Xochimilco, Día de Muertos; de la chinampa al Cuahilama
Conocer las diversas formas de recibir a nuestros ancestros tiene un valor inigualable, por ello, compartimos algunas actividades llevadas a cabo en Xochimilco previo al Día de Muertos a través de este recorrido.
Somos la herencia de un pueblo que vive las tradiciones a flor de piel. Llevamos en la memoria el aroma del copal y las flores; el sabor de la tierra y calor del fogón. Somos la semilla que germina al amanecer y se ofrenda con el anochecer.
Como parte de los pueblos nahuas, la Cementera de Flores (Xochimilco) se prepara a partir del 29 de septiembre, día en que el pueblo de Santa Cruz Acalpixca va al panteón a arreglar las tumbas e invitar a los difuntos a que vengan a la fiesta en su honor, los días 1 y 2 de noviembre. Así lo comenta la maestra Anáhuac González, etnóloga y promotora cultural, originaria de Xochimilco.
La fecha del 29 de septiembre es muy importante; define las primeras cosechas y al mismo tiempo es la primera ofrenda dedicada a la tierra en agradecimiento. La antigua ofrenda xochimilca tenía que ver principalmente con semillas y flores.
Recorrido chinampero
Las actividades previas a Todosantos, puede ser a través de un recorrido por los canales; conocer productos en las chinampas y sembradíos, así como la tradicional flor de zempoalxóchitl. Para ello, puedes embarcar desde el Barrio de la Santísima Trinidad Chililico, un espacio que enmarca perfectamente ese ambiente entre el barrio urbano de Xochimilco y la zona chinampera.
En este lugar, don Nicho, campesino, promotor cultural y turístico, realiza el acompañamiento y recorridos por la zona de cultivos. El trabajo de don Nicho es muy importante en este lugar, enfocándose principalmente en la preservación de los ecosistemas y especies endémicas del lugar. Entre callejones del centro de Xochimilco, conduce a los visitantes hasta la capilla de la Santísima Trinidad Chililico. La capilla es emblemática, ya que fue sitio de grabación de una de las escenas más representativas de la película María Candelaria.
Lo que sigue es embarcar de forma rural y abordar la trajinera que llevará a sus visitantes a regresar en el tiempo. Recorrer el Canal de Apatlaco y hacer varias escalas para ver los sembradíos de zempoalxóchitl (flor de cuatrocientos pétalos), y que, agradecemos a un sabio indígena Xochimilca del siglo XVI, Juan Badiano, una de las primeras descripciones etnobotánicas en latín de esta planta (traduciendo las palabras en náhuatl del tlatelolca Martín de la Cruz).
Continuando en la zona ecológica y campesina, puedes hacer compras de productos como hortalizas, plantas y por supuesto, muchas flores. Los recorridos son programados y se dispone de varias actividades como visitar algunas chinampas y santuarios del axolotl (especie endémica de Xochimilco), reconocimiento de flora y fauna, así como conocer los proyectos campesinos.
Este recorrido también lo puedes realizar desde el Embarcadero Puente de Urrutia, un lugar que, con el tiempo, ha adquirido mayor interés en los visitantes, tanto por su tranquilidad en el recorrido, como la vista del Canal de Apatlaco y la apreciación de los volcanes (si el clima lo permite).
Actualmente, se cuenta con 10 embarcaderos oficiales y uno para chinamperos que también da servicio hacia la reserva ecológica, comenta la maestra Teresa Herrera, antropóloga y guía turística de Xochimilco.
Las obras de teatro realizadas en diversos embarcaderos y chinampas representan un atractivo importante para esta época de Día de Muertos. Es un detonante turístico y cultural, pero también, es la preservación de sus historias y leyendas. Disfrutar los recorridos en trajinera y los espectáculos, se ha convertido en una actividad de tradición.
Retorno al Mictlán (Retorno al lugar de los Muertos)
A los muertos no se les entierra, a los muertos se les siembra.
La Compañía Artística Tlatemoani es una productora de eventos que, para la temporada de muertos presentan la obra Retorno al Mictlán dedicada a las leyendas que se han contado a lo largo de los tiempos.
El maestro Rodolfo Vázquez director de la Compañía Artística Tlatemoani, junto con Elizabeth Acevedo Chicharo, actriz y diseñadora de arte e imagen, quién ha trabajado como vestuarista para proyectos de la BBC de Londres y Discovery Channel, nos comentan sobre el desarrollo de este trabajo desde las fuentes históricas, principalmente Xochimilco, Su historia y sus Leyendas, del cronista Santos Acevedo López y de la Cruz.
Trajinar en día de muertos por la Cementera de Flores es toda una experiencia, y la puesta en escena de Tlatemoani abre el telón desde la tradición oral con el “tío Blas”, como cariñosamente lo llamaban en el callejón de Acahuatzinco. El tío va a visitar a sus difuntos al panteón y en su añoranza se hace presente el recuerdo de su amada Petrita y de los preparativos que formaban parte de la ofrenda dedicada a todosantos y los fieles difuntos.
