Día de la filosofía. imagen con socrates. Día de la filosofía. imagen con socrates.

21 de noviembre, Día Mundial de la Filosofía: el valor de las preguntas 

A lo largo de mi vida, una de las preguntas que más me han hecho es: “¿Para qué sirve la filosofía?”. Desde los días de universidad hasta los encuentros casuales con amigos o conocidos, esta pregunta parece estar siempre presente, como si la filosofía fuera una disciplina abstracta, confinada a las cuatro paredes del mundo académico. Admito que esta cuestión me acompañó como una sombra durante años y, en su momento, la consideré molesta. Me decía a mí misma que era obvio el valor de la filosofía. Pero con el tiempo, he llegado a apreciar esta pregunta, no tanto por su respuesta, sino por lo que representa: el verdadero valor de hacer preguntas. 

¿Por qué nos incomodan tanto las preguntas?

La pregunta me molestaba porque me confrontaba, me obligaba a reflexionar en el valor de mi profesión, en la utilidad de mi quehacer profesional. La pregunta me requería hacer un alto y pensar. Sin embargo, vivimos en un mundo que valora la rapidez de las respuestas. Los motores de búsqueda nos ofrecen soluciones instantáneas, las redes sociales nos presentan opiniones empaquetadas en 280 caracteres, y cada vez más, el espacio para la reflexión profunda se reduce. Nos han acostumbrado a pensar que tener una respuesta rápida es tener éxito. Sin embargo, hay una gran diferencia entre saber algo y entenderlo. Y es aquí donde la filosofía entra en juego. 

Las buenas preguntas no siempre tienen respuestas definitivas. De hecho, su valor radica en cómo nos sacuden, nos obligan a pensar, a reevaluar nuestras creencias y a ver el mundo desde una nueva perspectiva. En lugar de ofrecer soluciones inmediatas, las preguntas filosóficas abren caminos, plantean dilemas y nos desafían a considerar lo que damos por sentado. Es un proceso que no sólo nos invita a pensar de manera crítica, sino también a pensar de manera creativa. “Una vida no examinada no merece ser vivida”, ¿te atreves a examinar la tuya? 

Cubos de madera con signo de pregunta

¿Por qué la filosofía sigue siendo relevante hoy?

Vivimos rodeados de información, pero muchas veces nos falta claridad. ¿Cómo podemos navegar en un mundo donde cada decisión parece llena de contradicciones, desde qué serie ver hasta qué rumbo tomar en nuestra vida? Aquí te comparto algunas razones por las cuales creo que debemos revalorar la filosofía en nuestras vidas. 

Porque nos hace preguntarnos sobre el propósito

¿Por qué haces lo que haces? ¿Estás viviendo la vida que quieres o simplemente la que otros esperan de ti? Estas preguntas no son fáciles de responder, pero ahí está el truco. La filosofía no trata de darte una lista de cosas que hacer para ser feliz, sino que te invita a detenerte y pensar: ¿qué es la felicidad para mí? 

Con la presión de las redes sociales y la expectativa de éxito instantáneo, preguntarnos cuál es nuestro verdadero propósito se vuelve esencial. 

Porque nos conecta con problemas universales

A veces creemos que nuestras preocupaciones son únicas, que nadie más ha pasado por lo que estamos viviendo. Pero cuando leemos a filósofos antiguos o contemporáneos, nos damos cuenta de que las preguntas sobre el amor, la muerte, el miedo y el poder han estado presentes durante siglos. 

Tomemos por ejemplo la ansiedad por el futuro, una preocupación que hoy, con la crisis climática y la incertidumbre laboral, es más intensa que nunca. Sin embargo, pensadores como Séneca ya reflexionaban sobre cómo lidiar con el miedo al futuro, ofreciéndonos una perspectiva que aún puede ser útil. 

@papelypiedra

La utilidad de la filosofía #filosofia #filosofo #reflexiones #filosofando #estudiantes #libros #libro #moral

♬ sonido original – Filosofía con Richie

Porque es un ejercicio de humildad

Otro aspecto esencial de la filosofía es que nos enseña humildad. Con demasiada frecuencia, asumimos que nuestra visión del mundo es correcta, sólo para descubrir que estábamos equivocados. La filosofía cultiva una actitud abierta, un reconocimiento de que siempre habrá algo más por aprender. Esta actitud no sólo es valiosa en debates intelectuales, sino también en nuestras relaciones cotidianas, donde es importante escuchar a los demás y reconocer la posibilidad de estar equivocados. 

Porque nos ayuda a argumentar mejor

En estudios recientes, se ha encontrado que muchos jóvenes se sienten cada vez más abrumados por la cantidad de información que reciben a través de las redes sociales. Un análisis publicado en Frontiers in Psychology reveló que los jóvenes experimentan una creciente fatiga digital debido a la sobrecarga de información, las comparaciones constantes y la presión social que surge en plataformas como YouTube, Instagram y TikTok. Aquí la filosofía tiene un rol crucial. 

El pensamiento crítico es una de las herramientas más poderosas que la filosofía nos ofrece. Nos permite cuestionar, analizar y desmenuzar la información que consumimos para tomar decisiones más informadas. 

Y no, no es un pensamiento negativo, como a veces se cree. Más bien, se trata de una actitud reflexiva ante el mundo, una disposición a no aceptar las cosas tal como se presentan sin antes evaluarlas. Adoptar una actitud de “sano escepticismo” es lo que nos salva de caer en la trampa de las fake news, de seguir tendencias vacías o de comprar ideas sin pensar. 

Porque cultiva la curiosidad

¿Recuerdas cuando eras niño y no podías dejar de preguntar “por qué”? A medida que crecemos, muchos dejamos de hacernos esas preguntas, ya sea por costumbre o por comodidad. 

La filosofía nos invita a recuperar ese sentido de asombro, a no conformarnos con las primeras respuestas que encontramos. Desde la inteligencia artificial hasta el impacto de las redes sociales, los temas de hoy exigen curiosidad y una mente dispuesta a explorar nuevas ideas. ¿Qué significa ser humano en una era dominada por la tecnología? ¿Cómo definimos la verdad en un mundo donde la información es tan manipulable? 

Porque te desafía a vivir de manera coherente 

Quizás uno de los mayores retos que nos presenta la filosofía es el de vivir según nuestros valores. La coherencia entre lo que pensamos y cómo actuamos no es fácil de lograr. ¿Qué tipo de persona queremos ser? ¿Estamos tomando decisiones que reflejan nuestras verdaderas prioridades o estamos siendo arrastrados por lo que otros esperan de nosotros? 

Socrates pensando

Porque nos invita a la acción

Finalmente, la filosofía no es sólo reflexión. Nos impulsa a actuar, a hacer cambios en nuestras vidas. No se trata de leer a Platón y quedarnos en la teoría, se trata de cómo aplicamos esas ideas en nuestro día a día. Si algo nos enseña la filosofía es que debemos tomar responsabilidad por nuestras acciones y decisiones. 

El 21 de noviembre, el Día Mundial de la Filosofía, es una oportunidad perfecta para reflexionar sobre el valor de las preguntas en nuestras vidas. Se trata de disfrutar el viaje de las preguntas, de entender que la incertidumbre también tiene su lugar. Al final del día, quizá la mejor respuesta que podamos dar a la pregunta “¿para qué sirve la filosofía?” sea otra pregunta: “¿Qué pasaría si dejáramos de preguntar?”. 

Temas Relacionados:

Deja un comentario