¿Son los emojis una nueva clase de palabras?
¿Son los emojis una nueva clase de palabras?

¿Son los emojis una nueva clase de palabras?

En los últimos años el uso de los emojis dentro de conversaciones coloquiales ha ido en ascenso y todos nos preguntamos cómo cambiará la escritura en las próximas décadas y si las instituciones lingüísticas darán recomendaciones para su escritura o si sólo los seguirán considerando como elementos extraoracionales. Para predecir un poco qué pasará con los emojis, no está de más saber qué son y cómo funcionan.

Todos creemos que los emojis son íconos o simples signos, pero entre estos dos hay una gran diferencia. Los signos sirven como mediadores o interpretantes, los llama Pierce, entre dos elementos que los modifica o complementa; en cambio, los íconos tienen significados dentro de sí mismos, aunque tengan una relación con un elemento de la realidad. Los emojis, según José Manuel Martínez, quedarían más bien en la clasificación de signos, pues ayudan a cambiar el sentido, por ejemplo si alguien escribiera: “¿Quién es esa amiguita tuya? ?”.

No obstante, hay ocasiones en que las conversaciones suelen omitir todo tipo de palabras y sólo usan emojis; esto obliga a pensar en que si no hay nada que medie, ¿funcionan como palabras? Éstas de algún modo también son signos, pero lingüísticos; es decir, tienen un significante (en este caso una grafía) y un significado. Cada palabra, a su vez, se puede dividir en lo que Coseriu llama “semas”, que son unidades mínimas de significado. Por ejemplo, los semas de “silla” serían “sentar”, “cuatro patas”, “madera”, “asiento”, “respaldo”, etc.; cada sema es compartido con otras palabras, como el sema “cuatro patas” que también está presente en “perro”.

¿Para qué sirve saber todo esto si hablamos de emojis? Pues bien, cuando escribimos “perro” o “silla” en nuestra cabeza surge una imagen amorfa con estos semas, no vemos un perro en específico, sino un conjunto de todos los perros del mundo, pero que tengan cuatro patas. Lo interesante viene cuando “perro” se escribe junto con otra palabra. Usemos “blanco”, ahora ya no son todos los perros del mundo, sino todos los perros blancos del mundo que tengan cuatro patas, y no todo el blanco, sino un tipo de blanco que tenemos en la mente, con sus propios semas. El significado se da, entonces, por la oposición de dos términos: perro+blanco. A esto se le llama sentido.

Ahora, todas las palabras son polisémicas y adquieren otros significados de acuerdo a la palabra que los oponga. Porque no es lo mismo decir “perro blanco” que “Eres un perro”, ¿verdad? Lo mismo pasa con los emojis. “La ?  es rica en vitaminas”: ¿Entendiste, cierto? Es porque aunque no sea una palabra, el emoji funciona como tal. Su significante también es un trazo gráfico, pero más elaborado que la consecución de b+e+r+e+n+j+e+n+a.

Al igual que ciertas frases, los emojis están sufriendo un proceso de lexicalización, entonces la ? no sólo se empieza a referir al objeto del mundo real, sino que empieza a tener semas, pero a partir de su gráfica: morada, larga, curveada. ¿Qué otra cosa piensas con estos semas? Sí, sabemos cuál fue tu respuesta. Excepto que el pene no comparte el sema de “morado”. Hagamos un ejercicio: piensa en los semas que tendría el siguiente emoji: ?.

¿Ya? Seguramente lo asociaste con otra palabra que comparte sus semas. ¿Te acuerdas de la oposición de perro + blanco? Hagamos lo mismo: ? ?. Te apostamos que no tardaste en reconocer su sentido. Si se agregan más elementos incluso podríamos formar oraciones completas: ???. Tal vez no pudiste traducirlo del todo, pero entendiste el sentido: “Amo las hamburguesas y la pizza”.

Ése será el futuro de los emojis si avanzan como hasta ahora lo han hecho, su especialización será tal que tendremos emojis para todo y, tal vez, un día tengamos emojis que carezcan de significado, como las palabras gramaticales (preposiciones o conjunciones). Si esto ocurre, se podrán volver un código traducible, al igual que el morse o el lenguaje de señas, por ejemplo.

De ser así, tendremos la capacidad de hacer oraciones y discursos cada vez más complejos y se hará visible la necesidad de normas para que todos entendamos el código. Sí, hoy todavía los emojis son extraoracionales, pero también es cierto que estamos viendo cómo la lengua sufre otro cambio más frente a nosotros. ?, ¿no lo crees????

Por Tonatiuh Higareda

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