Estas historias nos introducen al mundo del Anáhuac con personajes de la cosmovisión de los pueblos nahuas, como Quetzalcóatl, que desciende al Mictlán en busca de los huesos sagrados para la regeneración de los hombres, confrontando a Mictlantecutli, señor del lugar donde habitan los muertos, dando paso a la raza de los Macehuallis, la raza de la piel bañada con la sangre de Quetzalcóatl. Se hace cita a Coyolxauhqui que se convierte en Metztli, Luna, después de ser desmembrada por Huitzilopochtli, mientras Coatlicue danza y, la poesía de Nezahualcóyotl nos cuestiona: ¿a dónde iremos para que nunca tengamos que morir?
Con la llegada de Hernán Cortés y la invasión a Tenochtitlán, las historias se alimentaron con otras tradiciones.
“Llegaron por el agua del oriente, Ehécatl los vio venir en su travesía hasta el Ixachilan. Los chimallis y macuahuitl chocaron con los teules blancos. A sangre y fuego, dos culturas se funden en el crisol de una raza nueva. Cortaron las ramas, pero no las raíces”.
Así surgen algunas leyendas y fueron pregonadas de generación en generación, por ejemplo: el tío Blas nos cuenta que, en la época novohispana, la muerta del medallón recorría las calles de Xochimilco; mientras que en tiempos de la Independencia, el nahual hacia maldades a la gente, el encuentro del tío Moy con el charro negro y la tlahupochi (bruja). En la Revolución, cuando al abuelo Ponciano y a su Chompa se les apareció la Llorona; el tío Blas y su tétrico encuentro con la Mictlancihuatl. Música en vivo, danza y leyendas de la tradición oral.
“Buscamos en nuestra raíz para reflejar en esta puesta en escena lo que nuestros tatas nos contaban con la única intención de regar las semillas de nuestra cultura Zempaxúchitl, porque en retorno al Mictlán, a los muertos no se les entierra, a los muertos se les siembra, para que vayan con Tonanzin su madre tierra y cosechen vida por toda la eternidad”, Rodolfo Vázquez.
Me da para mi Calaverita
Siguiendo por las calles del centro, entre rezos y cantos las personas van de casa en casa, tocando de puerta en puerta, pidiendo para su calavera, algunos con chilacayotas alumbradas, otros sólo con disfraces: el 31 de octubre.
La costumbre sigue y se ha ido adaptando a los tiempos actuales, se reza un padre nuestro acompañado de la siguiente plegaria:
Buenos días, paloma blanca,
hoy te vengo a saludar,
saludando tu belleza
en tu reino celestial.
Los que suben ya no bajan,
los que bajan ya no suben.
Ahí viene la Chilindrina, a pedir su mandarina.
Ahí viene el Chavo del Ocho, a pedir su bizcocho.
Ahí viene Jorge Negrete, a pedir su mollete.
Ya llegaron los abuelitos, a pedir sus tamalitos.
Ahí viene Pancho Pantera, a pedir su ¡calavera!
En la esquina de mi casa, mataron una gallina,
de las tripas le sacaron a Viruta y Capulina.
Con los huesos de mi abuela, voy a hacer una escalera
y subirme a la azotea, y gritar la ¡calavera!
Santa Cruz Acalpixca y el Cuahilama
La Mihcailhuitl es una fiesta de los muertos que se celebra en Santa Cruz Acalpixca, el 2 de noviembre de cada año. En esta celebración, se honra a los antepasados a través del baile y el canto, y se suele realizar un encuentro de danzantes o concheros.
Con 40 años aproximadamente y de manera ininterrumpida, se lleva a cabo esta celebración en la plaza cívica de Acalpixca, con la ofrenda instalada en el kiosco por el grupo scout 53 Fray Tarsicio Bressan. Sus integrantes cada año realizan un bello tapete de aserrín con motivos alusivos a los petrograbados prehispánicos del cerro de Cuahilama, y se desarrolla el “Paseo de la Calavera”.
Algunas referencias sobre fiestas, costumbres, tradiciones y otros quehaceres, las podemos encontrar en el reciente libro de la maestra Araceli Peralta Flores, historiadora e investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia: Xochimilco de la A a la Z.
Cuahilama
Es un importante sitio arqueológico al oeste del centro de Xochimilco, en el pueblo de Santa Cruz Acalpixca “cuidador de canoas”.
Este sitio arqueológico cuenta con una gran historia que data de tiempos milenarios, y fue este cerro el principal espacio de asentamiento para la primera tribu nahuatlaca.
Cuahilama significa “Cabeza de Anciana” o “la Vieja del Bosque”. Estas descripciones, así como la forma de vida de los antiguos xochimilcas, se basan en las investigaciones realizadas por el maestro en Historia y especializado en Arqueoastronomía, Juan Rafael Zimbrón, y que ha dejado plasmado en algunos libros, como Paisajes tallados en piedra en Xochimilco y Milpa Alta.
En este lugar, los xochimilcas plasmaron sobre las piedras algunos símbolos que estaban relacionados con la naturaleza y su cosmogonía, destacando la imagen del Ocelotl (Jaguar), Cipactli (Lagarto), Nahui Ollin (cuatro-movimiento), Iztapapalotl (Mariposa), Xonecuilli (tiene forma de bastón, es alusivo y representativo a Quetzalcóatl) y una piedra mapa, así como otros petroglifos que actualmente ya no son visibles.
Santa Cruz Acalpixca, actualmente dispone de una actividad comercial dedicada a la elaboración de dulce cristalizado, si vistas el pueblo, es indispensable buscar los talleres de dulce cristalizado y calaveritas de amaranto.
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