

VIRUS H5N1: ¿la gripe aviar será la pandemia del 2025?
El reciente interés por parte de los medios y de las instituciones de salud en el virus H5N1 (gripe aviar) surge por su potencial para causar una pandemia si logra mutar y adaptarse a la transmisión entre humanos.
Pero vamos por partes. Actualmente, la transmisión entre personas es extremadamente rara a pesar de que los científicos han identificado mutaciones específicas en el último paciente grave que se trató en los Estados Unidos durante el mes de diciembre que podrían facilitar esta adaptación. Además, el virus ya ha mostrado capacidad para infectar otros mamíferos como vacas y felinos, lo que aumenta las preocupaciones sobre su evolución.
¿Qué es el H5N1?
El H5N1 es un subtipo del influenzavirus A o alphainfluenzavirus, es un virus de la familia Orthomyxoviridae, un grupo de virus ARN de cadena sencilla, en la cual encontramos a los virus de la gripe. En el caso de los influenzavirus A, causan influenza en aves y algunas veces en mamíferos. Este virus se caracteriza por las glicoproteínas hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N) que se encuentran en su superficie, las cuales definen sus subtipos, de ahí provienen sus nombres, en este caso H5N1 (hemaglutinina 5 y neuraminidasa 1).
Descubrimiento del virus H5N1
El virus H5N1 no es nuevo, fue identificado por primera vez en 1961 en Sudáfrica, en una especie de aves silvestre llamadas charranes o estérnidos, que son aves marinas costeras. Sin embargo, el brote de mayor patogenicidad (que es la capacidad de los agentes patógenos para infectar un huésped y causar enfermedad) surgió en 1997 en Hong Kong, marcando la primera vez que el virus fue capaz de infectar a humanos.
Los casos en humanos registrados han ocurrido principalmente entre trabajadores de granjas avícolas y bovinas, lo que subraya el riesgo que existe en ambientes donde humanos, aves y otros animales de corral tienen contacto cercano.
Importancia veterinaria, económica y biológica
El hecho de que el virus aún no sea capaz de propagarse de humano a humano no quiere decir que no genere un daño en nuestro entorno. Como ya se mencionó, afecta principalmente a aves de corral (pollos, pavos), causando brotes devastadores en las granjas con estos animales.
Para controlar estos brotes, se sacrifican millones de aves y se establecen restricciones en la exportación de productos avícolas. Esto genera pérdidas millonarias en los productores y encarecimiento de productos de la canasta básica como la carne de pollo o el huevo.
Desde el punto de vista biológico, el H5N1 es altamente patógeno y puede causar brotes masivos que eliminan grandes números de aves silvestres en un corto periodo. Esto reduce drásticamente el tamaño de las poblaciones afectadas. Si la población afectada es de alguna especie en peligro de extinción o con poblaciones reducidas, pueden enfrentarse al riesgo de extinción local.
La muerte de aves depredadoras, carroñeras o herbívoras puede interrumpir el equilibrio de los ecosistemas al alterar las cadenas alimenticias, afectando a otras especies dependientes de ellas. Por último, algunas aves silvestres juegan un rol crucial en la polinización y la dispersión de semillas. Su desaparición y/o disminución afecta los ciclos reproductivos de las plantas.
Riesgos a la salud humana
Aunque es principalmente una enfermedad aviar y se ha reportado en algunos mamíferos como los felinos, el H5N1 puede infectar a humanos con contacto estrecho con animales infectados. En los humanos, tiene una tasa de mortalidad muy elevada, de alrededor del 60 %, lo cual le convierte en una enfermedad grave, potencialmente mortal para quien la padece.
Los síntomas son fiebre alta, tos, dificultad para respirar, neumonía severa y fallo multiorgánico. No existe un tratamiento específico para este virus, aunque se ha visto que, si se administran de manera temprana antivirales inhibidores de la neuraminidasa como oseltamavir y zanamivir, el pronóstico mejora radicalmente. Es importante recordar que, por seguridad del paciente, este tipo de fármacos sólo pueden ser recetados por un médico especialista que cuente con una prueba diagnóstica positiva a este virus.
Aunque el uso temprano de antivirales ha demostrado ser eficaz en muchos casos, la mayoría de los pacientes son tratados con cuidados de soporte que incluyen oxigenación y soporte respiratorio, hidratación, control de fiebre y manejo de complicaciones en pacientes graves. No existen vacunas para prevenir esta infección.
¿Es la pandemia del 2025?
Aunque no hay señales inmediatas de una pandemia, organismos como la OPS y la OMS insisten en la importancia de la vigilancia, el desarrollo de vacunas, y medidas preventivas en granjas para evitar que el virus se propague más.
La respuesta a la pregunta de este escrito es que, por el momento, no se vislumbra una pandemia por este virus como la ocurrida con el Covid o SARS-CoV2.

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