemplo, sentir un bulto o algo sólido en el seno o bajo el brazo, cambios en los pezones o presencia de fluido en ellos, dificultad para orinar o sangre en la orina, aparición de moretones sin que hubiera un golpe, sangre en el excremento, acidez estomacal que se prolonga por mucho tiempo. 

Es función tanto del médico como del paciente posibilitar el acceso de servicios clínicos para la evaluación y diagnóstico. Con cierta frecuencia, se nota que el paciente esquiva esta parte del proceso como para evitar enterarse de algo a lo que le teme. Además, el medico debe dirigir a su paciente al servicio de tratamiento correspondiente de manera expedita. 

Como se ve, la mejor prevención para el cáncer es tener un estilo de vida saludable, hacerse revisiones periódicas y acudir al médico ante alguna sospecha, por pequeña que sea.  

Por Gabriel Calderón