Concepto de salud mental y medio ambiente Concepto de salud mental y medio ambiente

Cómo impacta la calidad del aire en tu salud mental

Existen muchos factores ambientales que contribuyen a la buena o mala salud de las personas. Uno de esos factores es el aire que nos rodea. Este debe ser de buena calidad para garantizar una buena salud. 

Cuando hablamos de calidad del aire, nos referimos a los niveles de contaminantes presentes en el aire que respiramos. Esto incluye gases como dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono, y partículas sólidas suspendidas en el aire, como el polvo, el humo e incluso polen. Una buena calidad del aire implica que estos contaminantes están en niveles seguros para la salud humana. 

Causas de la contaminación del aire 

La contaminación del aire es uno de los retos más importantes que vamos a enfrentar en los próximos años. La contaminación se debe principalmente a la emisión de gases y partículas contaminantes de diversas fuentes y que causan efectos adversos muy importantes en la salud. 

Entre las principales causas de esta contaminación se encuentran el transporte vehicular, especialmente los automóviles y camiones que utilizan combustibles fósiles, como la gasolina y el diésel. Además, las industrias también emiten una gran cantidad de contaminantes al aire, como gases tóxicos y partículas suspendidas. 

Otro factor importante es la quema de biomasa, como la leña y el carbón, utilizada en algunas zonas del país para la calefacción y la cocción de alimentos. Estas actividades generan emisiones de dióxido de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y material particulado, contribuyendo así a la contaminación atmosférica. 

Impacto del aire contaminado en la salud 

Está muy bien estudiado que la mala calidad del aire tiene numerosos efectos negativos en la salud al provocar o empeorar enfermedades respiratorias. También, los contaminantes del aire pueden generar alergias en algunas personas. 

En este sentido de la salud, a muchos de nosotros nos preocupa nuestra imagen y la piel es un elemento muy importante en este aspecto, lamentablemente la exposición prolongada a contaminantes del aire puede causar irritación, resequedad y envejecimiento prematuro de la piel. 

No sólo se daña nuestra apariencia, sino nuestro corazón, ya que los contaminantes presentes en el aire tienen mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. 

Una de las áreas en donde más se ha estudiado la calidad del aire y su relación con la salud es la que tiene que ver con el cáncer. Está perfectamente documentado que la mala calidad del aire incrementa el riesgo de cáncer en los seres humanos. 

Bien, pero ¿por qué el título de esta nota? Pues resulta que diversas investigaciones han encontrado que la contaminación del aire también está asociada con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y estrés. 

Importancia de la salud mental 

Antes de abordar la relación entre la contaminación del aire y la salud mental, es muy importante que entendamos qué se entiende por salud mental y por qué es tan importante. La OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental (emocional) y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. La salud mental es, por lo tanto, un componente fundamental de la salud de un individuo. Una buena salud mental permite a las personas hacer frente a los retos y actividades normales de la vida, trabajar productivamente y explotar todo su potencial.  

Como te habrás dado cuenta, la salud mental es un componente básico del bienestar individual y colectivo, por lo que, todo aquello que atente contra ella debe ser tratado y prevenido. 

Ciudad con mala calidad del aire

Mente sana en aire sano 

Ya hemos hablado un poco sobre las afectaciones a la salud que tiene la contaminación ambiental, existe una gran cantidad de evidencia científica sobre alergias, cáncer y enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel, etc., detonadas por la contaminación del aire. Pero empieza a surgir información muy interesante sobre la salud mental y la contaminación ambiental, incluida la del aire. 

En este sentido, se sabe que la exposición a contaminantes en el aire puede desencadenar respuestas de estrés, ya sea directamente debido a la toxicidad de estos contaminantes o indirectamente debido a la preocupación por los riesgos para la salud asociados con la contaminación del aire, esto último pasa mucho en personas con hipocondría. 

La exposición a largo plazo a los contaminantes presentes en el aire se ha relacionado con un deterioro en la función cognitiva, lo que puede afectar la capacidad de concentración, la memoria y el rendimiento académico o laboral. Esto se agrava debido a problemas para conciliar el sueño como consecuencia de la inhalación de partículas finas y otros contaminantes que pueden irritar las vías respiratorias y dificultar la respiración, lo que puede provocar interrupciones en el sueño y problemas como el insomnio. 

El artículo titulado Air Pollution (Particulate Matter) Exposure and Associations with Depression, Anxiety, Bipolar, Psychosis and Suicide Risk: A Systematic Review and Meta-Analysis reporta que un incremento en el nivel medio de partículas finas de contaminación del aire a la que las personas estuvieron expuestas durante largos periodos, estaba relacionado con un aumento de casi el 10 % de posibilidades de padecer depresión. 

En este estudio, también encontraron que la reducción de la exposición media global a partículas finas presentes en aire contaminado podría traducirse en una disminución del riesgo de padecer depresión a escala global del 15 %.  

Estos investigadores sugieren una conexión entre la exposición a partículas gruesas y el número de suicidios. Durante los días en los que los niveles de contaminación por partículas gruesas son más elevados, el riesgo de suicidio es mayor. 

Los investigadores reconocen que se requieren más investigaciones para confirmar si la contaminación del aire causa de forma directa enfermedades mentales, pero nos advierten de que existe una evidencia importante que sugiere la posibilidad de la existencia de mecanismos causales. 

El gran valor de investigaciones como ésta es que demuestran cómo un problema ambiental (contaminación del aire) puede estar vinculado con problemas sociales y de salud pública (depresión y suicidio). Es momento de actuar para tener un ambiente mucho más limpio y sano. 

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