Casas de retiro: ¿cuánto cuesta y cómo mejorar la atención para adultos mayores?
La población de adultos mayores está creciendo rápidamente alrededor del mundo. Se calcula que, para el año 2050, la población mayor de 60 años será de 33.5 millones de personas en México. Este crecimiento poblacional de adultos mayores trae consigo nuevos desafíos, como la necesidad de brindar atención médica y social de calidad. Hablar sobre la posibilidad de ocupar una casa de retiro con las nuevas generaciones requiere sensibilidad, información y un enfoque positivo.
Impactos en el sistema
En este sentido, es necesario entender que la vejez no sólo son cambios biológicos, sino también cambios económicos y sociales. La vejez tiene una relación compleja e importante con la economía y se ve influenciada también por políticas públicas, las necesidades de las personas mayores y la oferta de servicios para este grupo poblacional.
En México, durante el año 2019, existían 819 asilos y otras residencias para el cuidado de personas mayores según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE). De éstas, el 85 % pertenecían al sector privado y 15 % al sector público. Cabe destacar que el 64 % de los asilos se concentraban en 9 estados (Jalisco, Ciudad de México, Nuevo León, Chihuahua, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Sonora y Yucatán).
El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población generan presión sobre los sistemas de pensiones. Las personas mayores que residen en casas de retiro pueden requerir apoyo financiero adicional del estado o de sus familias.
Servicios y costos de una casa de retiro
El costo de integrar a una persona a una casa de retiro en México puede ser elevado. Sin embargo, existen diversas opciones de financiamiento disponibles para ayudar a cubrirlos.
De acuerdo con la Dirección General de Estudios sobre Consumo (DGEC) de Profeco, en 2018, el costo en una casa de retiro o asilo con un servicio básico oscilaba entre los $2500 y los $20 000 mensuales. El servicio básico considera alimentación, cuidado personal, cuidado médico, actividades sociales y recreativas, y el alojamiento en un cuarto compartido. Generalmente son viviendas adaptadas a las necesidades de las personas.
Una residencia de lujo ronda entre los $25 000 y los $95 000 y ésta cuenta con atención integral, médicos y enfermeras las 24 horas, actividades recreativas, gimnasio, proyecciones de cine, biblioteca, transporte a citas médicas externas, servicios de limpieza y lavandería, personal de seguridad y una habitación personal, estas residencias están diseñadas para cada actividad que se realiza.
Las personas con mayores recursos económicos tienen acceso a una mayor variedad de opciones de casas de retiro, con mejores instalaciones, servicios y atención médica. En cambio, las personas con bajos recursos económicos se ven limitadas a opciones más básicas y con menor atención de sus necesidades.
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Economía plateada
El concepto economía plateada surgió en Japón, en la década de 1970, se comenzó a usar para referirse al creciente segmento de la población mayor de 65 años. En la década de los 80, el concepto se difundió a otros países como Estados Unidos y Europa, donde se comienza a hablar de “economía del envejecimiento”.
Para el año 2000 el enfoque cambió de centrarse en las limitaciones del envejecimiento a una que destaca el potencial y las oportunidades económicas que ofrece la población mayor. Estudia los ingresos y la seguridad económica de las personas mayores, analiza cómo el envejecimiento de la población afecta el crecimiento económico, la productividad, el mercado laboral, los sistemas de pensiones y la seguridad social.
Oportunidades a futuro
A medida que la población envejece, es probable que veamos un aumento en el número de las casas de retiro. El sector de las casas de retiro representa una oportunidad de crecimiento económico y de generación de empleos. La inversión en este sector puede contribuir al desarrollo y adopción de nuevas tecnologías y servicios para las personas mayores.
Los jóvenes, futuros usuarios de las casas de retiro, deben tener presente que se necesita un marco regulatorio para garantizar las necesidades de espacio, características de funcionamiento, organización e infraestructura, calidad de vida e inclusión que deben acatar los establecimientos de los sectores público y privado.
Inclusión
Es probable que se modifiquen las normas actuales para la convivencia dentro de las casas de retiro. El cambio se debe abordar desde todas las partes involucradas en el funcionamiento de estos espacios. Entender que muchos familiares o los propios adultos mayores optan por buscar cuidado institucionalizado, debido a que no tienen cuidados por parte de sus familiares en la comodidad de sus hogares.
Las instituciones educativas en medicina y enfermería deberían incluir en sus programas académicos temas de educación sexual no heteronormativa, realizando intervenciones educativas con temas relacionados a la diversidad sexual, esto podría formar futuros médicos que estén preparados para dar servicio de manera asertiva y humanizar su actitud al presentarse a situaciones que impliquen la atención de la población LGBTTTIQ+.
Pensar en el futuro
La planificación del futuro es fundamental para alcanzar una vida plena. Si bien la idea del retiro puede parecer lejana para los jóvenes, abordarla desde una perspectiva temprana trae consigo múltiples beneficios. En este sentido, es necesario involucrar a la comunidad en la gestión y evaluación de las casas de retiro, promover la cultura del cuidado y la responsabilidad social.
Por Gustavo Ortiz
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