UNAM-México: lugar del primer experimento científico sobre telepatía
UNAM-México: lugar del primer experimento científico sobre telepatía

UNAM-México: lugar del primer experimento científico sobre telepatía

La capacidad de comunicarnos sin usar las manos o la boca ha llenado páginas enteras de libros de ciencia ficción, temas de series y películas e, incluso, canciones. Así es, hablamos de la telepatía, en la que no sólo los rusos y alemanes se han interesado, también en México se han hecho importantes hallazgos.  

Jacobo Grinberg y su experimento de telepatía  

Ya en 1994, el investigador Jacobo Grinberg Zylberbaum (antes de su desaparición) y su grupo de colaboradores dejaron sentadas las bases neurofisiológicas de la telepatía en su experimento de potenciales transferidos. 

El experimento se relata en el libro Alicia en el país de la conciencia. Sobre Grinberg y su desaparición. Jacobo Grinberg, de la mano de Amit Goswami, Bella Attie y Manuel Delaflor, explora esta habilidad denominada potenciales transferidos (otro nombre para telepatía), diseñada con base en el principio de la paradoja Einstein-Rosel-Podolsky. Ésta sugiere que dos partículas que interactuaron en algún momento, al ser separadas, pueden manifestar las mismas afectaciones, a pesar de que se les aísle. Es decir, se pueden seguir comunicando a pesar de la distancia en el tiempo y el espacio. 

La telepatía y su lugar de experimentación 

Y el lugar del experimento fue en México, exactamente en la Facultad de Psicología de la UNAM. Para ello, se crearon 2 jaulas de Faraday (que aíslan todo campo electromagnético), las dispusieron a 14.5 metros entre ellas y luego midieron la actividad cerebral de los sujetos de prueba, después de haberlos puesto a meditar. 

El proceso implicaba “sintonizar” a los sujetos a través de la meditación, para establecer la posibilidad de la telepatía. Es decir, primero, aislaron toda posible forma de interferencia con las jaulas de Faraday; luego, midieron la actividad cerebral de los sujetos; por último, se demostró que el sujeto 2 presentaba una actividad similar a la del sujeto 1 en la zona occipital de su cerebro. 

Fue así como, por entrelazamiento cuántico, demostraron que dos personas con intención meditativa de unirse, al ser separadas, realmente pueden mandar mensajes de cerebro a cerebro. Y, aunque no hay plena conciencia del segundo sujeto de que está recibiendo la señal, éste podría intuir lo que sucede a la otra persona, porque su cerebro sí alcanza a captarlo en una especie de percepción subliminal (aquella que está por debajo del umbral, que es la mínima cantidad de energía que una persona puede percibir). 

El experimento de la telepatía se ha replicado 

Este experimento se ha replicado en múltiples ocasiones con los mismos resultados en las universidades de Bastyr, Seattle y Londres, lo cual sugiere que —de manera experimental y con base en los lineamientos de método científico—podríamos estar frente al argumento científico de la telepatía. 

Cabe resaltar que la habilidad telepática, según Grinberg, es sólo una de las múltiples que el ser humano es capaz de desbloquear. Si te interesa conocer más de estas otras habilidades, puedes dar clic aquí. 

Y, ¿quién sabe?, tal vez puedas reconocer alguna de esas habilidades en ti, como lo hizo Kali Uchis. 

 

Por Charo Otero 

 

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