¿Ser un X-Men? Conoce la percepción extrasensorial
¿Ser un X-Men? Conoce la percepción extrasensorial

¿Ser un X-Men? Conoce la percepción extrasensorial

¿Qué pasaría si un día despiertas como el Profesor X y te das cuenta de que tienes superpoderes? La percepción extrasensorial —como su nombre lo dice— es aquella que va más allá de nuestros sentidos, como cuando puedes ver sin abrir los ojos, escuchar mensajes sin que nadie te hable, ver algo que está en el futuro y aún no sucede o sentarte en una silla que nadie ve y que crean que estás volando.  

¿Es posible desarrollar la percepción extrasensorial? 

Jacobo Grinberg Zylberbaum, un reconocido neurofisiólogo mexicano desaparecido hace casi tres décadas, pensaba que todos los seres humanos pueden desarrollar la percepción extrasensorial, pero que pocos lo logran. Según Grinberg, individuos como los chamanes y monjes tibetanos que él mismo entrevistaba eran capaces de explorar el potencial de nuestra capacidad cerebral. Para él, todo cuadraba perfecto con su teoría sintérgica, que es la teoría que dice que el espacio vacío es un espacio de alta síntesis de energía y, como tal, posee más información que la materia, que es un espacio de baja síntesis de energía”. 

 

O, para decirlo de otra manera: algo material, como una piedra, tiene baja síntesis de energía (o de vibra baja) y es como 1 + 1 para tu sentido del tacto, por ello, puedes decodificarla, es decir, tocarla. Pero el wifi, y todos los millones de bits de información, son el equivalente sensorial a la última operación de tu materia de Cálculo Diferencial e Integral que hiciste en la prepa y de la cual ya ni siquiera recuerdas cómo resolverla (algo semejante a lo que ocurre al final de Lucy (2014) con Scarlett Johansson). Es información mucho más compleja y tus sentidos no alcanzan a percibirla. Sin embargo, un monje tibetano quizás sí podría hacerlo. Ésta era la explicación que los monjes daban a Grinberg acerca del por qué levitaban.  

En resumen, ellos tienen capacidades sensoriales más desarrolladas que aquellas personas que no nos dedicamos a expandir nuestra percepción sensorial, que tenemos que leer artículos (como éste) para enterarnos de la información que se transfiere por wifi y de lo que aquéllos sí logran ver y sentir y nosotros no. Es decir, nosotros seguimos en la matrix (pero si quieres salir de ella o conocer a qué nos referimos con esto, checa la siguiente nota).  

Ahora bien, conozcamos los siguientes 4 “superpoderes” 

  1. La telepatía: 

    Este poder (que nos recuerda a Kali Uchis) trabaja sobre el principio de la “paradoja Einstein-Rosel-Podolsky” (experimento de entrelazamiento cuántico), que sugiere que dos partículas que interactuaron en algún momento, al ser separadas, pueden manifestar las mismas afectaciones. Grinberg intentó llevar a cabo un experimento que la comprobara pero, evidentemente, existen serias dudas al respecto por parte de la comunidad científica. 

  2. La visión extrasensorial.

    La descripción de esta habilidad es la de “ver sin usar los ojos”. Haz de cuenta que serían como los rayos X de Superman, pero en la vida real. De nuevo, y según Grinberg, sería posible despertar este poder por nuestra conexión con la Lattice.

  3. La clarividencia.

    Si bien es cierto que les hubiera hecho falta a los personajes de Dark (2017-2020), ésta tendría el mismo principio de la visión extrasensorial, sólo que, en vez de poder ubicar objetos en el espacio, nos permitiría buscar acciones en el tiempo (o mejor para eso buscamos la gema del tiempo que tenía el Dr. Strange).

  4. La levitación.

    No nos referimos a aquellos viajes que causan ciertas sustancias alucinógenas, sino a la posibilidad real —que Grinberg atestiguó en su trabajo con los monjes y chamanes con los que estuvo en contacto— de que las personas pudieran estar flotando en el aire. 

Como Leono, que pedía a la Espada del augurio que lo dejara “ver más allá de lo evidente”.

Jacobo Grinberg afirmó en su libro El cerebro consciente (1976) que nuestra falta de entrenamiento (te invitamos a conocer al respecto otra postura sobre la meditación aquí) y sensibilidad nos sesgaba para acceder a estos niveles de la mente. Sin embargo, sabemos que, por cuestiones de metodología científica, aquello que no puede cuantificarse, replicarse y observarse como fenómeno físico queda descartado para ser tomado en cuenta dentro de los parámetros de la ciencia. 

Es cierto que el funcionamiento total del cerebro está lejos de explicarse con plena satisfacción, pero si llegásemos a atisbar algo semejante, tendríamos una versión relativamente viable de lo que ocurre en Sin límites (2011), con Bradley Cooper:

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