Relaciones que van del romance al terror: conoce el ciclo del abuso narcisista
El cine, los cuentos, las series y las historias nos convencieron de que así es el amor de verdad, el amor romántico, pero poco nos dicen acerca de que esa película romántica tiene altas probabilidades de convertirse en cine de terror. Ahora te explico por qué iniciar una relación con una persona narcisista puede ser peor que encontrarte con Vecna.
La teoría del ciclo de abuso y la relación narcisista
Desde 1979, cuando Leonore Walker lanzó la teoría del ciclo de abuso y violencia como un círculo de 4 pasos en repetición constante, quedó claro que era aplicable a las relaciones narcisistas. Sin embargo, poco después se tipificó otro tipo de abuso narcisista igualmente cíclico, pero que respondía más a las necesidades de control y admiración de los narcisistas.
Aunque hay varios tipos y clasificaciones de narcisismo, la principal característica de un narcisista es el egoísmo a extremo más la incapacidad de considerar los sentimientos de los demás. Sus características principales son éstas:
- Falta de empatía.
- Necesidad de admiración excesiva.
- Creencia de que otros los envidian, comportamientos o actitudes arrogantes.
- Gran sentido de la importancia personal.
- Comportamiento de explotación interpersonal.
- Fantasías de perfección.
- Creen que son especiales, por lo que nadie los entiende.
Ya desde aquí se puede intuir por qué mantener una relación con alguien así no es el Crucero del Amor, pues desde lejos se puede ver que será como relacionarse con un Dementor que va a quitarte todas las emociones positivas para convertirlas en gasolina para su ego insaciable.
Los componentes del ciclo de abuso narcisista
Evidentemente, los narcisistas no se presentan así: “Hola, me llamo Cosme Fulanito y soy un egomaniaco megalómano que se alimentará de tu energía vital”, sino que se disfrazan de adorables enamorados hasta hacer caer a su víctima. Aquí empieza el ciclo de abuso narcisista.
Fase 1: “love bombing” o Bombardeo de halagos
Todos mostramos nuestra mejor cara cuando estamos ligando. De hecho, le llamamos “quedar bien” a la etapa del cortejo, pero lo que el narcisista puede hacer va mucho más allá y no es gratuito que se le llame love bombing, porque es justo lo que hace: bombardeo constante de amor, atención, halagos, regalos, mensajes, detalles y tiempo que te hacen sentir la persona más importante y especial sobre la tierra. No es casualidad que el término se usara por la psicóloga Margaret Singer para referirse a la forma de captación de algunos cultos religiosos, pues genera la misma sensación de felicidad inexplicable. Ésta es la etapa en la que el narcisista convence a su víctima de que son el uno para el otro y están destinados a estar juntos, utilizando estrategias como las siguientes:
- Urgencia a la intimidad para intentar convencerte de que no le teme al compromiso.
- Escucha constante y apoyo total para hacerte sentir confianza y protección.
- Hacer “espejo” (“mirroring”) para hacerte creer que son almas gemelas.
- Hipersexualidad para hacerte sentir que el sexo es el mejor de tu vida.
Todo esto suena precioso y ¿quién le diría que no? El problema es lo que genera una adicción inconsciente, lo que le da poder al narcisista sobre ti. Así fue como el estafador de Tinder logró su cometido (si no me creen, dense una vuelta por nuestro artículo de Mitos del amor romántico y verán).
Fase 2: devaluación
En esta etapa, el narcisista corta el suministro de atención, de un día para otro ya no hay likes ni comentarios, tarda horas en responder y lo hace con monosílabos, parece enojado, alejado y desinteresado, haciéndote sentir culpable. Algunas formas de devaluación (porque hay muchas) son éstas:
- “Gaslighting”: manipular para hacer sentir a la pareja que está loca y hacerle dudar de la realidad.
- Triangulación: incluir a una tercera persona en la relación para compararte y hacerte vivir en la incertidumbre.
- Chantaje emocional, arranques de ira, intermitencia (“soft ghosting”), atención a pedacitos (migajas de pan), entre muchas otras acciones del narcisista que hacen sentir a la víctima menos importante cada vez y provocan en ella la necesidad de regresar a la fase 1, complaciéndole en todo para no perderlo.
Fase 3: descarte
¡Se va! Un día ya no sólo no responde, ¡te borró de redes y hasta te bloqueó! No sabes si es algo que hiciste, si se enojó o si lo evaporó Thanos, sólo desapareció, dejando una terrible sensación de vacío y duda. Las acciones favoritas de esta etapa son los temidos:
- “Ghosteo”: se fue y su víctima es sólo un fantasma que no existe para el narcisista.
- “On/off”: bloquea y desbloquea a su gusto, tiene el control.
Fase 4: atracción
Es la etapa en la que el narcisista volverá para intentar atraerte de nuevo. Sus estrategias se basan en la duda y el vacío que dejó al ghostearte y son éstas:
- “Hoovering”. Llamado así por las aspiradoras Hoover, literalmente, tratará de arrastrarte hacia él o ella y llamar tu atención otra vez.
- Orbitar. Ve tu story un día, manda un fueguito, otro, y luego vuelve a ignorarte por semanas para que sepas que ahí está.
- “Zombieng”. “¡No andaba muerto, andaba de parranda!”. Un muerto que vuelve a la vida, como un zombi. Después de desaparecer como un fantasma, regresa con un mensaje, una llamada o afuera de la uni con un café, y cuando tenga tu atención, reiniciará el ciclo con love bombing remasterizado, pero no porque te haya extrañado y te necesite, sino porque su ego quiere ver cuánto puede controlarte.
Así que antes de soñar con un romance de Hollywood, analízalo bien e identifica las red flags, no vaya a empezar como comedia romántica y acabe como GoT: violenta, con un excelente inicio y el peor final.
Por Andrea Morán
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